La madre de Martín ya había sido denunciada
Nadie explica qué pasó con esa causa desde febrero hasta hoy
LA PLATA.- Para el juez de Garantías de La Plata, Juan Pablo Masi, que interviene en la investigación por el homicidio del pequeño Martín Vázquez , ocurrido en la noche del lunes último en el country San Eliseo, no hay dudas: "Hay infinidad de pruebas que sindican a Adriana Cruz [la mamá de la víctima] como autora del homicidio". Y agregó: "Sólo podría caberle reclusión perpetua" .
Ayer, el magistrado solicitó al fiscal que sigue el caso, Leandro Heredia, titular de la fiscalía descentralizada de Presidente Perón, que indague lo ocurrido con una denuncia penal que Vázquez hizo en febrero pasado, en la que alertó sobre el riesgo que corrían sus hijos por presuntas amenazas y maltrato de parte de su mujer.
En aquella presentación realizada ante la Comisaría de la Mujer de Presidente Perón, Vázquez relataba que se llevaba a sus tres hijos con él tras una fuerte discusión con Cruz. Esa denuncia fue derivada erróneamente a la UFI N° 5 de La Plata, Juan Condomí Alcorta. Según confiaron fuentes judiciales a LA NACION, dos días después, el trámite fue devuelto a la fiscalía de Presidente Perón. No obstante, Heredia informó que el expediente sólo fue recepcionado anteayer. Nadie pudo explicar claramente dónde estuvo la causa durante casi un mes.
Por razones que aún se desconocen, pocos días desputinés de la presentación de Vázquez, los menores retornaron a la casa en el country de San Eliseo donde su mamá había quedado sola. "¿Por qué los chicos volvieron a una situación de riesgo de la que ya habían salido?", se preguntó el juez Masi. Otra fuente dejó entrever que el padre de los chicos debería haber informado a la Justicia, tal como lo hizo la primera vez, que los niños volvían con su madre.
"Hay una denuncia previa a este aberrante hecho donde Vázquez dijo que temía por la vida de sus hijos y que por eso se los llevaba", confirmó el juez de Garantías de La Plata.
Ante esta situación confusa, Masi ordenó expresamente al fiscal Heredia que investigue y profundice para saber qué ocurrió con aquella denuncia y la adjunte a la pesquisa por el "homicidio doblemente calificado por el vínculo y la alevosía".
El día del hecho, el martes 20 de marzo último, en la casa sólo estaban dos de los niños: la víctima, Martín, de 6 años, y Florencia, de 15. Carolina, la hija de 14, no estaba viviendo en el country desde hacía una semana porque su padre había decidido llevarla otra vez a su domicilio, ya que la menor tenía muchos problemas con la madre.
Heredia aclaró ese punto al retirarse de la inspección ocular llevada a cabo en el club de golf. Durante el procedimiento, estuvo presente Vázquez. El hombre, más íntegro que aquel fatídico martes, colaboró con el fiscal para abrir la caja fuerte (donde sólo se encontraron documentos personales irrelevantes para la causa) y para intentar esclarecer si había algún vericueto donde Cruz podría haber escondido algo.
En su recorrido, el padre de la joven víctima volvió a leer los cruentos mensajes: "psicópata", "manipulador", "ambisioso" (sic), "mujer despechada", "loca de amor".
Uno de los principales objetivos del fiscal fue intentar dar con el aerosol con el que, supuestamente, la mujer pintó esos grafitis en las paredes, pero el resultado fue negativo.
La investigación avanza y, en tanto, Adriana Cruz transita sus primeras horas detenida en Melchor Romero: aislada en un pabellón psiquiátrico. Ayer fue visitada por familiares, que, según informaron fuentes judiciales, habrían llegado desde Brasil para acompañarla.
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