Juicio por Nora Dalmasso. Declaran un testigo de un encuentro inquietante y dos de las “congresistas”

Dos episodios, uno inmediatamente anterior al crimen de Nora Raquel Dalmasso y otro ocurrido menos de una semana después, serán objeto de los testimonios principales de una nueva jornada del juicio que comenzó hace dos semanas en Río Cuarto y que tiene a Marcelo Macarrón como único acusado, señalado como el presunto instigador del homicidio ocurrido el último fin de semana de noviembre de 2006 en el country Villa Golf, de aquella ciudad del sur cordobés.

Se espera que haya “batalla dialéctica” entre la defensa del viudo, ejercida por el abogado Marcelo Brito, y el fiscal de Cámara Julio Rivero, que busca encarrilar la acusación contra el viudo. En especial, en el caso del testigo Guillermo Lenti, que fue citado luego de que su suegra, Margarita Riega de Dalmasso –prima lejana y amiga de Nora– revelara que su yerno había sido testigo de una situación que, al menos a él, le pareció fuera de lugar.

Cuatro o cinco días después del crimen, se presentó en la vivienda de su vecino, el empresario Miguel Rohrer, alias El Francés, en el country San Esteban, para presentar sus condolencias por la muerte de su amiga. Y cuando la puerta se abrió advirtió una situación llamativa: el dueño de casa tomaba champagne con Macarrón y con quien era, en ese momento, su abogado y amigo, Daniel Lacase.

Es curioso: en lo que va del debate, los tres quedaron expuestos con diferentes niveles de sospecha a partir de diversos testimonios. De Lacase, el hermano de Nora, Juan Dalmasso, dijo que era “el primer oportunista que tuvo rédito político con la muerte”. Cuestionó que la Justicia no lo hubiese investigado.

Luego, los hijos de Macarrón, Facundo y Valentina, apuntaron directamente contra El Francés. Ella dijo que le tenía “miedo” y él, que había visto a ese hombre besar a su madre en el jardín de su propia casa.

Incluso la suegra de Lenti, la última que declaró la semana pasada, sugirió que Rohrer podría haber asesinado a su amiga en un arranque de celos, al descubrirle en el teléfono –al ir a visitarla sigilosamente la madrugada del 25 de noviembre de 2006, cuando el viudo estaba de viaje en Punta del Este– mensajes de Guillermo Albarracín, un contador de Río Cuarto con el que la víctima, aparentemente, mantenía una relación sentimental.

La última cena

Ese hipotético encuentro al que se refirió Riega de Dalmasso –que Rohrer descartó de plano, ya que jura y perjura que él no era amante de Nora y ni siquiera estuvo en Río Cuarto a la hora del homicidio– se habría producido a la llegada de la víctima a su casa de Villa Golf, donde estaría sola, ya que ni su marido ni sus hijos estaban en la ciudad.

Nora Dalmasso llegaba de una cena con su grupo de amigas, que se autodenominaban “las congresistas”. Y, precisamente, dos de ellas –Rosario Márquez y Paula Fitte de Ruiz– serán las otras testigos estelares de la jornada de hoy ante el tribunal de la Cámara Criminal y Correccional de la 1ª Nominación de Río Cuarto y los ocho jurados populares que deberán dar su veredicto.

Esas declaraciones pueden arrojar luz sobre un episodio singular de esa última cena. Es que “las congresistas” habían hecho una reserva para cinco en el Resto Bar Alvear, que hace 15 años estaba de moda en Río Cuarto.

Pero cuando Dalmasso, que fue la primera en llegar, cerca de las 22, fue en busca de su mesa, le informaron que una persona había llamado por teléfono para dar de baja la reservación.

Durante la instrucción, el fiscal Luis Pizarro corroboró que “ninguna de las amigas de Nora, ni la víctima, habrían dado aviso alguno de cancelación, por lo que se puede concluir que dicho aspecto podría ser un paso más dentro de la organización previa que requirió el entramado criminal”.

Esa cancelación se produjo minutos después de que Dalmasso hablara con su marido y le dijera que esa noche iba a encontrarse con sus amigas. Cabe recordar que, al final de la velada, y cuando se fue del Resto Bar, Nora les dijo a las congresistas que “no la molestaran durante todo el fin de semana”. No se descarta que, en su testimonio, vuelva a quedar expuesta la intimidad de la víctima.

La otra testigo del día será Silvia Macarrón, hermana del imputado. De ella se espera un testimonio favorable para el viudo. Durante la instrucción del caso declaró que “la relación de Nora con Marcelo” había sido “excelente, al menos a la vista de terceros” y agregó: “Normal como cualquier matrimonio”.

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