Ultimátum de los Monos: “Suelten a los Cantero, si no vamos a matar a los fiscales”
Tras un llamado al 911 de un presunto secuaz de Guille Cantero, el líder de la banda, se incrementó el operativo preventivo en torno del Centro de Justicia Penal; el Ministerio de Seguridad de Santa Fe anticipó que fue arrestado el presunto autor del mensaje
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PARA LA NACIONGermán de los Santos
ROSARIO. Las amenazas al Poder Judicial en nombre de la banda de Los Monos se actualizaron y agudizaron esta semana, en medio del juicio que se desarrolla en el Centro de Justicia Penal (CJP), donde el principal acusado es Máximo Ariel Cantero, alias Guille. Los autores de las intimidaciones no apelaron a eufemismos o ambigüedades: o la libertad del jefe narco, o el asesinato de sus acusadores.
Según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA), el lunes pasado ingresó un mensaje al 911 que señalaba: “Suelten a los Cantero, si no, vamos a matar a los fiscales”. El vocero oficial de la Fiscalía Regional de Rosario, Sebastián Carranza, dijo que “en la comunicación se advertía que iban a atentar contra las vidas de todos los fiscales, sin hacer referencia a uno en particular”. “Ante esa situación, se tomaron todas las medidas de importancia, porque se toma como algo muy grave”, agregó.
El Ministerio de Seguridad de Santa Fe informó que fue arrestado el presunto autor del intimidatorio mensaje. El rastro dejado por la llamada telefónica fue seguido hasta el barrio La Tablada, donde fue capturado el sospechoso.
Más allá de esa detención, Carranza dijo que el Ministerio de Seguridad “evalúa los refuerzos en la seguridad de las personas que están involucradas en el juicio y también en el Centro de Justicia Penal”.
Luego, el fiscal Franco Carbone ordenó medidas de protección a los integrantes del MPA que están al frente de la acusación en el juicio que comenzó el 19 de agosto pasado, en medio de un clima enrarecido, porque un día antes dos hombres en moto dispararon contra el edificio judicial.
El 20 de agosto pasado, Guille Cantero subió la apuesta al señalar en el inicio del debate, cuando se le preguntó a qué se dedicaba: “Contrato sicarios para tirar tiros a los jueces”.
Actualmente el CJP es custodiado por efectivos de la Prefectura Naval, de Gendarmería y de la Policía de Santa Fe, que requisa a las personas que ingresan. Se dispusieron retenes en un radio de dos cuadras alrededor de la sede judicial, ubicada en Virasoro y Mitre, una zona muy transitada, donde hay varios hospitales y sanatorios.
Los acusados en el juicio a Los Monos no están en el edificio: participan del debate de manera virtual del debate, desde los penales en los que están alojados. Se resolvió que sea así luego de que el Ministerio de Seguridad evaluara la situación y recomendara esta alternativa por la peligrosidad que representa para la seguridad pública el traslado de los peligrosos reclusos al Centro de Justicia Penal.
Desde el Ministerio de Seguridad señalaron a LA NACION que hay pistas firmes sobre los posibles autores de estas nuevas amenazas. El 23 de agosto pasado, en el juicio en el que Cantero está acusado junto a seis personas de haber perpetrado 14 atentados contra jueces, se reprodujo el audio de una amenaza que ingresó al 911 el 29 de mayo de 2018, el día en que fueron atacadas dos residencias que pertenecían al juez Ismael Manfrín.
“Somos de la banda de los Cantero y a Los Monos suéltenlos, porque lo vamos a agarrar al juez. Al juez le reventamos toda la casa y lo matamos, lo vamos a secuestrar… esto lo estamos diciendo ahora en vivo”, dijo al teléfono un hombre que advirtió ser parte de la organización criminal. La operadora telefónica del 911 le pidió en ese momento que se identificara, pero el hombre insistió: “Suelten a todos Los Monos porque los matamos a todos, te estoy diciendo en serio, no jodan porque matamos a todos ustedes. Suelten a Los Monos”.
“Suelten a los Cantero, que vamos a matar a todos los fiscales. Suelten a Los Monos. Si no, vamos a matar a todos los fiscales”, fue la frase pronunciada por este hombre que se comunicó al 911 este lunes.
Movimientos en la cárcel
Fuentes judiciales señalaron a este diario que detrás de este nuevo ataque hay algunas cuestiones extrañas que sucedieron durante los últimos días en la cárcel de Marcos Paz. Allegados al detenido señalaron a LA NACION que Guille la está pasando mal en la cárcel, donde sufre todo tipo de represalias por parte de los agentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF). “Le sacaron el colchón y debe dormir en el suelo”, advirtieron.
Otro integrante de la banda que está en Marcos Paz, Leandro Vilches, sufrió una paliza dentro del penal, según señalaron allegados a la banda criminal. “Los quieren matar”, afirmaron.
En dos semanas, en la celda de Cantero encontraron —en dos oportunidades— un teléfono fijo del penal que debería haber estado en el pasillo del pabellón que comparte con Néstor Rojas, alias Loko, quien va a ser juzgado por planear con dos sicarios brasileños la ejecución, en marzo del año pasado, del juez de Posadas Fernando Verón. También amenazó con asesinar al juez federal de la ciudad misionera de Eldorado, Miguel Ángel Guerrero, e hizo gestiones desde el penal de Ezeiza para comprar armas y enviarlas a Brasil, entre las que mencionó un misil, como publicó LA NACION.
Tras el resultado de las requisas en el calabozo de Guille, en las que se secuestraron dos teléfonos, la interventora del Servicio Penitenciario Federal, María Laura Garrigós de Rébori, presentó el 2 de setiembre una denuncia penal y abrió sumarios administrativos a los agentes que tenían a cargo el sector del penal de Marcos Paz donde está alojado Cantero.
Las condiciones de seguridad en la cárcel se agudizaron sobre el líder de Los Monos. Como respuesta, Guille Cantero inició una huelga de hambre y, según publicó Rosario3, intentó prender fuego una heladera que se encuentra en salón de usos múltiples (SUM) del pabellón 7.
A la par, en el penal santafesino de Piñero, donde están presos los cuadros medios y bajos de la organización narcocriminal, también se produjeron intensas requisas la semana pasada. El lunes secuestraron 43 teléfonos en el pabellón asignado a la banda. Los teléfonos estaban ocultos en un ducto de ventilación de ese sector de la prisión.
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