La pelea entre dos narcos del sur de Santa Fe que terminó con una bomba molotov contra una fiscalía
ROSARIO. "La banda de Nahuel Novelino planea hacer un atentado al juzgado federal a balazos. Cuidado, señor juez", decía la nota anónima recibida el 8 de junio pasado en el juzgado federal de Venado Tuerto, en el sur de Santa Fe.
A la 1.40 del otro día una bomba molotov fue arrojada contra la puerta de la sede de la fiscalía provincial de Venado Tuerto. El objetivo era otro. El artefacto no produjo daños muy severos, aunque despertó a los vecinos del centro de esa ciudad de 85.000 habitantes. Los policías que llegaron al lugar encontraron una nota pegada en la pared con un mensaje: "Atentamente, Nahuel Novelino".
Este domingo la Policía Federal encabezó 13 allanamientos en Venado Tuerto, el pueblo de Santa Isabel y la cárcel de Resistencia, donde justamente está alojado el narco Nahuel Novelino. Además de armas, municiones, chalecos antibalas y drogas, fueron detenidos nueve presuntos integrantes de la banda de Novelino.
Se presume que la orden de lanzar las amenazas y la bomba molotov no salieron de este joven sino de su exsocio, Maximiliano Ezequiel Ríos, alias Wacho Maxi, que actualmente está preso en la cárcel de Piñero, tras haber sido detenido en abril pasado, en un megaoperativo de la Policía Federal.
La pelea entre los narcos Novelino y Ríos, cada uno dando órdenes con sus smartphones desde sus celdas, encendió la preocupación en el sur santafesino. Los ataques a balazos entre los dos bandos comenzaron a repetirse en esa localidad.
Novelino grabó un video en la cárcel, según señaló el portal Venado24, en el que amenazó a su exsocio y lo hizo responsable de ataques a balazos contra su familia. Novelino fue detenido en abril de 2016, luego de que dirigentes políticos de la zona señalaron un año antes que él era uno de los responsables del incremento de la violencia y de la inseguridad en la región.
Cuando, ya detenido, fue trasladado a la comisaría 2a. de Venado Tuerto para poder tomar contacto con su hijo, se fugó caminando, en pleno centro de la ciudad. Días después fue recapturado en la terminal de ómnibus de Rosario.
Ríos fue detenido en abril pasado, luego de una decena de allanamientos que se llevaron adelante en Venado Tuerto. Se le secuestró droga y dinero, y fue enviado a la cárcel de Piñero, desde donde habría ordenado lanzar la bomba molotov y enviar al juzgado los anónimos en los que culpaba a Novelino.
El fiscal federal Javier Arzubi Calvo y la Policía Federal, con Víctor Chanenko en la delegación Rosario y Carlos Dobrilovich en Venado Tuerto, investigaban desde hacía tiempo a ambos. Y este domingo decidieron realizar 13 allanamientos contra el clan de Novelino.
La fuerte repercusión que tuvo aquel atentado en la fiscalía de Venado Tuerto obligó a los policías a actuar con celeridad, porque los movimientos de los integrantes de la banda aportaban indicios de que, desde Resistencia, Novelino sabía que estaban tras sus pasos. Amenazó a su rival Wacho Maxi, quien –según fuentes policiales– revendía en Venado Tuerto la droga que adquiría en Capitán Bermúdez, una zona que copó Brandon Bay, aliado de Los Monos.
La interna entre narcos encendió las alertas en esa ciudad del sur de Santa Fe donde el martes pasado, mientras seguían los pasos de Novelino, la Policía Federal secuestró en la ruta 33, cerca de Venado Tuerto, un remise en el que había 1.100.000 pesos que era parte del dinero que debía pagar Novelino a sus proveedores en Rosario.
Desde la cárcel, según señalaron fuentes de la investigación a LA NACION, ordenó a miembros de su banda que lograran obtener un boleto de compraventa de un inmueble, con fecha anterior al secuestro del dinero, para poder justificar que ese dinero era lícito, algo que no terminó de cerrar.
En los allanamientos de este domingo fueron secuestrados cocaína y marihuana, elementos de fraccionamiento y corte, balanzas, dinero en efectivo, teléfonos celulares, vehículos y documentación relacionada con las investigaciones. Además, armas de fuego, municiones, máscaras de disfraz y un chaleco antibalas de la Policía de Santa Fe.
El secuestro de la mayoría de los elementos, entre ellos las armas, las municiones y el chaleco, más de medio kilo de cocaína, y unos 300.000 pesos, se produjo en una pensión ubicada en Iturraspe al 700, en pleno centro de Venado Tuerto. En la celda de Novelino fueron incautados cuadernos y papeles varios con anotaciones.
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