La muerte del soldado Chirino. El padre de la víctima del “bautismo” fatal teme que los oficiales imputados huyan del país
Se entrevistó con el juez y el fiscal del caso para pedirle “celeridad” en el proceso que se inició hace cuatro meses para investigar el deceso del subteniente en el Grupo de Artillería de Monte N°3 de Paso de los Libres, Corrientes
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CÓRDOBA. A cuatro meses de la muerte del subteniente Matías Ezequiel Chirino, de 22 años, después de haber sido sometido a un “bautismo” en el Grupo de Artillería de Monte N°3 de Paso de los Libres, en Corrientes, su padre, Ezequiel Chirino, se reunió con el fiscal y el juez de la causa. Tenía un pedido urgente: que aceleren los tiempos procesales. Teme que los imputados huyan del país, cruzando la frontera con Brasil.
Por la muerte hay nueve militares imputados por homicidio simple y ocho que fueron destituidos por el Ejército. Esta semana finalizarán las indagatorias y, además, estará el informe final de la segunda autopsia realizada, a pedido de los abogados de la familia, en el Instituto de Medicina Forense de la ciudad de Córdoba. LA NACION ya adelantó que ratificará que la causa de la muerte fue una broncoaspiración.
Chirino contó que el fiscal federal interino Aníbal Martínez y el juez federal Gustavo Fresneda lo escucharon con “atención”. Agregó: “Les dije que me parecía que todo iba lento y les hablé del temor de que los imputados se fuguen. Están a metros de la frontera, todos en Paso de los Libres. Quiero hacer justicia por mi hijo”.
También señala que, desde el Ejército, el coronel Sergio Jurczyszyn comandante de la Brigada de Monte XII, lo llama “siempre”. “Me pregunta si necesito algo, cómo está la familia. Y acá estamos, esperando que haya justicia”, afirmó.
A Jurczyszyn también le agradece haber separado a los dos subtenientes que ingresaron con su hijo y a los que también hicieron participar del “bautismo”. “Él los separó, los sacó de Paso de los Libres y por eso pudieron declarar sin presiones. Esa actitud fue clave para que haya imputados”.
Matías Chirino debía incorporarse a la unidad militar correntina el 20 de junio, pero un oficial le comunicó que adelantara su presentación y llegara dos días antes, para organizar una comida de bienvenida a él y a los otros dos que se integrarían al regimiento, Ezequiel Meza y Jorge Chaile.
Matías Chirino y sus dos compañeros habrían sido forzados a ingerir alcohol en exceso y a tirarse a una pileta que tenía agua sucia y bajas temperaturas. Meza y Chaile declararon unas siete horas y describieron los “abusos” a los que fueron sometidos.
El soldado cordobés murió después de la fiesta de iniciación.
A las 5 de la madrugada de ese domingo, un oficial de servicio fue alertado en el Casino de Oficiales por dos compañeros de Chirino, quienes le advirtieron que el subteniente estaba inconsciente en la habitación.
Fue hasta la habitación y constató que tenía el cuerpo frío y sus signos vitales eran muy débiles; avisó a un superior, quien ordenó el traslado del joven al hospital San José. Allí murió. La autopsia reveló que había fallecido por una “broncoaspiración por alimentos”.
Los nueve imputados en la causa judicial son los capitanes Claudio Luna, Rubén Darío Ruiz y Hugo Reclus Martínez Tárraga, el teniente primero Darío Martínez, los tenientes Exequiel Aguilar y Franco Grupico, los subtenientes Facundo Acosta, Gerardo Bautista y la subteniente Claudia Cayata.
Los abogados de la familia Chirino, Claudio Orosz y Enrique Novo, entienden que el procesamiento debe ser con prisión preventiva. En caso de ser encontrados culpables, los oficiales imputados podrían enfrentar penas de entre 8 y 25 años de prisión.
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