La fiscal pidió diez años de prisión para el pediatra del Garrahan acusado de producir pornografía infantil
Durante los alegatos finales del juicio al pediatra Ricardo Russo, la fiscal Daniela Dupuy, a cargo de la Unidad Especializada en Delitos Informáticos de la Ciudad, pidió que el médico sea condenado a diez años de prisión, al considerar que se pudieron probar la distribución, la tenencia y la producción del material de abuso sexual infantil. "Me aterra pensar en cuántos niños pasaron por el consultorio de Russo", afirmó durante su exposición. Hasta el arresto, concretado el 28 de mayo pasado, el médico se desempeñaba como jefe de Inmunología y Reumatología del Hospital de Niños Juan Garrahan.
La fiscal también solicitó la inhabilitación perpetua de la licencia médica y que la condena sea cumplida en una dependencia del Servicio Penitenciario Federal (SPF), ya que hasta el momento Russo tiene el beneficio de la prisión domiciliaria y solo estuvo 99 días en el Complejo Penitenciario de Ezeiza.
El pedido de la fiscal fue realizado durante la quinta jornada del juicio oral que se lleva a cabo en el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Nº 6 de la Ciudad, en Beruti al 3000, a cargo de Gonzalo Rúa, quien hoy por la tarde dará a conocer el veredicto.
Por su parte, el pediatra acusado se declaró inocente. "En un ambiente lleno de padres, enfermeros y médicos, es difícil que se produzca pornografía infantil", argumentó en su defensa.
Uno de los momentos más tensos de esta última etapa del juicio fue durante la explicación de Dupuy sobre el material que habría sido producido por Russo en su consultorio con pacientes de tan solo 6, 7 y 8 años. La fiscal aseguró que durante esas sesiones "no era necesario tomar las fotografías de las niñas desnudas", un dato que fue sustentado por la declaración de testigos. "¿Hacía falta enfocar los genitales para retratar la evolución de una rodilla?", cuestionó Dupuy.
"A esta altura estoy en condiciones de decir que las niñas menores de 12 años eran la obsesión de Russo", señaló la fiscal. "Me llama la atención que siendo médico reumatólogo en menos de un año detectara somatologías que ameritan sacar fotografías de las partes íntimas de sus pacientes; además, pudimos establecer una correspondencia absoluta entre el material que consumía y el que producía".
Mientras que Russo había sostenido el lunes pasado que las imágenes tomadas eran "parte del acto médico", Dupuy aseguró que "esta serie de fotografías violan el protocolo de privacidad y anonimato de las víctimas".
Archivos comprometedores
Durante el alegato de la fiscal, el acusado lució nervioso, observó su teléfono celular, tomó anotaciones y casi no miró las diapositivas que se mostraban mientras hablaba la representante del Ministerio Público.
Dupuy sostuvo que los peritos informáticos descubrieron en los archivos de Russo 336 videos de niños, varios de bebés de solo meses, que son sometidos a prácticas sexuales. Durante el juicio la fiscal aseveró que los peritos comprobaron que Russo, además de contar con más de 1000 archivos visibles en sus dispositivos electrónicos, también tenía en su poder 4000 archivos de contenido explícito de abuso sexual de niños que habían sido previamente borrados y fueron recuperados por los especialistas.
El abogado defensor, Ricardo Izquierdo, luego indicó que este material estaba efectivamente en la computadora de su defendido, pero que había sido bajado "accidentalmente" mientras el pediatra usaba eMule, pero que una vez detectados esos archivos había sido borrados.
Russo llegó a juicio acusado de haber distribuido 336 videos de explotación sexual infantil facilitados a través de la red eMule, de tenencia, con fines supuestamente de distribución, de 964 fotos y 68 videos de menores de 13 años realizando actividades sexuales explícitas, y otras 100 fotos que se encontraron en las computadoras de la oficina particular y privada de Russo, además de haber producido cinco sesiones fotográficas de niñas exhibiendo sus partes genitales, a lo que se suman 220 imágenes tomadas a chicos en lugares públicos haciendo foco en zonas íntimas.
Dupuy recordó en su alegato: "Si de lo virtual se pasa a lo real, ¿cuál es el límite? Y para eso Enrique De Rosa nos explicó que 'los pacientes dependen del límite de los frenos inhibitorios del doctor', por lo que esto es alarmante y preocupante".
La querella del hospital
Por su parte, la abogada del Hospital Garrahan, María Susana Ciruzzi, que participa en el juicio como querellante, dado que algunas de las imágenes fueron tomadas en un consultorio del centro de salud, también pidió 13 años de condena y, además, solicitó la inhabilitación perpetua de la licencia médica. No me puedo borrar de la cabeza las imágenes que vi durante estos últimos días. Las víctimas aparecieron en la pantalla, nos reclaman y nos interpelan", dijo Ciruzzi.
Por su parte, el abogado defensor reclamó la absolución de todos los delitos y dijo que "Russo no tiene víctimas, sino pacientes, algo que fue probado con los testigos que declararon".
Sin embargo, la querella afirmó que cuando mostraron las imágenes de pornografía infantil durante el juicio Russo alegó que le generaron "displacer", una palabra seriamente cuestionada por Ciruzzi.
"Russo se pudo haber equivocado, pudo haber tomado archivos censurables antes de 2018. Nunca cuestioné que tenía ese material en su computadora, pero no lo compartía. No hay dolo ni intención de hacer todo por lo que se lo acusa", concluyó Izquierdo al defender a su cliente.
"Yo me dedicaba a la medicina y a la familia", dijo el médico
El pediatra Ricardo Russo, acusado de distribución y producción de pornografía infantil, afirmó que "obtuvo fotos que consideraba necesarias, pero siempre con el consentimiento de los pacientes y con la presencia de los padres" de los menores a los que atendía y aseguró que "jamás se vulneró el derecho de un niño y de un adulto".
Respecto de la distribución y material de pornografía infantil que se le atribuyen dijo: "Jamás quise divulgar ningún tipo de imagen y si esto ocurrió fue sin que yo pudiera haberlo advertido ya que no tenía interés en compartir ningún tipo de documento". "Tampoco tuve interés de almacenar o distribuir" ese material, añadió Russo y aseguró que "todos los videos pornográficos que veía iban a la basura".
El pediatra señaló: "Todo lo que se ha mostrado no forma parte de mi vida; yo me dedicaba a la medicina y a la familia".
Cuestionó el pediatra a la investigación en su contra al señalar que en este procedimiento se "tergiversó y amplificó de manera demencial el proceso". Y agregó: "Tengo la convicción de que soy inocente, lo que me da mucha fuerza. Estoy en buenas manos y confío en que usted (por el juez) podrá dar una sentencia justa".
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