Juicio por Nora Dalmasso. Facundo Macarrón dijo que “no eran amigas” de su madre las dos testigos que defendieron a El Francés
Cuestionó los testimonios de Paula Fitte de Ruiz y María del Carmen Pelleritti, que afirmaron, durante sus testimonios, que el empresario al que los hijos del viudo señalan como principal sospechoso no estaba en Río Cuarto cuando ocurrió el crimen
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Facundo Macarrón, hijo de Nora Dalmasso, hallada asesinada el 26 de noviembre de 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, y del único imputado por el femicidio, Marcelo Macarrón, aseguró hoy que dos de las testigos que declararon durante esta semana en el juicio “no eran amigas” de su madre y que “lo único que buscan es defender a su amigo Michel Rohrer”, el empresario al que él y su hermana Valentina apuntan como principal sospechoso.
Así se refirió a las testigos Paula “Polly” Fitte de Ruiz y María del Carmen Pelleritti, quienes ayer declararon ante el tribunal de Río Cuarto y el jurado popular que lleva adelante el juicio a su padre.
Antes del inicio de la novena audiencia del debate, Facundo Macarrón dijo a prensa: “Tanto María como ‘Poly’ Ruiz son enviadas de Rohrer para defender su honor, eran amigas circunstanciales [de su madre], nada más”. Sin embargo, ambas fueron partícipes de la reunión de las amigas que se autodenominaban “las congresistas” en el Resto Bar Alvear, de Río Cuarto, en lo que fue la última cena de la víctima, la noche del viernes 24 de noviembre de 2006.
”Las verdaderas amigas de mi madre no están en el proceso” de enjuiciamiento, aclaró el hijo de la víctima.
Asimismo, reitero que Rohrer, un empresario que en la época del crimen era allegado de la familia, “debería haber estado investigado, cosa que no fue”.
Al declarar como testigo el pasado martes, “Poly’ Ruiz dijo que le parecía “ridículo” que se acuse a Rohrer, mientras que Pelleritti testimonió ayer que “si se hubiera buscado a quién se benefició con el crimen, se hubiera encontrado al asesino”, tras lo cual aclaró que en su parecer la persona que se benefició “podría ser Macarrón, para no compartir el 50% de los bienes”.
Esa testigo también apuntó al primer abogado defensor que tuvo Macarrón en la causa, Daniel Lacasse, a quien, dijo, “Nora le tenía terror”. Incluso, en medio de su exposición, la testigo advirtió: “Si aparezco muerta busquen a Lacasse”.
Un día antes, Polly Fitte dijo que no quería “ensuciar a nadie” y que solo pedía “justicia por Nora”. Pero, además de referirse al singular episodio de aquella última cena, en el que una persona nunca identificada llamó al Resto Bar Alvear para dar de baja la reserva de la mesa en la que se reunirían las “congresistas”, aprovechó para excular a El Francés. Fundamentalmente, y como lo hizo Pelleritti ayer, afirmó que Rohrer no estaba en Río Cuarto cuando se produjo el crimen.
Para la jornada de hoy están previstas las declaraciones de otros cinco testigos.
Los hechos
Según la acusación fiscal, en una fecha que no se puede establecer con exactitud, presumiblemente unos meses antes del 25 de noviembre de 2006, Marcelo Macarrón “en acuerdo delictivo con personas aún no identificadas por la instrucción, instigó el crimen de su mujer por desavenencias matrimoniales”.
Por tal motivo, enfrenta este debate como acusado del delito de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”.
De acuerdo a la requisitoria fiscal de elevación a juicio, mientras Macarrón se encontraba en la ciudad de Punta del Este (Uruguay) participando de un torneo de golf, entre las 20 horas del 24 de noviembre de 2006 y antes de las 03.15 del 25, al menos una persona ingresó en la casa de Nora, en barrio Villa Golf de la ciudad de Río Cuarto.
El homicida, “aprovechándose de la indefensión de la víctima, aguardó que esta realice su rutina previa al descanso y abordó a Nora Dalmasso una vez que esta se encontraba dormida en la habitación de su hija, ubicada en la planta alta de la vivienda”.
En esas circunstancias y “cumpliendo el plan delictivo acordado previamente con Macarrón y sus adláteres, la tomó del cuello, ejerciendo una fuerte presión con sus manos, anulando así toda posibilidad de defensa”.
Seguidamente, “utilizó el cinto de toalla de la bata de baño que se encontraba en la habitación, realizando un ajustado doble lazo alrededor del cuello, ocasionando la muerte por asfixia mecánica”.
Finalmente, probablemente y como parte del plan criminal, “ordenó la escena con la finalidad de simular un hecho de índole sexual, tras lo cual se retiró del lugar, sin dejar rastro alguno de su persona”.
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