La Justicia calificó la agresión en una cancha de golf como un intento de homicidio y fue arrestada la atacante

MAR DEL PLATA.- “Me estaba pegando con un palo de golf y cuando sacó el segundo dije: me mata”. La declaración de Silvia Lo Presti sobre el ataque que sufrió y las lesiones que le quedaron como secuela convencieron al fiscal Juan Pablo Calderón como para que la causa que se inició por una insólita y violenta agresión en un campo de golf de Pinamar avanzara sobre el cierre de esta semana en una gravísima imputación para una golfista que ayer quedó detenida bajo acusación de tentativa de homicidio.

En los últimos días, la nacion había anticipado que la representación legal de la víctima evaluaba la posibilidad de pedir esa carátula, con la certeza que partir literalmente un palo de golf sobre la cabeza de la mujer y continuar con otro excedía la calificación de lesiones, más allá de que la magnitud de los hematomas y los peritajes de médicos legistas llevaran a considerar que fueran leves o graves. No hizo falta.

El magistrado David Mancinelli, a cargo del Juzgado de Garantías N°6, coincidió con el pedido del fiscal y firmó el pedido de allanamiento de domicilio y detención de Celeste López, de 44 años, acusada de emprender la parte más brutal de este ataque perpetrado a un costado del hoyo 7 de Links Pinamar, hasta donde Lo Presti y una amiga se habían acercado para descansar bajó una hilera de pinos, a varios metros del campo de juego.

López quedó alojada en sede policial y ayer por la tarde declaró ante Calderón. Según fuentes judiciales negó las acusaciones, aseguró que por el contrario sufrió agresiones verbales de Lo Presti e insistió: “No quise matarla”. También negó haber partido uno de sus palos de golf al golpear a la denunciante.

La investigación secuestró en su casa bolsas de palos de golf que usaba con su pareja, Mariano Girini, de 62, que la acompañaba al momento de la agresión a Lo Presti. Incluso se lo escucha a él, en un video tomado por un tercero, con expresiones “clasistas”, como las definió la víctima. Dice que la trataron a ella y su amiga de “ratas”, “negras” y les decían que se vayan a Ostende o el conurbano. Incluso mencionan que habían “pagado 50.000 dólares” para estar en ese lugar.

El episodio denunciado ocurrió el pasado martes 19. Desde entonces, con la exposición de Lo Presti en sede policial, se trabajó en la identificación de los acusados. Pronto se los pudo poner nombre y apellido a partir del registro con un teléfono celular que hizo un vecino que caminaba por allí.

La primera decisión del fiscal, una vez que se confirmó la identidad de los sospechosos, fue fijarles una restricción de acercamiento con la víctima. Determinó 200 metros de distancia mínima y, además, les prohibió cualquier intento de comunicarse con ella, sea el medio por el que fuera.

López y Girini respondieron con una presentación ante el Juzgado de Garantías N°6 para pedir una eximición de prisión. Lejos de ser aceptada, anteanoche llegó la firma del juez, pero para pedir la detención de la mujer acusada por los golpes y el secuestro en su domicilio de todo elemento de interés para la causa, entre los que figuran las prendas que utilizaba la imputada aquel día y que quedaron registradas en la grabación que fue incorporada al expediente. El magistrado avaló así el planteo del fiscal, que entendió aplicable la acusación de tentativa de homicidio ante las versiones coincidentes de la metodología de ataque.

En las declaraciones de víctima y de la testigo se asegura que López le partió literalmente un palo de golf al golpearla por primera vez y después agarró otro para continuar con la agresión.

Desde el momento del ataque Lo Presti está bajo atención médica por las lesiones y debió iniciar tratamiento psiquiátrico, conmocionada por lo vivido.

“Si el vecino que estaba mirando y que fue quien filmó no intervenía, iba a seguir (la agresión)”, entendieron sobre la reacción que se dio cuando López y Girini estaban en pleno juego y Lo Presti y su amiga se ubicaban a un costado de la cancha. Dicho de otra manera: en la Justicia consideran por el momento que de no aparecer en la escena ese hombre con un teléfono celular para grabar lo que ocurría, todo pudo haber terminado en un escenario fatal.

Después de golpear a la mujer y dejarla tirada en el fairway del hoyo 7, la pareja siguió su camino hacia el green, empujando sus carritos donde llevaban las bolsas de palos y sin mirar hacia atrás, según quedó documentado en la filmación realizada por el testigo del ataque, que se encontraba en otro hoyo y se acercó al escuchar los gritos.

El caso ha merecido repudio generalizado. Incluso desde la Asociación Argentina de Golf. Desde su dirigencia aseguraron a la nacion, a partir del conocimiento que tenían a partir de la difusión pública del caso, que no hay antecedentes de una situación de esas características en campos de golf argentinos. Mucho menos entre un jugador y una persona ajena al juego. “Hace 40 años que me dedicó a este deporte y nunca vi algo así”, dijo el director ejecutivo de la entidad, Miguel Leeson.

Frente a lo ocurrido también hubo una primera respuesta de Links Pinamar, escenario de este episodio. De manera preventiva, y hasta tanto la Justicia se expida sobre el caso, se decidió suspender el uso de la cancha a los dos jugadores acusados. En un comunicado advirtieron además que allí, como en cualquier campo de golf, “no son tolerados ni la violencia ni el racismo ni cualquier agravio”.ß

El caso ha merecido repudio generalizado. Incluso desde la Asociación Argentina de Golf. Desde su dirigencia aseguraron a la nacion, a partir del conocimiento que tenían a partir de la difusión pública del caso, que no hay antecedentes de una situación de esas características en campos de golf argentinos. Mucho menos entre un jugador y una persona ajena al juego. “Hace 40 años que me dedicó a este deporte y nunca vi algo así”, dijo el director ejecutivo de la entidad, Miguel Leeson.

Frente a lo ocurrido también hubo una primera respuesta de Links Pinamar, escenario de este episodio. De manera preventiva, y hasta tanto la Justicia se expida sobre el caso, se decidió suspender el uso de la cancha a los dos jugadores acusados. En un comunicado advirtieron además que allí, como en cualquier campo de golf, “no son tolerados ni la violencia ni el racismo ni cualquier agravio”.

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