Juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa: “¡Dios, qué bronca! Si me nombró alguno fue Pertossi”, apuntó el remero Pablo Ventura acusado falsamente
En el tercer día del debate oral y público, declaró el joven que estuvo detenido cuatro días a pesar de que en el momento del crimen no había estado en Villa Gesell y había estado con sus padres en Zárate, el mismo lugar donde vivían los ocho imputados
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En la tercera audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, hoy declaró como testigo ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Dolores Pablo Ventura, el remero de 24 años que fue falsamente acusado del crimen y que estuvo detenido cuatro días. “Yo no tenía idea lo que estaba pasando afuera, tampoco sabía que mi cara estaba empezando a circular en todos lados. Estaba totalmente incomunicado y esposado a una cadena amarrada a la pared. Yo pensaba que estaba al horno, que iba a ir preso por error”, había dicho Ventura a LA NACION nueve meses después de su calvario.
También brindó su declaración testimonial, el padre del remero, José María Ventura. Además de Ventura padre e hijo está pautado que declaren tres amigos de la víctima, un grupo de trabajadores del boliche Le Brique de Villa Gesell y dos uniformados de la policía bonaerense.
Cómo todos los días desde que empezó el juicio, los ocho imputados -Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23)- arribaron al Palacio de Tribunales en medio de un fuerte operativo de seguridad del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
A fines de 2021, LA NACION dio a conocer que Pablo Ventura, el joven inocente que estuvo detenido por el homicidio de Fernando Báez Sosa, demandó al Poder Judicial y al Ministerio Público Fiscal de la provincia de Buenos Aires por una suma de $10 millones.
En la demanda a la que tuvo acceso este medio, el abogado Jorge Olmos planteó: “Resulta claro en consecuencia que el Estado debe responder por los perjuicios ocasionados por la infundada y antojadiza detención del actor [por Ventura], reparar el daño moral, la afectación de su imagen y su honor y compensar de alguna forma los padecimientos causados”.
El joven, que en ese momento tenía 21 años, estuvo tres días detenido. No había estado en Villa Gesell el fin de semana en que ocurrió el homicidio. Tampoco tenía una relación de amistad con los acusados. La noche previa al crimen cenó en un restaurante de Zárate con sus padres, Marisa Pitillini y José María Ventura.
Pablo Ventura: “No siento odio, pero con buena cara nos los voy a mirar”
Antes de entrar al Palacio de Tribunales, Pablo Ventura hizo declaraciones públicas respecto de su vínculo con los imputados. “Simplemente los conocía de vista del boliche y de Zárate, que es una ciudad chica. No eran amigos ni nada. En ningún momento tuve una disputa con ellos y hasta el día de hoy no sé por qué me acusaron”, afirmó y aseguró: “No siento odio [por lo que pasó], pero con buena cara nos los voy a mirar”.
Después y a pesar de haber afirmado que jamás tuvo trato con los implicados, el joven reconoció que tenía un mal concepto de Lucas Pertossi. “Una vez nos vimos mal y tuvo pelea con un conocido mío, pero nada más”, se limitó a decir.
Por último, sostuvo con relación al asesinato a golpes de Fernando Báez Sosa:” No me sorprendió lo que hicieron, porque ya habían tenido peleas”. Y pidió: “Espero que se haga justicia y que los que hicieron lo que hicieron paguen”.
La comparación de Burlando entre Ventura y los acusados
En la previa de la tercera audiencia, el abogado de la familia Báez Sosa, Fernando Burlando, anticipó: “La diligencia de hoy es interesantísima. Vienen los Ventura, tres amigos de Fernando -de los cuales dos son importantes- y personal de seguridad. Seguramente la declaración de Ventura va a ser muy colorida”. Más tarde, recordó: “La pobre familia Ventura fue acusada injustamente. Los acusados, en otro intento de desviar la investigación, dijeron que las zapatillas eran de él y que el auto del padre de Ventura se había fugado de Gesell”.
