La confesión: “Fui yo, se los digo a los jueces mirándolos a los ojos”: Nicolás Pachelo admitió que robó en el country Tortugas
El exvecino de Carmel, que es juzgado por el homicidio de María Marta García Belsunce, reconoció que cometió dos asaltos en el tradicional club de campo de Pilar
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Sentado en medio de la sala de audiencias, Nicolás Pachelo, acusado de haber matado a María Marta García Belsunce, confesó. “Fui yo, se los digo a los jueces mirándolos a los ojos”. Con esta admisión ante los magistrados Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin, integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°4 de San Isidro, el imputado no se refería al crimen de la socióloga, ocurrido hace casi 20 años. Hablaba de dos robos ocurridos en la Semana Santa de 2018 en Tortugas Country Club, en Pilar.
Desde el 13 de julio pasado, Pachelo, de 46 años, es juzgado por el homicidio de García Belsunce y por una serie de robos ocurridos en Nordelta, Tigre; Tortugas Country Club, Pilar, y Abril y Barrio Parque El Carmencito, ambos situados en Hudson, partido de Berazategui.
Por los robos en Tortugas hay otros dos acusados, Matías Marasco e Iván Martínez, los supuestos cómplices de Pachelo.
Pachelo reconoció que el Jueves Santo de 2018 protagonizó dos “hechos” –nunca dijo la palabra robos– en dos casas del tradicional club de campo de Pilar. Una pertenecía a un empresario gastronómico y otra, a un banquero. Eso sí: afirmó haber actuado solo, sin cómplices.
Según la acusación del Ministerio Público Fiscal, de una de las casas, Pachelo robó 5000 pesos, entre 400 y 800 dólares, tres barras de oro, relojes y joyas. De la otra, se apoderó de una caja fuerte con 32.000 euros, una pistola Glock con dos cargadores, documentación del arma, acciones de las empresas de la víctima y varias joyas.
“Fui el autor [de los robos]. No, no participaron [Marasco y Martínez]. No sabían [que él había ido a robar]”, explicó Pachelo.
El 29 de marzo de 2018, el día de los robos, Pachelo ingresó en el Tortugas Country Club en la camioneta Dodge RAM de Marasco. Estaba sentado en el asiento delantero, del lado del acompañante. Para entrar se presentó ante el personal de seguridad como Nicolás Giménez Zapiola.
El acusado explicó que no usó su verdadera identidad por una cuestión de “estigmatización”. Sostuvo que en algunos sitios, como en gimnasios o cuando tenía que reservar mesa en algún restaurante, no se presentaba como Nicolás Pachelo.
“He usado mi apellido materno y el de mi actual pareja. Es complicado ir y decir ‘Soy Nicolás Pachelo’. Es un problema”, afirmó.
Ante preguntas del fiscal Andrés Quintana, Pachelo contó que le había pedido a Marasco, al que conocía de torneos de póker o de amigos en común, que cuando fuera al tradicional club de campo de Pilar le avisara.
Un día, Marasco le avisó a Pachelo que tenía un torneo de golf en el Tortugas Country Club. “Si me podés llevar, me hacés un favor”, le respondió, según recordó hoy el exvecino de Carmel.
”No éramos íntimos amigos, pero éramos conocidos” con Marasco, dijo en medio de su relato.
Martínez es el caddy que suele colaborar con Marasco en los torneos de golf de los que participa.
El 29 de marzo de 2018, Jueves Santo, día en que se disputó un torneo de golf, hubo cinco hechos delictivos en el tradicional club de campo de Pilar. Pachelo solo reconoció haber protagonizado dos asaltos. Otros dos, calificados como hurto, ya prescribieron.
“¿Con qué finalidad le pidió a Marasco que le avisara cuando fuera a Tortugas Country Club?”, le preguntó el fiscal Quintana.
Pachelo le respondió: “Le dije que me iba a ver con una chica”. Quintana insistió y repreguntó: “¿Para qué quería ir a Tortugas Country Club?”. El acusado, entonces, admitió: “Quería ver si estaba la posibilidad... de ver una posibilidad así”, dando a entender que fue a robar.
Si bien no recordaba con exactitud a qué hora llegaron al country donde protagonizó los robos, Pachelo sostuvo que creía que pudo haber sido cerca de las 14.30. Está seguro que fue después de haber almorzado.
Según Pachelo, después de ingresar en el country, Marasco se fue a jugar el torneo de golf y él se fue a dar una vuelta por el club. Acordaron encontrarse en la zona de la capilla para volver a la ciudad de Buenos Aires. El exvecino de Carmel vivía en Retiro, en un edificio sobre la avenida del Libertador.
“Caminé por el club. Encontré una bicicleta sin candado, la agarré y di vueltas”, afirmó.
Si bien admitió dos de los robos, negó haber ingresado en las propiedades por la fuerza. Explicó que en una de las casas entró por una puerta ventana que estaba abierta.
En ese momento, los fiscales Quintana, Patricio Ferrari y Federico González exhibieron una barreta de unos 80 centímetros que tenía debajo del escritorio que le secuestraron en su casa cuando fue detenido.
Pachelo primero dijo no recordar si había llevado la herramienta mostrada por los jueces, pero después afirmó: " No usé ninguna barreta”.
Pero tras su declaración testificó Pablo Machicote, comisario mayor de la policía bonaerense y actual jefe de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Nicolás. El funcionario policial participó de la investigación de los robos en el tradicional club de campo de Pilar y aseguró que se había podido determinar que en una de las casas, para concretar el asalto, se había forzado un ingreso con una barreta.
El fiscal Quintana le preguntó a Pachelo si el día del robo en Tortugas Country Club pasó por la casa de Jaqueline Barbará, la segunda mujer de su padre, Roberto Pachelo. El acusado lo negó. Entonces, el representante del Ministerio Público quiso recordarle lo que había dicho en su declaración indagatoria de abril de 2018.
“No me la muestre [la declaración]. Le estoy diciendo la verdad. Pude haber dicho cualquier cosa. En su momento dije que no fui yo [el que cometió los robos] y ahora estoy diciendo que fui yo”.
Quintana leyó parte de la declaración indagatoria donde Pachelo había afirmado que después de agarrar una bicicleta dio unas vueltas por el club y fue hasta la casa de Barbará. Pachelo tomó la palabra y, enérgico, sostuvo: “La verdad es la que estoy diciendo ahora, haciéndome cargo del hecho. En la indagatoria dije cualquier cosa, quería zafar. Fue absurda mi declaración”.
Para el Ministerio Público Fiscal, según pudo saber LA NACION, la confesión de Pachelo fue importante porque mostró puntos coincidentes con el caso García Belsunce: haber admitido que anduvo en bicicleta y haber reconocido que se llevó una caja fuerte de una de las casas robadas. En el caso del country Carmel, según la acusación, a la víctima le sacaron su bicicleta y le sustrajeron un cofre de seguridad.
Casi al final de la declaración de Pachelo, el juez Ecke, que cumple funciones como presidente del tribunal, miró al acusado y le preguntó: “¿Tenía necesidad [de robar]?”. La respuesta dejó a jueces, fiscales, defensores y público con ganas de saber más: “Me lo quedó para mí, tengo mi explicación, pero es interna”, respondió el acusado.
Hubo una pregunta más del juez Ecke: “¿El juego lo llevó a perder dinero?”. “Sí, mucho. La ludopatía la heredé de mi padre”, respondió Pachelo y recordó que aprendió a jugar acompañando a su progenitor al casino.
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