Intentó robarle el auto a un policía que lo baleó, sus cómplices lo llevaron al hospital, pero llegó muerto
El delincuente se acercó hacia el lado del conductor del auto y apuntó al policía que, sin abrir la puerta y desde su asiento, efectuó una ráfaga de seis disparos que impactaron en el pecho del ladrón
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LA NACION
Un oficial de policía mató a uno de los delincuentes que quiso robarle su auto el martes a la noche en la localidad bonaerense de Rafael Castillo, en el partido de La Matanza. El cuerpo malherido del ladrón fue recogido de la calle por los cómplices que o llevaron hasta un hospital de la zona a donde ingresó muerto.
El hecho ocurrió a las 21.56 de ayer y quedó registrado en una cámara de seguridad privada que captó la secuencia completa que comenzó cuando, entre dos vehículos, encerraron al auto en el que circulaba el uniformado.
Del segundo auto en el que iba parte de la banda, bajaron dos ladrones. Uno se acercó corriendo hacia el sector del conductor del auto y apuntó al policía que, sin abrir la puerta y desde su asiento, efectuó una ráfaga de seis disparos que impactaron en el pecho del ladrón.
El cómplice, que se había bajado del mismo vehículo, volvió sobre sus pasos e ingresó de nuevo al rodado. En tanto, el policía abrió la puerta de su auto, miró al delincuente que estaba tirado malherido sobre la calle y huyó en su rodado ante el peligro que aún estaba latente.
Menos de un minuto después, dos cómplices del delincuente herido llegaron en un auto blanco y subieron al ladrón herido en el asiento trasero y lo llevaron hasta el hospital de Merlo, a donde ingresó sin signos vitales y se certificó la muerte.
Un “ritual tumbero” en La Plata
El martes a la mañana, en la localidad de Los Hornos, en el partido de La Plata, se escuchó el estruendo de una secuencia de disparos y fuertes ruidos de escapes de motocicletas que provenían del velorio que amigos y familiares realizaron tras la muerte de Marcos Elías Andrade, un joven delincuente abatido la semana pasada en medio de una persecución policial tras un robo que había cometido junto a otras dos personas.
Conocido como “ritual tumbero”, el acto consiste en disparar al aire con armas de fuego y acelerar diferentes motos para provocar mucho ruido. En esta ocasión generó revuelo por haberse grabado y difundido por las redes sociales. “El ruido como a vos te gustaba. Descansá en paz, amigo”, se leía en uno de los posteos.
El velorio tuvo lugar en la zona de la avenida 66 y la calle 132. Allí se reunió un numeroso conjunto de jóvenes y adultos en la puerta de entrada de la casa velatoria donde el joven de 23 años fue despedido el lunes.
La muerte de Andrade sucedió hace una semana en la localidad de Tolosa, cuando junto a otros dos amigos asaltó a un hombre de 33 años y le robaron su moto. La víctima dio aviso a la Policía, quienes comenzaron una persecución a toda velocidad. Andrade recibió un disparo en la parte baja de la espalda, perdió el control de la moto, cayó e impactó contra el asfalto. Rápidamente, fue trasladado al hospital San Roque, donde ingresó con vida, pero en estado crítico y murió horas después.
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