“La banda de la comisaría”: un banco, un camión de caudales y una joyería, los objetivos de ladrones y policías
La Justicia y la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense investigan a uniformados que prestan servicio en dependencias policiales de Lomas de Zamora por una serie de robos en la zona sur del conurbano
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LA NACIONGustavo Carabajal
Se la conoce como “la banda de la comisaría” porque la mayoría de sus integrantes son uniformados de la policía bonaerense. Le adjudican una serie de robos en la zona sur del conurbano. Entre sus golpes, según fuentes de la investigación, figuran uno a un banco, otro a un camión de transporte de caudales y otro a una joyería.
Así lo pudo reconstruir LA NACION de fuentes del caso. Ayer, por orden del juez de Garantías de Lomas de Zamora Gabriel Vitale, la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) del Ministerio de Seguridad bonaerense allanó tres dependencias de la policía bonaerense en busca de pruebas y de los teléfonos celulares de los sospechosos.
Uno de los asaltos que se le imputan a la banda de policías ocurrió hace dos meses en un banco situado en la avenida Hipólito Yrigoyen, a la altura de Lomas de Zamora. Allí, los policías simularon realizar un servicio de policía adicional y se apoderaron de dos millones de pesos.
Otro de los robos que habría cometido “la banda de la comisaría” fue el asalto a un camión blindado. Con la misma modalidad del operativo simulado, los “poliladrones” arrebataron una saca con dinero cuando el custodio del vehículo que transporta de caudales retiraba el dinero de una casa de cobros de servicios.
Además, según consta en la denuncia radicada ante Asuntos Internos, los poliladrones habrían sido responsables de al menos ocho “entraderas” denunciadas en la zona de Temperley. En el expediente, el Ministerio Público está representado por el fiscal Jorge Grieco.
Los allanamientos se hicieron ayer en la sede de la Superintendencia de Seguridad Región AMBA Sur, en la comisaría 5ª de Lomas de Zamora y en la Subestación de Policía Departamental de Seguridad Lomas de Zamora Sur.
“Los allanamientos fueron realizados para secuestrar teléfonos celulares, chalecos antibalas con la inscripción DDI [por Delegación Departamental de Investigaciones], agendas, anotaciones o imágenes relacionadas con los hechos investigados, armas de fuego que no fueran las provistas por la institución y elementos sustraídos en los domicilios donde se concretaron los robos”, agregaron los voceros consultados.
Por pedido del fiscal Grieco, el juez Vitale también ordenó allanar los domicilios de cinco policías bajo sospecha.
Según informaron fuentes judiciales, los policías bajo sospecha habrían participado activamente en los robos “ya sea dando información de los posibles lugares donde efectuar los robos, simulando falsos allanamientos o controlando la frecuencia policial durante el hecho, con el fin de asegurarles a los delincuentes no ser sorprendidos por efectivos en caso de alertas sobre el lugar”.
Los voceros consultados explicaron que, además, se investiga si los uniformados que les tomaban las denuncias a las víctimas pudieron haber sido partícipes de los robos o encubridores.
En uno de los robos investigados, los ladrones irrumpieron en una rotisería simulando un allanamiento policial. “Ya maniatadas con precintos, las víctimas exigieron ver el acta judicial donde se ordenaba el allanamiento. En ese momento, recibieron como respuesta: ‘no somos policías, esto es un robo’ y huyeron con un botín de 300.000 pesos”, sostuvo una fuente con acceso al expediente.
En medio de los operativos, según pudo saber LA NACION de fuentes judiciales, se ordenó un allanamiento de urgencia en el Comando de Patrullas de Lomas de Zamora, donde se secuestró el teléfono celular de uno de los policías imputados.
Y en otro procedimiento, en la casa de una sargento bajo sospecha de integrar la banda criminal, se secuestraron tres teléfonos celulares.
Según pudo saber LA NACION de fuentes con acceso del expediente, en el dictamen del fiscal Grieco en el que se solicitaron los allanamientos se detalló que un testigo había aportado un pendrive con archivos de video en los que quedó registro de un automóvil Renault Logan utilizado por los sospechosos en uno de los hechos que se les imputa.
La investigación que lleva adelante el fiscal Grieco comenzó después de una denuncia presentada por compañeros de los sospechosos ante la Auditoría General de Asuntos Internos.
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