La muerte de Diego Maradona: horas decisivas por el avance del informe de la junta médica

La investigación sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Diego Armando Maradona entró en una etapa clave y que puede definir la situación procesal de los imputados de la causa, entre ellos el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov. En los próximos días se conocerán las conclusiones finales de la junta médica convocada por la Fiscalía General de San Isidro para analizar si el fallecimiento del astro mundial se pudo haber evitado.

“La junta médica va a avanzar sobre las responsabilidades de Cosachov y de Luque. ¿Si Maradona hubiese tenido un equipo de apoyo profesional el resultado final pudo haber sido otro? No hay dudas de que el desenlace pudo ser otro”, explicó a LA NACION una fuente al tanto de lo que deliberan por este momento los peritos oficiales y de parte que trabajan en el informe final.

Esa calificada fuente sostuvo que el domingo a la tarde hubo deliberaciones a través de la videoplataforma Zoom entre los profesionales participantes, y que peritos de parte ya entregaron sus propios informes finales.

Los pasos siguientes, según explicaron los informantes consultados, es que los peritos oficiales entreguen sus conclusiones a los peritos de parte para que ellos firmen en acuerdo o disidencia, y que entreguen sus propias impresiones finales.

Por ejemplo, los especialistas Antonio Martín Maya y Antonio José Maya, que representan a Luque, ya presentaron sus conclusiones: lo hicieron el 8 de marzo pasado, el mismo día que empezó a trabajar la junta médica. Según pudo saber LA NACION, van a ratificarla.

El documento de los peritos de parte que representan a Luque fue recibido por representantes del Ministerio Público Fiscal y quedó resguardado en un sobre lacrado que será abierto una vez que la junta médica, al cabo de sus reuniones, presente sus conclusiones finales.

El eje de trabajo fueron 24 preguntas que los profesionales debieron contestar sobre distintas cuestiones de la salud de Maradona, como por ejemplos las citadas en los puntos 1, 3, 6 y 10:

• El cuadro clínico y estado general de salud de Diego Armando Maradona con anterioridad a su fallecimiento. En particular, deberán pronunciarse sobre la patología cardíaca que presentaba el paciente; su grado de complejidad; síntomas e indicadores y momento en su historia de salud en el que fuera detectado.
• Si de los elementos obrantes en la causa surge la realización de los estudios y controles adecuados para verificar su condición y evolución cardiológica durante el período comprendido entre el 1° de octubre de 2020 y su fallecimiento.
• Si los fármacos suministrados al paciente antes de su fallecimiento y que fueran detectados a través del informe toxicológico pudieron generar efectos adversos y/o contraindicaciones médicas de acuerdo al cuadro cardiológico que se desprende del protocolo de autopsia.
• Si el espacio físico donde se desarrolló la internación domiciliaria, como así también, el ambiente que fue acondicionado como habitación del paciente, era adecuado en función de las normas y protocolos de organización y funcionamiento de un servicio de internación domiciliaria acorde a la normativa vigente.

El 21 de diciembre pasado se conocieron los peritajes toxicológicos con las muestras de sangre tomadas en la operación de autopsia. Dichos estudios revelaron que Maradona no había consumido, inmediatamente antes de su deceso, ni alcohol ni drogas ilegales, y sí aquellas que le había prescripto su psiquiatras, medicamentos entre los cuales no había ninguno propio para el tratamiento de la cardiopatía severa que, en definitiva, fue la causa directa del fallecimiento.

También constan los peritajes histopatológicos, que son aquellos relacionados con el análisis de los órganos internos, estudio que busca encontrar causas concomitantes a las que hubiesen sido halladas y descriptas en la operación de autopsia. Y en este caso hubo una revelación: el Diez sufría una cirrosis hepática, un cuadro que causa un daño irreversible y cuyas causas más usuales son la hepatitis y el abuso crónico de alcohol.

La autopsia, practicada sobre el cuerpo de Diego el mismo día de la muerte, había determinado que Diego falleció por una insuficiencia cardíaca aguda, congestiva y crónica, que le generó un edema agudo de pulmón.

Externación

Maradona vivió dos semanas en una casa alquilada en el barrio San Andrés, en la zona conocida como Villanueva, en Benavídez, Tigre. El 11 de noviembre pasado había dejado la clínica Olivos, donde fue intervenido de un hematoma subdural en su cabeza. La operación fue el martes 3 de ese mes. Diego murió el 25 de noviembre.

En un documento donde se firmó la externación del Diez se dejó constancia de que no tenía el alta médica y que Swiss Medical había propuesto continuar con un tratamiento psiquiátrico, clínico y de rehabilitación y toxicológico bajo la modalidad de internación en un centro de rehabilitación, a lo que la familia no prestó conformidad.

En uno de los párrafos del citado documento, se definió a Luque y a la psiquiatra Agustina Cosachov, profesional que también está imputada bajo sospecha, como el “equipo médico tratante” y se sostuvo que los profesionales “prescribieron, y la familia aceptó, el seguimiento y atención médica domiciliaria del paciente”, y solicitaron a Swiss Medical asistencia con cuidados domiciliarios de enfermería y acompañamiento terapéutico”.

“¿En qué clínica estoy?”

Una fuente con acceso al expediente sostuvo sin dejar lugar a dudas: “No fue la mejor idea llevar a Maradona a la casa alquilada en San Andrés. Se lo llevaron de la Clínica Olivos dopado. No estaba ubicado en tiempo y espacio. Es más, a uno de los enfermeros o acompañantes terapéuticos, Diego le preguntó: ‘¿En qué clínica estoy?’”.

Para determinar si hubo un delito en las circunstancias que rodearon la muerte de Maradona, el fiscal general de San Isidro, John Broyad, coordina un equipo especial de investigadores, integrado por sus dos adjuntos, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, y la fiscal de Benavídez, Laura Capra.

Hasta el momento, en el expediente hay siete imputados: Luque, Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la enfermera Dahiana Gisela Madrid, el enfermero Ricardo Almirón, la médica coordinadora Nancy Forlini y el coordinador de los enfermeros, Mariano Perroni, este último, defendido por el abogado Miguel Ángel Pierri.

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