La droga del Mundial: detuvieron a un jefe narco que había acopiado en la Argentina 3000 kilos de cocaína para enviarlos a Dubái
El colombiano que en agosto estuvo en Rosario fue detenido en Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos
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ROSARIO.- En medio del Mundial, uno de los jefes de un cartel colombiano, que operaba en Rosario y está sospechado del intento de “exportar” unos 3000 kilos de cocaína desde Rosario a Dubai, fue detenido en la ciudad de Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos, por agentes de la Policía Federal Argentina (PFA), que seguían el rastro del capo narco desde que en agosto pasado llegó a la provincia de Santa Fe para coordinar un cargamento de cocaína para ser enviado al Golfo Pérsico antes de la Copa del Mundo.
Jaime Londoño Rojas, de 55 años, fue detenido en el aeropuerto de Abu Dhabi cuando se disponía a ingresar en los Emiratos Árabes Unidos, donde se disparó el alerta en los registros que tenía un pedido de captura del juzgado de Federal de Campana, a cargo de Adrián González Charvay, y se había emitido una cédula roja de Interpol.
Londoño Rojas es uno de los tres colombianos que coordinaron el envío de 1658 kilogramos de cocaína desde Rosario a Dubái, pero antes de que se concretara el despacho de la droga por el puerto de Rosario el cargamento fue secuestrado en un galpón en el barrio Empalme Graneros. Se sospechaba que otro cargamento similar, que salió de la terminal rosarina y fue secuestrado en los puertos de Santos y Rotterdam tenía el mismo destino y pertenecía a la misma organización internacional.
Entre el 21 de junio y el 31 de agosto se movieron en Rosario 3092 kilos de cocaína, un cargamento que cambiaba su lugar de escondite, a la espera de una salida a Europa desde el puerto de esta ciudad. Ese cargamento fantasma, que muy pocos sabían que se embarcaría por la Terminal Puerto Rosario (TPR) tenía dueños: los colombianos Jaime Londoño Rojas y Álvaro Ramírez Duque, acusados de ser engranajes claves de un cartel trasnacional que había puesto el ojo en este punto de la Hidrovía para sacar la droga hacia el viejo continente.
En la Argentina, Londoño Rojas y Ramírez Duque era dos fantasmas, pero se sospecha que estuvieron en la provincia de Santa Fe para coordinar la operación de tráfico de cocaína más grande de la historia.
La Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) y la Aduana tienen fuertes sospechas de que el cargamento de 1658 kilos de cocaína secuestrado en un galpón de Empalme Graneros el 31 de agosto pasado y los otros dos que suman 1434 kilos, que salieron de TPR rumbo a Rotterdam en junio pasado y fueron incautados en Santos, Brasil, y los Países Bajos, eran de los mismos dueños.
La droga estaba embalada de una manera particular, en bolsos plásticos con cinta y nylon negro y los panes de cocaína tenían un logo o etiqueta que se repetía en las dos cargas: Louis Vuitton, la marca que productos de moda que se fundó en 1854 en París.
Según señalaron fuentes de la investigación, la Aduana argentina envió oficios a las autoridades de los puertos de Santos y de Rotterdam –donde se incautaron 568 y 866 kilos de cocaína, respectivamente- para que realicen peritajes a la droga para determinar si es la misma que también se secuestró en un galpón de Empalme Graneros.
Si se comprueba la sospecha de que esa cantidad de droga pertenecía a la misma organización internacional, que una parte “exportó” desde Terminal Puerto Rosario y otra fue secuestrada en Empalme Graneros, se trataría del cargamento más grande de la historia del país.
El bajo perfil de los protagonistas que hasta ahora aparecen involucrados en esta trama muestra que esta organización no tenía puntos de contacto con las bandas rosarina, envueltas en un espiral de violencia permanente que las hace poco fiables por esa rusticidad que este año dejó 261 homicidios.
La Hidrovía Paraná-Paraguay se transformó en medio de la pandemia en un punto de salida de la cocaína que consume Europa y Asia. Si la droga llega a destino se multiplica entre cinco y diez veces su valor. Desde las terminales de Paraguay salieron durante los últimos dos años unas 40 toneladas de cocaína, que se secuestraron en Rotterdam y Amberes, Bélgica.
Londoño Rojas y Ramírez Duque aparecen como los enlaces de la organización. El paradero de estos colombianos era un misterio hasta que Londoño Rojas fue detenido ayer en Abu Dhabi. En Rosario atraparon a los eslabones locales de escaso poder dentro de la estructura, como tres camioneros y un supervisor de la empresa. Están acusados de ser los responsables de introducir la droga dentro del puerto. En el otro cargamento secuestrado de 1658 kilos fueron detenidos miembros de lo que podría ser la pata argentina de la banda, entre los que figuran José Sofía y Gabriel Nicolau, ambos oriundos de la provincia de Buenos Aires, que fueron indagados por el juez Adrián González Charvay.
Los embarques de cocaína que se secuestraron en Santos (568 kilos) y Rotterdam (866 kilos) salieron de la terminal rosarina. Se usó para introducir la droga un sistema en ela que se cambian los precintos de los contenedores tras cargarse la cocaína.
El primer embarque de maní llegó a Rosario el 21 de junio proveniente de General Deheza, Córdoba. En esa provincia esa mercadería se cargó en seis contenedores y el 28 de junio se subieron en TPR al buque Maersk Bermuda, que tenía como destino intermedio el puerto de Santos, en Brasil, y su punto de llegada a los Países Bajos. El barco hizo una escala antes en la terminal de Zárate.
En Santos fueron detectados 568 kilos de cocaína dentro de bolsos. La investigación apunta a que la cocaína fue cargada en las bolsas con maní que estaban en los contenedores en Terminal Puerto Rosario. La cocaína se habría cargado dentro del contenedor después de que este pasó por el escaner de la Aduana, que inspeccionó la mercadería en origen, es decir, en General Deheza.
Según las filmaciones aportadas por la empresa, que cotejaron los investigadores, el 24 de junio, tres días después de que el contenedor llegara a la terminal, ingresaron tres camiones a la zona portuaria de la empresa que se dirigieron hacia el lugar donde estaba la carga de maní. Entre las 22.48 y las 22.52 inexplicablemente se interrumpió la filmación de las cámaras de seguridad. Cuando se reanudó la filmación uno de los camiones estaba en el portón de ingreso de TPR. Se presume que en ese momento se produjo la “contaminación” del contenedor.
El 31 de agosto llegó una denuncia anónima a la Aduana en la que señalaba que en otros dos contenedores habrían salido de Terminal Puerto Rosario 866 kilos de cocaína con destino a Rotterdam, donde se secuestraron unos 361 kilos primero y luego otros 505 kilos.
Los investigadores le pidieron información sobre los ingresos y egresos a la empresa portuaria, que los entregó parcialmente. Esa droga fue cargada, de acuerdo a la investigación, en Rosario el 25 de junio, en momentos en que también estaba el otro cargamento que fue secuestrado en Santos.
El 29 de junio el contenedor donde se cargó la cocaína tuvo un movimiento dentro del puerto que no está registrado por la compañía. El contenedor con la droga fue embarcado el 3 de julio en el buque Argentina C. A través de las fotografías de los precintos quedó en claro que también había sido abierto después de los controles, y en ese momento lo contaminaron con la carga de cocaína.
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