La fiscalía pidió fuertes condenas para los militares acusados del homicidio del subteniente Chirino

Penas de hasta 20 años de prisión fueron reclamadas por la fiscalía para siete de los nueve militares acusados por la muerte del subteniente Matías Chirino, joven oficial del Ejército que falleció el 19 de junio de 2022 en la ciudad correntina de Pasos de los Libres como consecuencia del maltrato sufrido como parte de un “bautismo” por su llegada al Grupo de Artillería de Monte 3. Los representantes del Ministerio Público Fiscal calificaron el hecho como un homicidio simple y señalaron a esos imputados como coautores de ese crimen y del abuso de autoridad padecido por otras dos víctimas de esa ceremonia no autorizada. Otros dos oficiales se enfrenta a posibles condenas por la participación secundaria en el homicidio y para ellos los fiscales pidieron ocho años de cárcel.

Los alegatos de la fiscalía se realizaron ante el Tribunal Oral Federal de Corrientes, que está integrado por los jueces Víctor Alonso, Fermín Ceroleni y Juan Manuel Iglesias. Como representantes del Ministerio Público intervienen el fiscal general Carlos Adolfo Schaefer, el fiscal federal de Paso de los Libres Aníbal Fabián Martínez y la auxiliar fiscal Tamara Pourcel.

Más allá de la determinación que adopte el tribunal, los acusados fueron destituidos por el Ejército en agosto de 2022.

El debate oral empezó el 8 del actual y el pedido de penas por homicidio simple incluyó a los entonces capitanes Rubén Darío Ruiz, Hugo Reclus Martínez Tárraga y Claudio Andrés Luna; al teniente primero Darío Emanuel Martínez; al teniente Ezequiel Emanuel Aguilar, y a los subtenientes Gerardo Sebastián Bautista y Luis Facundo Acosta. Esos imputados llegaron detenidos al juicio. La solicitud de penas de ocho años de prisión por su condición de partícipes secundarios del homicidio recayó sobre la subteniente Claudia Daniela Cayata y el subteniente Franco Damián Grupico, que enfrentan este proceso penal en libertad. La querella reclamó penas solo un poco más altas, 21 años para los coautores del asesinato y nueve para Cayata y Grupico.

“El camino del crimen comenzó con el abuso de autoridad, con las órdenes ilegales y arbitrarias. Entiende este ministerio público que todos actuaron en bloque. todos eran conscientes del obrar abusivo. Todos jugaron a la ruleta rusa con la vida de los tres soldados”, dijo el fiscal Schaefer al llevar adelante los alegatos de la acusación.

Y agregó: “Nos apartamos de los mínimos previstos para este delito porque se trata de funcionarios públicos, que abusaron de su autoridad y porque el hecho ocurrió en un predio del Estado nacional: es como si nosotros ahora en la fiscalía matásemos a una persona, a mi no me entra esa idea en la cabeza, pero ellos (por los acusados) lo hicieron en el mismo lugar donde trabajaban, allí sometieron a tratos inhumanos a los soldados y, sobre todas las cosas, truncaron la vida de un soldado joven de 22 años”.

Durante las jornadas del debate oral que comenzó el 8 del actual, dieron su testimonios los subtenientes Jorge Manuel Chaile y Rufino Ezequiel Meza, que fueron sometidos en ese llamado “bautismo” a similares humillaciones que derivaron en la muerte de Chirino.

Esos jóvenes oficiales “indicaron que el día de los hechos sufrieron diferentes abusos y maltratos de los imputados, quienes le ordenaban realizar actividades físicas mientras comían y les daban alcohol mezclado con sal gruesa. Agregaron que no sabían cómo habían ido a dormir la noche en la que ocurrieron los sucesos, ya que habían estado inconscientes y que ambos se despertaron al escuchar los ruidos de la enfermera, que se encontraba practicando maniobras de RCP a Chirino”, según consignó el Ministerio Publico Fiscal en su portal de noticias.

La muerte de Chirino se produjo el 19 de junio del 2022 en el cuartel del Grupo de Artillería de Monte (GAMte) 3 de Paso de los Libres, después de una “fiesta de bautismo” o “iniciación” que le hicieron al oficial que asumía su primer destino luego de egresar del Colegio Militar de la Nación. A las 5 de ese domingo, un militar de servicio fue alertado en el Casino de Oficiales por dos compañeros de Chirino, quienes le advirtieron que el subteniente estaba inconsciente en la habitación.

El oficial de servicio fue hasta el cuarto y constató que tenía el cuerpo frío y que sus signos vitales eran muy débiles; avisó a un superior, quien ordenó el traslado del joven al hospital San José. La autopsia reveló que el fallecimiento había sido consecuencia de una “broncoaspiración por alimentos”.

Como parte del “bautismo”, sus superiores lo habían hecho comer y beber en exceso, hacer ejercicios vigorosos y meterse en una pileta con agua sucia y fría, cuando la temperatura ambiente era de 2°C.

Tras la instrucción inicial, la causa había sido calificada por el juez federal Gustavo Fresneda como homicidio culposo y abuso de autoridad, pero la querella que representa a la familia de Chirino y la fiscalía apelaron esa definición y, finalmente, la Cámara Federal de Corrientes convalidó ese pedido y señaló que la muerte de Chirino debía ser juzgada como un homicidio simple.

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