Inyectar aire en las venas: el presunto asesino serial de San Nicolás dijo que hizo búsquedas en Internet de cómo suicidarse
Pablo Damián Grottini, acusado de matar a su madre, su hermano y su hija, pidó declarar ante la fiscal María Belén Baños; no contestó preguntas, desmintió algunos testimonios y dijo que pensó en quitarse la vida
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Pablo Damián Grottini, el empleado de una empresaria funeraria de San Nicolás acusado de haber matado a su madre, su hermano y su hija, sostuvo que hizo búsquedas en Internet de qué pasa si se inyecta aire en las venas con la idea de suicidarse y no con la intención de planear los homicidios de sus familiares.
Así lo sostuvo Grottini ante la fiscal María Belén Baños, funcionaria judicial a cargo de la investigación que conmociona a San Nicolás y Ramallo, donde trabajaba y donde vivía el sospechoso, respectivamente. La declaración indagatoria fue hecha a pedido del imputado.
En su declaración, Grottini no contestó preguntas de Baños, desmintió las palabras de ciertos testigos y intentó explicador que el historial de búsquedas en Internet de información sobre el resultado de inyectar aire en las venas de una persona y de “cuánto después de introducir aire se produce el infarto” las hizo con la intención suicidarse y no como parte de un plan criminal.
La explicación que hizo Grottini sobre sus búsquedas en Internet, que para los investigadores son una prueba fundamental en la imputación, fue reconstruida por LA NACION a partir de fuentes al tanto de la declaración indagatoria del sospechoso.
Tras la detención del sospechoso, la fiscal Baños sostuvo que el sospechoso había buscado en Internet información sobre el resultado de inyectar aire en las venas de una persona. Eso quedó expuesto en un análisis preliminar de su computadora.
“La búsqueda versa sobre cómo dar muerte a una persona a partir de la introducción de algo en las venas. ‘Qué pasa si inyecto aire en las venas’, ‘qué medicamento se puede tomar para causar la muerte’, ‘cuánto después de introducir aire se produce el infarto’ y búsquedas similares”, se precisó.
Pasado mañana, la fiscal Baños presentaría ante el Juzgado Garantías N°1 San Nicolás el pedido para que la detención de Grottini se convierta en prisión preventiva.
La representante del Ministerio Público acusaría de los delitos de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía” en perjuicio de su madre y de su hija, mientras que por el fallecimiento de su hermano lo hará con la calificación legal de “homicidio agravado por alevosía”.
Hasta su arresto, Grottini era chofer de coches fúnebres de Exequial Servicios, pero había comenzado a trabajar en la empresa como asesor de ventas. Vivía en Ramallo, junto con su madre y su hija de diez años, que había adoptado.
La investigación comenzó el 23 de abril pasado, tras la muerte de Teresita Di Martino, la madre del sospechoso, en el Hospital San Felipe, de San Nicolás.
La mujer había llegado al hospital traslada por su hijo. Grottini sostuvo que su madre estaba descompuesta. “La paciente refirió sentirse mareada y angustiada por la muerte de otro hijo y de su nieta, explicó en su momento la UFI N°12 de San Nicolás, en un comunicado de prensa.
Di Martino fue sometida a una serie de estudios que dieron como resultados “parámetros normales”, pero continuó internada en observación y se le colocó un suero para su hidratación.
“Estuvo a solas al cuidado de su hijo en el box número 3 de la guardia del hospital, que es un espacio cerrado, para un solo paciente. La salud de la paciente fue controlada por el personal médico. Se encontraba estable, incluso en condiciones de ser dada de alta. No presentaba ninguna complicación clínica y tampoco patologías previas que ameritaran su internación. Tampoco se le suministró ninguna medicación más allá de la solución fisiológica”, se agregó en el comunicado.
Pero, de pronto, Grottini avisó al personal médico que el “suero perdía”. “La enfermera de turno, luego de constatar que la vía estaba pinchada, atravesada de lado a lado, cambió el suero, observando que el hijo de la paciente tenía sus prendas de vestir mojadas”, explicaron fuentes judiciales.
La ropa mojada de Grottini fue el primer indicio que alertó al personal médico y a los enfermeros. Una hora y media después, el hijo de la paciente avisó que su madre estaba dormida. Pero, en realidad, estaba muerta.
Germán Grottini, el hermano del sospechoso, murió en julio de 2019 a los 32 años. Falleció en una clínica de San Nicolás a la que había llegado con mareos, náuseas y somnolencia, según su historial médico.
“El médico que lo atendió declaró que no pensaban dejarlo internado más de 24 horas. Le habían colocado suero. El cuadro era leve y la evolución rápida y favorable. Quedó internado en una habitación al cuidado de su hermano y su madre”, se afirmó en el comunicado de prensa difundido por el Ministerio Público Fiscal.
En determinado momento, cuando la madre del paciente volvió del quiosco, descubrió que su hijo no reaccionaba. Estaba muerto.
Dos años después, en julio pasado, la hija de Grottini ingresó en el Hospital San Felipe con dolores en el pecho. Los resultados de los estudios médicos no arrojaron nada fuera de lo normal, pero se decidió dejar en observación a la niña con suero.
Horas más tarde, encontrándose la niña junto a su padre, se constató que el suero estaba dañado, el cual no fue cambiado por uno sano porque se encontraba bien, en condiciones de ser dada de alta. A los pocos minutos, el padre dio aviso al personal de guardia que la niña no estaba bien, constatándose de inmediato que la misma había palidecido y se encontraba débil y mareada, de manera repentina”, explicaron fuentes judiciales.
Debió ser trasladada a terapia intensiva. Quedó al cuidado de su padre. La niña, poco después, falleció.
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