La muerte del soldado Chirino. La segunda autopsia ratificó las primeras conclusiones y ahora vendrán las indagatorias de 9 militares

CÓRDOBA. La segunda autopsia del soldado cordobés Matías Chirino ratificó que la causa de su muerte fue asfixia mecánica por broncoaspiración. El deceso se produjo el 19 de junio en el cuartel del Grupo de Artillería de Monte 3 de Paso de los Libres, Corrientes, después de una “fiesta de bautismo” que le hicieron al novato, que tenía 22 años. Por el hecho hay nueve militares imputados por homicidio simple y ocho que fueron destituidos por el Ejército.

Los restos de Chirino fueron exhumados para una segunda autopsia en el Instituto de Medicina Forense de la ciudad de Córdoba. Según pudo saber LA NACION, la necropsia ratificó la causa de la muerte, con lo que se sostiene la imputación realizada por el fiscal federal interino Aníbal Martínez. El cuerpo no presentaba golpes. El informe final estará en unos 30 días.

En la causa ahora será el turno de las indagatorias de todos los imputados; en los siguientes diez días, el juez federal Gustavo Fresneda debería dictar el procedimiento. Los abogados de la familia de la víctima pedirían que sea con prisión preventiva.

Al ordenar el segundo informe forense, el juez pidió determinar los causales de muerte y el tiempo estimado; un análisis toxicológico sobre la muestra de sangre extraída para estimar la curva de alcohol al momento del fallecimiento y en las horas previas, como así también la posible presencia de otras sustancias, además de definir si el cuerpo presenta lesiones que pudieran estar relacionadas con alguna agresión física que pudiese haber padecido.

También pidió que se definiera qué consecuencias puede provocar en el sistema nervioso el consumo de bebidas alcohólicas en un período breve de tiempo, en función del nivel de alcohol en sangre y del estado en que se hallaba la víctima.

El joven no había ingerido comida previamente y, como parte del “bautismo” de bienvenida al Grupo de Artillería de Monte 3 de Corrientes, había corrido, hecho flexiones y lo habían “sumergido en una pileta con agua sucia y a baja temperatura”.

Además, el juez ordenó a los forenses que explicaran si esa secuencia “le pudo provocar una intoxicación alcohólica y, en tal caso, qué tipo de intoxicación; si eso le produjo una incapacidad de reaccionar frente al vómito o un atragantamiento, y si las condiciones en que fue dejada la víctima en la habitación, sin calefacción y sin ningún tipo de abrigo, en un día en que las temperaturas rondaron entre los 4° y los 2°, agravó el cuadro que presentaba la víctima y si ello tiene incidencia directa en el resultado luctuoso”.

La imputación alcanza a los capitanes Claudio Luna, de 35 años, Rubén Darío Ruiz, de 35, y Hugo Reclus Martínez Tárraga, de 34; al teniente primero Darío Martínez, de 31; a los tenientes Exequiel Aguilar, de 32, y Franco Grupico, de 26, y a los subtenientes Facundo Acosta, de 27, Gerardo Bautista, de 31, y Claudia Cayata, de 33.

En caso de ser encontrados culpables, los oficiales imputados podrían enfrentar penas de entre 8 y 25 años de prisión.

Según la reconstrucción de los hechos, se estima que el subteniente Chirino, de 22 años, debía incorporarse a la unidad militar correntina el 20 de junio, pero un oficial le comunicó que adelantara su presentación y llegara dos días antes para organizar una comida de bienvenida para él y a otros dos subtenientes que también se integraban al regimiento.

Los testimonios de estos dos subtenientes fueron fundamentales para determinar las responsabilidades y el desarrollo de los acontecimientos que terminaron en la tragedia.

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