La muerte de Maradona: echarle la culpa al que sigue es, hasta ahora, la estrategia de los imputados en sus indagatorias
La médica de Swiss Medical Nancy Forlini presentó un escrito en el que dijo que la responsabilidad del tratamiento del Diez era de la psiquiatra Agustina Cosachov y del neurocirujano Leopoldo Luque; negó haber recibido un pedido de internación domiciliaria para el astro
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Cada nueva indagatoria reafirma la constante: quien declare le echará la culpa al que sigue en la lista. Así ha sido hasta ahora lo que sucedió en la sede de la Fiscalía General de San Isidro desde la semana pasada, cuando comenzaron a desfilar, para dar explicaciones, los siete imputados por su presunta responsabilidad en la trágica muerte de Diego Armando Maradona, ocurrida el 25 de noviembre pasado. Hoy, Nancy Edith Forlini, la médica de Swiss Medical que coordinaba la atención del Diez en la casa donde cursaba su convalecencia, en Tigre, siguió la misma línea: negó que le hubieran pedido a la empresa de medicina prepaga una internación domiciliaria y afirmó que todas las decisiones relativas al cuidado de la salud del astro estarían en manos de la psiquiatra Agustina Cosachov y de Leopoldo Luque, el neurocirujano que operó al exfutbolista de un hematoma subdural.
La estrategia de “apuntar para arriba” había comenzado con Ricardo Omar Almirón y Dahiana Madrid, los dos enfermeros que estaban en el día a día en la casa del lote 45 del barrio privado San Andrés. Ambos afirmaron que solo habían seguido las indicaciones que les dieron tanto su superior, Mariano Perroni -supervisor de Medidom, la empresa que los envió a aquel domicilio-, en cuanto a los controles, como la psiquiatra Cosachov, con relación a la medicación psiquiátrica; dieron evidencias de la ausencia de protocolos básicos para la atención del paciente, pero sostuvieron que debieron resignarse a ello, en un intento por quitarse de encima el peso de la irreversible debacle de su paciente.
Un escalón por encima de ellos, por simple cuestión jerárquica, Perroni dijo que se limitó a controlar que los enfermeros estuvieran en sus puestos en los horarios previstos, y afirmó que las indicaciones médicas provenían de la psiquiatra Cosachov y de la médica de Swiss Medical. Precisamente esta última declaró este mediodía en San Isidro. Cargó contra quienes definió como los “médicos personales” de Maradona: afirmó que “nunca” le pidieron una internación domiciliaria y que ellos fueron los que tomarían “todas las decisiones”.
Forlini, de 52 años, es pediatra, neumonóloga infantil y actualmente a cargo de la Gerencia de Cuidados Domiciliarios de Swiss Medical. Le tocó declarar justo un día antes de que se cumplan 35 años de la que, quizás, fue la secuencia más gloriosa del Diez: el mágico gol a Inglaterra que sirvió para vencer por 2 a 1 al seleccionado británico en el camino al campeonato para la Argentina en el Mundial de México ’86.
Acompañada por su defensor, Nicolás D’Albora, declaró por escrito y se negó a contestar las preguntas que tenían preparadas para ella los fiscales Laura Capra, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren.
En el escrito Forlini explicó, a modo genérico, que más allá de ser pediatra, su rol en la empresa en cuanto a las prestaciones domiciliarias que ofrece la prepaga es más bien administrativo. En esa empresa, antes de ocupar la jefatura médica de cuidados domiciliarios, fue coordinadora de auditoría médica de internación, puesto en el que le tocó “supervisar la modulación de cuidados domiciliarios y proponer cambios en la modulación” o “supervisar el tratamiento de los casos de negativa al alta, casos judicializados e identificación de casos de riesgo”. O sea, casos como el del Diez.
Luego habló del caso puntual de lo que sucedió con Maradona, cuando, tras su cirugía por un hematoma subdural, fue externado de la Clínica Olivos el 11 de noviembre y enviado a la casa del barrio San Andrés, donde falleció dos semanas más tarde. ”Yo recibo el día de la externación la solicitud de cuidados domiciliarios y el diagnóstico era posoperatorio por hematoma subdural. Nunca recibí un pedido de internación domiciliaria”, señaló la médica.
“En este caso quedó clarísimo que la solicitud era solamente prestacional […] Me solicitaron organizar un servicio de enfermería y acompañantes terapéuticos con cobertura 24 horas”, agregó Forlini.
Luego, al manifestar quién tenía la responsabilidad sobre el tratamiento de Maradona, señaló a los dos principales imputados en la causa: Luque y Cosachov. Al respecto dijo: “Claramente nos indicaron que serían sus médicos personales quienes tomarían todas las decisiones”.
Los cargos
Al igual que el resto de los imputados, Forlini fue indagada por “homicidio simple con dolo eventual”, un delito que prevé una pena de entre 8 y 25 años de cárcel, y que podría haber llevado a los fiscales a pedir sus detenciones, algo que no sucedió porque se conformaron con que se les prohíba su salida del país. Esa figura penal fue elegida por los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra tras seis meses de investigación, en los que concluyeron que el equipo médico de Maradona no solo fue deficiente, sino que sabía que el “10” podía morirse y no hizo nada para evitarlo.
Los fiscales consideraron que Forlini “omitió cumplir con los deberes mínimos a su cargo, entre los que se encontraba, de conformidad al cuadro del paciente, dotar al lugar del personal de enfermería especializada en salud mental, acompañamiento terapéutico, nutricionista, y de la aparatología adecuada para RCP avanzada, estudios de laboratorio y electrocardiograma -entre otros- nada de lo cual suministró”.
Además, señalan que Forlini “omitió analizar si la vivienda cumplía con las condiciones mínimas para un paciente con las limitaciones físicas de Maradona”.
“En pleno conocimiento del deficitario servicio de enfermería [...], omitió tomar medida alguna, siendo de ese modo funcional a las conductas que ejecutaban los restantes imputados, fruto de lo cual se produjo el resultado fatídico antes mencionado, que ineludiblemente debió representarse por la condición que detentaba”, agregaron los fiscales.
En el marco de la causa ya declararon los enfermeros Ricardo Omar Almirón, de 38 años, y Dahiana Gisela Madrid, de 36, y su jefe, el coordinador Mariano Ariel Perroni, de 40.
En tanto, para el próximo miércoles está prevista la indagatoria del psicólogo Carlos Ángel “Charly” Díaz, de 29; el viernes será el turno de la psiquiatra Cosachov, de 36, y, el lunes 28, finalmente, declarará el neurocirujano Luque, de 39.
La autopsia determinó que Maradona murió a los 60 años el 25 de noviembre del año pasado a raíz de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada” y descubrieron en su corazón una “miocardiopatía dilatada”.Una junta médica concluyó que era un paciente con pluripatologías que agonizó 12 horas antes de su muerte, que lo de la casa del country San Andrés no era una internación domiciliaria y que pudo haber tenido “más chances de sobrevida” si hubiera estado en una clínica.
Además, calificaron al equipo médico tratante como “deficiente”, “temerario” e “indiferente” ante la posibilidad cierta de su muerte y que lo abandonaron “a la suerte”.
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