José Potocar: “La acusación fue una herida que me laceró la carne”
El exjefe de la Policía de la Ciudad, después de ser absuelto en una causa por corrupción, sostuvo que la Justicia puso las cosas en su lugar
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Pocos minutos después de que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) porteño N° 16 diera a conocer el veredicto del juicio donde se ventilaron hechos de corrupción en una comisaría porteña, el teléfono celular de José Potocar, el primer jefe de la Policía de la Ciudad, no paró sonar. Todos sus conocidos querían felicitarlo por la absolución que habían dictado los jueces. Recibió llamadas y mensajes hasta de un representante de las Organización de las Naciones Unidas (ONU), que había conocido cuando estaba en funciones. “Hubo mucha gente que confió en mí”, afirmó a LA NACION quien entre el abril y agosto de 2017 estuvo 99 días preso.
“La acusación fue una herida que me laceró la carne. Me dolió mucho. Ahora es un cicatriz. Me golpeó mucho, sobre todo por mi familia”, sostuvo Potocar.
Potocar, de 62 años, había sido procesado en mayo de 2017 por el juez Ricardo Farías como jefe de una asociación ilícita que desde la por entonces comisaría 35a. de la Policía Federal Argentina, con jurisdicción barrios de Saavedra, Coghlan y Núñez, exigía dinero a comerciantes y empresarios a cambio de una seguridad privilegiada y, además, extorsionaba a los cuidacoches de la zona, más conocidos como “trapitos”.
El mes pasado, durante su alegato, el fiscal del juicio, Fernando Fiszer, había pedido la absolución para Potocar y el comisario general Guillermo Calviño, quien llegó a ser el jefe de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana de la PFA. Ayer, los jueces Gustavo González Ferrari, Inés Cantisani y Claudia Moscato absolvieron a Potocar, Calviño, pero también a la comisaria inspectora Susana Aveni, los subcomisarios Hernán Kovacevich, Marcelo Stefanetti y José Codaro, y el sargento primero Adrián Otero.
En cambio, el comisario Norberto Villarreal, que estuvo un año y medio prófugo y fue jefe de la seccional 35a., hoy Comisaría Vecinal 13B de la Policía de la Ciudad, fue condenado a la pena de cinco años y medio de cárcel. Los jueces lo consideraron jefe de una asociación ilícita y también culpable del delito de concusión reiterada.
También fueron condenados a la pena de tres años y cuatro meses de prisión el suboficial escribiente Marciano Quiroga, el cabo Alejandro Malfetano y el sargento Sergio Ríos.
La investigación que puso al descubierto la denominada “caja negra” de la por entonces comisaría 35a. estuvo a cargo del fiscal José María Campagnoli y de su equipo de colaboradores de la Fiscalía de Distrito Núñez-Saavedra.
“Me sorprendió que el fiscal Campagnoli me acusara. Él me conocía. Pero fue la misma Justicia la que puso las cosas en su lugar”, dijo, ya absuelto, Potocar.
Potocar fue puesto en funciones por Horacio Rodríguez Larreta al frente de la por entonces nueva fuerza de seguridad porteña en diciembre de 2016. Cinco meses después, detenido en el edificio Centinela de la Gendarmería Nacional, presentó su renuncia.
“Siempre estuve tranquilo, pero, en su momento, decidí presentar mi renuncia porque la Policía de la Ciudad no podía tener un jefe suspendido. Injustamente detenido”, dijo a LA NACION.
Potocar no dudo en afirmar que a pesar de su detención y de la acusación que pesó sobre sus espaldas, que le arruinó su carrera profesional, ganó otras importantes cosas intangibles, como el afecto de los vecinos de Haedo, donde vive, que le dieron siempre su apoyo.
“No puedo volver la vida para atrás, pero gané el cariño de la gente, de mis vecinos y de los vecinos porteños que me reconocían y me saludaban”, contó.
Potocar es abogado. Ingresó en la escuela de oficiales de la PFA en 1981 y egresó a fines de 1983. Salió a la calle con el uniforme el 1° de enero de 1984. En la fuerza federal de seguridad nunca tuvo sanciones. “Fui un afortunado”, repitió más de una vez. Cuando estalló el escándalo de corrupción en la comisaria 35a. era el Director General de Comisarías de la PFA.
“La acusación me golpeó mucho, sobre todo por mi familia y porque puso en crisis a una nueva fuerza de seguridad. Pero hubo mucha gente que confió en mí”, sostuvo el primer jefe de la Policía de la Ciudad, padre de tres hijos y que en esta causa estuvo representado por el abogado Christian Poletti.
Durante el proceso de la causa, Potocar pensó mucho en sus tres hijos. Si bien, dijo, siempre estuvo tranquilo sabía del peso de “cargar con el apellido” que tenían ellos
“Soy respetuoso de las instituciones de la República y estoy contento porque la Justicia me absolvió”, comentó el jefe que casi no pudo estar en funciones.
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