La hija del empresario asesinado en Caseros cuestionó a la Justicia: “Los dejan en la calle y vuelven a matar”
Julieta Villafañe exigió que se arreste a quienes mataron a su padre y rechazó que los delincuentes menores de edad sean liberados; describió a la provincia de Buenos Aires como “tierra de nadie” y pidió mayor seguridad
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Julieta Villafañe, la hija del empresario de 61 años asesinado por delincuentes en Caseros, volvió a exigir este martes la detención de quienes mataron a su padre durante un intento de robo a su fábrica de algodón. Un día después del crimen de Rolando, rechazó que los delincuentes menores de edad sean liberados y habló sobre el problema de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires. “Vivimos en tierra de nadie”, aseguró.
En declaraciones a Radio Mitre, la mujer, que ayer encabezó una movilización en la puerta del comercio donde fue asesinado su padre para pedir por el esclarecimiento del caso, expresó: “Estamos desconsolados, no lo podemos creer todavía. Estamos cansados de esta inseguridad, ¿Quién va a ser el próximo?”.
A continuación, les agradeció a quienes participaron del acto en la algodonera y recordó a Rolando como un hombre que era “amado por el barrio” y que “todos los días abría su fábrica y se ponía a preparar el algodón para que a las 6 de la mañana los empleados tuviesen la producción para entregar los pedidos”.
Más tarde, volvió a reclamar justicia, aunque manifestó tener poca confianza en que los asesinos de su padre reciban las condenas que les corresponden una vez que sean atrapados. “¿Qué va a pasar? Después, son menores, los dejan en la calle y vuelven a matar. No hacen nada. En plena pandemia largaron a la gente de adentro de la cárcel. Entonces, no hay justicia acá”, sostuvo y agregó: “Provincia es una zona que está abierta. Vivimos con miedo, en tierra de nadie”.
De acuerdo con la mujer, Rolando vivía atemorizado por la inseguridad desde hacía tiempo. “Estaba preocupado y nosotras le decíamos que tuviera cuidado cuando entrara. Ahora tenemos que salir adelante porque él amaba esto. Yo tenía 4 años cuando empezó la fábrica y él la siguió”, aseguró ayer Ana, la esposa de Rolando” a LN+.
En tanto, Julieta lamentó el crimen de su padre y aclaró: “¡Mi papá no se merecía lo que le pasó! ¡Vivía para trabajar! Era mentira que el arma no tenía papeles, ¡era todo legal! Solo se defendió a sí mismo, a su fábrica, a su familia. No me lo van a devolver nunca más, ¡pero, por favor, que se haga justicia!”.
El caso
El empresario de 61 años fue asesinado de un balazo en el abdomen al tirotearse con cuatro delincuentes que lo abordaron con aparentes fines de robo cuando llegaba a su fábrica ubicada en calle Ángel Pini 5445 pasada la medianoche.
Las autoridades llegaron al lugar tras un llamado al 911 de vecinos que reportaban la presencia de una persona herida tras haberse escuchado una serie de disparos. Dentro de la algodonera encontraron a su dueño, Rolando Omar Villafañe, herido y tendido al lado de su Ford Ranger.
El yerno del comerciante decidió trasladar a Villafañe en su propio vehículo a la clínica Trinidad de Ramos Mejía, donde pese a los intentos por reanimarlo, falleció producto de un paro cardiorrespiratorio.
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