Tras ello, el letrado estableció un parangón entre la actitud del remero falsamente acusado por los imputados y estos últimos. “Miren qué diferencia. [En 2020] Ventura a los gritos proclamaba su inocencia. Lo hacía a los gritos, llantos e insultos contra la propia Justicia. Instantáneamente eso hizo (...) Entonces, comparen la actitud de un inocente con la de los ocho acusados. Me parece que no hay que hablar más del pacto de silencio. Un inocente dice a los gritos que es inocente”, sentenció. Los ocho acusados ingresaron a la sala de audiencias. Como lo hacen desde el primer día, todos tienen la cara cubierta por barbijos.
Minutos después de las 10, empezó la tercera audiencia en el marco del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. El primer testigo en ser llamado a la sala fue Pablo Ventura. El joven, falsamente incriminado por los imputados, empezó a declarar inmediatamente después de su ingreso.
Tal como había dicho en la previa, el remero sostuvo que a los acusados solo los conocía por ser de la misma ciudad, Zárate. Sin embargo, contó que con Lucas Pertossi tuvo problemas en un boliche. “Nos miramos mal. Me enteré de que él habló mal de mí”, aseguró. Respecto del resto, dijo: “Varias veces a la salida del boliche los he visto pelear en grupo [a los acusados. Siempre en mayoría”.
Durante la declaración de Ventura se exhibieron por una pantalla los chats de WhatsApp que el remero tuvo con sus amigos el 18 de enero de 2020, cuando los imputados ya estaban presos. “Aparentemente alguno de lo que se la mandaron [por los acusados] me nombró. No tiene lógica (...) ¡Dios, qué bronca! Si me nombró alguno fue Pertossi [sin identificar a cuál de los tres acusados] para hacerse el gracioso. Alta bronca, te juro que se la pego”, fue uno de los mensajes leídos por el Ministerio Público Fiscal.
En otro de los chats, Ventura afirmaba: “Los odio, a Lucas Pertossi más que nada (...) y Benicelli también”. No obstante, al ser consultado hoy por Burlando sobre si mantenía dicho sentimiento hacia los imputados, respondió bajo juramento de decir la verdad: “No”.
En su declaración, Ventura afirmó desconocer quién lo nombró ante la Policía y habló sobre cómo su detención afectó su vida: “No puedo salir tranquilo a la calle, perdí la privacidad”.
“¿Alguien [de los acusados] se comunicó con vos para darte alguna explicación?”, le consultó Burlando. “No, jamás”, respondió el remero. “¿Qué concepto te merecen los acusados?”, fue la última pregunta del abogado. “Me parece cualquier cosa lo que hicieron”, respondió Ventura. Luego, se retiró de la sala, previo a lo cual giró su vista hacia donde estaban los imputados.
La declaración del padre de Ventura
José María Ventura, el padre de Pablo, comenzó su declaración momentos después de que su hijo abandonara la sala. “Los acusados dijeron que el auto de José María se había fugado de Gesell [tras el crimen de Fernando]”, recordó Fernando Burlando antes del inicio de la audiencia.
“Mi hijo es totalmente diferente a los que son estos personajes. Estas personas [los acusados] le tenían envidia”, aseveró poco antes del mediodía José María Ventura. Más tarde, se refirió a los perjuicios ocasionados por la falsa acusación contra el joven.
“La detención nos cambió la vida y nunca supimos quién lo nombró. Nos hizo un daño muy grande a la familia, estuvimos muy expuestos”, se quejó el padre del remero y reveló: “Pablo en un momento no quería salir de la casa, no quería entrenar. Fue saliendo de a poco: empezó a remar y a entrenar (...) Sentimos mucha bronca, ¿por qué tanta cizaña?”.
Por último, calificó a los imputados de “asesinos” e insistió: “Con mi hijo hicieron un acto de cobardía total. Nombrar a un inocente, querer involucrarlo... Y no lo digo por los ocho [que llegaron a juicio], lo digo por los diez [por Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, quienes fueron sobresídos]. Guarino y Milanesi estuvieron en el allanamiento cuando fueron detenidos y escucharon quién lo nombro y no dijeron nada: son unos cobardes”.
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