A un año del homicidio de su esposo, se escapó uno de los asesinos y hoy vive aterrorizada
Hace un año, el Día del Amigo, su esposo, Adrián Albanese, fue asesinado a sangre fría durante un robo en su pizzería de Banfield, Lomas de Zamora. El hijo de ambos, Salvador, tenía apenas cuatro meses. Hoy, Verónica Fernández sigue adelante en su lucha por obtener justicia, pero está desesperada: es que el presunto autor material del homicidio está prófugo desde mayo pasado, cuando se escapó del centro de menores donde estaba detenido. La viuda, de 39 años, está devastada y aterrorizada.
"Siento impotencia. La realidad es que hay noches que tengo ataques de pánico y ansiedad. Tengo miedo por mí y por mi hijo. El asesino se escapó y estamos en la nada", dijo Fernández a LA NACION, ahogada en un llanto que desnuda su angustia.
El acusado se fugó el 18 de mayo pasado del Centro de Recepción y Ubicación (CREU) de Menores de Lomas de Zamora, donde se encontraba alojado porque en el momento del crimen tenía 17 años. Pasaron dos meses de la evasión, y de él no hay rastros.
Además, el 2 de enero pasado, Martín Lugo, de 24 años, el único prófugo que por entonces tenía la causa, murió tras chocar contra un colectivo con la moto robada en la que circulaba, en Remedios de Escalada, partido de Lanús.
Ahora, con el adolescente prófugo, el único detenido que tiene el caso es Denis Iván Ramírez, alias Chicho Serna. Al igual que el joven evadido, fue detenido por la policía bonaerense en esa misma localidad del sur del conurbano.
"En marzo estábamos a la espera de que se pusiera la fecha del juicio y ahora no pueden encontrar al prófugo. Quiero que se haga justicia y que lo que sufrimos nosotros no le pase a otra persona", afirmó Fernández.
Su marido fue asesinado el 20 de julio del año pasado, cerca de la medianoche, cuando tres delincuentes ingresaron a robar en la pizzería Don Albanese, situada en Alsina y Peña, de Banfield.
Los ladrones amenazaron a todos los presentes, entre ellos, el dueño del local, y les exigieron el dinero de la caja registradora y todas sus pertenencias.
Según dijo en su momento Fernández, su marido no se resistió y entregó todo el dinero, pero los delincuentes le pidieron la alianza, y como él no se la podía sacar, le dispararon y lo asesinaron.
Tras el homicidio, detectives de la policía bonaerense detuvieron a un adolescente de 17 años. Las pruebas, entre las cuales se destacaron las imágenes de las cámaras de seguridad del negocio, lo señalaban como quien había entrado primero en la pizzería, un ladrón con un arma cromada, gorra verde y negra y buzo azul. No llegó a estar preso un año.
"Tenemos un bebé que está cumpliendo 16 meses. Que es mi faro, mi guía en momentos de tanta angustia. Sigo completamente devastada, encontrándome en una vida que no elegí", sostuvo la esposa de Albanese en una carta que envió a los medios de comunicación.
Después del asesinato de su marido, Fernández dejó la pizzería y su casa en la zona sur del conurbano para mudarse a la ciudad de Buenos Aires con sus padres. A las personas que se hicieron cargo del negocio solo les pidió que respetaran el nombre, Don Albanese.
"Lo que pasó es una locura. ¡Tantos proyectos que teníamos juntos! Mi vida cambió para siempre. Me cuesta entender que nunca más voy a poder abrazar a mi marido. Todo es muy difícil", contó la mujer, quebrada en llanto.
Impotencia, dolor y bronca por el asesinato de su esposo. Eso siente, y por momentos parece que fuera a perder las fuerzas, confiesa. "Trato de estar bien, pero es muy difícil. Salgo adelante por Salvador y porque así lo habría querido Adrián", contó la viuda.
Retraso por la pandemia
El abogado de Fernández, Facundo Ferro, explicó a LA NACION que a finales de marzo pasado estaba fijada una audiencia preliminar de inicio del juicio oral y público, que se suspendió por la pandemia de coronavirus.
"La audiencia no se pudo hacer y dos meses después de eso el adolescente se escapó. Se dictó un pedido de captura y se lo declaró rebelde", afirmó Ferro.
El abogado de la querella sostuvo que antes de que el trámite judicial se suspendiera por la pandemia de Covid-19 y el consecuente aislamiento social preventivo y obligatorio, la defensa del adolescente acusado había planteado la posibilidad de hacer un juicio abreviado. El sospechoso es ahora buscado por brigadas de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora.
"No tenemos objeciones con respecto al trabajo que hicieron la policía y la Justicia en el marco de la investigación. La fuga del adolescente acusado no fue responsabilidad de los investigadores de la causa. Pero, ahora, que no encuentren al sospechoso genera intranquilidad. Y la intranquilidad no es solo para la familia Albanese: lo es para toda la sociedad, porque está suelta una persona peligrosa. Es un peligro para todos", sostuvo Ferro.
Como su marido no tenía la cantidad de aportes suficientes y la mayor parte de su vida laboral no trabajó en relación de dependencia, Fernández no pudo ser beneficiada con una pensión.
"Pido ayuda para poder encontrar nuevamente al asesino de mi esposo, para que podamos tener un juicio justo y para que mi marido, por fin, pueda descansar en paz", afirmó Fernández, arrasada por un dolor inconmensurable.
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