Investigan si fue secuestrada una joven que desapareció 36 horas
La familia cree que fue víctima de una red de trata; los investigadores no descartan que una pelea la haya alejado de su casa
Durante las 36 horas que Blanca Gallardo faltó de su casa, su familia inició una búsqueda en redes sociales, en el barrio y llamaron a organizaciones que luchan contra la trata de personas. Ayer a las 8.15, la joven, de 20 años, apareció llorando en el puesto de la Prefectura en el puente Alsina, Nueva Pompeya, y aseguró que había estado secuestrada desde el sábado a la tarde.
"Hoy tuviste suerte", le habrían dicho los dos captores a la joven en el momento de soltarla, en el cruce de las avenidas Sáenz y Amancio Alcorta, según relató a LA NACION Julia Gallardo, la hermana de Blanca, que la acompañó durante toda la jornada de ayer, tras su aparición.
La pesadilla para la familia Gallardo empezó el sábado a las 21, cuando recibieron la llamada de Blanca, que, con voz angustiada, dijo que dos hombres la habían introducido en un vehículo después de que salió del cine en Rivadavia y avenida La Plata.
Según lo que Blanca le comentó ayer a su familia, los captores la metieron a la fuerza en un auto y le vendaron los ojos; luego de manejar durante una hora, llegaron a una casa y la ataron a una cama. La joven aseguró que en ese tiempo no la golpearon, la trataron bien y la alimentaron, pero siempre con los ojos vendados, por lo que no puede reconocer a sus secuestradores.
Al ver a la joven, el personal de la Prefectura llamó al SAME y la trasladó al hospital Penna, donde fue sometida a una revisión médica. En el hecho tomaron intervención la comisaría 34», la División Antisecuestros de la Policía Federal y la Fiscalía de Distrito de Nueva Pompeya y Parque Patricios. Pese a los dichos de la joven, según fuentes judiciales, no se descartan otras hipótesis; los investigadores sospechan que se trata más del resultado de una pelea familiar que de un caso de secuestro extorsivo o de trata de personas.
Se sabe que nunca se pidió un rescate, tal como hacen las bandas que se dedican a los secuestros extorsivos, y de tratarse de un caso de trata de personas, es poco frecuente que a la víctima la dejen hacer una llamada, explicaron las fuentes consultadas.
Julia Gallardo cree en los dichos de su hermana, pero el caso también le genera muchas dudas. "No hubo una pelea familiar, ella es una chica muy cercana a nosotros y muy cariñosa. Espero que las filmaciones de la zona puedan identificar a esos hombres. Creo que los delincuentes se pudieron haber confundido de víctima o se arrepintieron de lo que hicieron", comentó a LA NACION.
Luego de declarar en la fiscalía y tras los exámenes médicos que le realizaron en el hospital Penna, que descartaron un abuso sexual y violencia física, Blanca volvió a la casa donde vive con su hermana Julia; su cuñado, Walter, y su sobrino de dos años. "Ella está muy shockeada por todo lo que vivió, ha estado llorando y tenía gran ansiedad por volver a ver a su sobrino", afirmó Julia.
A ella le pareció muy raro que su hermana hubiera ido sola al cine el sábado a las 17.30, por lo que estuvo muy nerviosa durante la tarde.
"Me preocupa que Blanca haya sido engañada por alguna red de trata de personas, porque ella nunca va sola al cine. Tiene pocas amigas y nosotros las conocemos", dijo Julia, que espera que la Justicia encuentre a los hombres involucrados.
Blanca nació en Ciudad del Este, Paraguay, y hace cinco años que vive en Parque Chacabuco junto con su hermana, que llegó a la Argentina hace 15. Según comentó Julia, es la única familia que la chica tiene en el país. Ahora espera que su hermana salga del shock y pueda volver a sus actividades y reincorporarse a su trabajo de niñera cuanto antes.
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