La madre de Araceli reclamó celeridad a los investigadores
Al término de una reunión con el ministro de Seguridad Granados, Criselda González le dijo: "Espero que no me fallen"
LA PLATA.- Mientras los investigadores esperan los resultados de los peritajes de una sábana encontrada en la bolsa donde estaba el cadáver de Araceli Ramos, la chica de 19 años asesinada cuando fue a una falsa entrevista de trabajo, la madre de la víctima se reunió ayer con el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados; el jefe de la policía de esa provincia, Hugo Matzkin, y la procuradora general, María del Carmen Falbo, a los que les exigió celeridad en la investigación del asesinato de su hija.
"Espero que no me fallen", dijo Criselda González, madre de la joven asesinada, por cuyo homicidio está acusado el ex prefecto Walter Vinader. "Me quedé tranquila porque me dijeron que la causa no se mueve de San Martín", explicó a LA NACION. La mujer confesó que temía que el expediente judicial pasara al departamento de San Isidro, con las previsibles demoras.
"Tienen que comprender el dolor de una madre y que no puede pasar un año hasta que haya condena. Esto tiene que terminar en seis meses, porque las pruebas de lo que le pasó a mi hija están", dijo González.
En la reunión, a la que fue invitada por Granados, González ofició además de vocera de los vecinos de Loma Hermosa, partido de Tres de Febrero. "Hablé de la inseguridad que sentimos. No hay cámaras de seguridad, no hay patrulleros, no hay agua potable, y yo les transmití las cosas que me dicen mis vecinos, además de hablar del caso de mi hija", sostuvo.
Además de pedir celeridad en el trámite judicial, les solicitó a las autoridades provinciales que se impulse una reforma legal para que sean verificados los contenidos de los avisos clasificados laborales que se publican en los diarios (Araceli fue a la falsa entrevista tras leer un clasificado en un matutino porteño). "No puede ser que cualquiera pueda poner un aviso y nadie lo verifique", consideró la mujer, en diálogo con LA NACION.
A la par del encuentro, los investigadores continuaron ayer con la búsqueda para dar con el cuerpo de Aída Amoroso, la dueña de la vivienda de la localidad de Caseros adonde habría ido Araceli antes de ser asesinada. Para esto, la policía volvió a hacer excavaciones en un cementerio de González Catán, en La Matanza, con resultados negativos, según informó la agencia de noticias Télam.
Los investigadores ahora apuntan sus esfuerzos a una sábana hallada dentro de la bolsa de consorcio donde estaba el cadáver de la joven, prenda que puede ser clave para determinar cuál fue el lugar del crimen. Por este motivo, la policía busca las fundas del juego de cama del que forma parte esa sábana, en la creencia de que provendría de la casa donde mataron a Araceli y luego envolvieron su cuerpo.
"Creemos que el asesino mató a la adolescente y sobre la cama hizo las ataduras con alambre para dejarla en posición fetal. Luego uso el cubrecolchón y la sábana en la cama para arrastrar y empaquetar el cadáver", explicó una calificada fuente policial.
Además, los investigadores sospechan que el asesino utilizó carritos plegables portaequipajes para trasladar a sus víctimas.
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