Desopilante: En la audiencia virtual, un preso se ofreció a resolver un inconveniente con el Zoom: “Yo se lo arreglo, jueza, fui DJ”, explicó
Ocurrió durante el juicio en el que se acusa a 22 miembros de la Banda de los Monos por delitos gravísimos; la audiencia debió ser suspendida por el problema informático, ya que el Servicio Penitenciario no quiere trasladar a los presos al tribunal por cuestiones de seguridad
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ROSARIO. Las revelaciones de todo tipo y tenor en torno a las actividades de la Banda de los Monos son cotidianas y ya parecían no sorprender a nadie, al menos hasta hoy. En pleno juicio virtual contra 13 miembros de la banda por un cúmulo de graves crímenes, el operador del Servicio Penitenciario se complicó con el Zoom, ya que no podía desmutear la computadora. Y uno de los acusados le ofreció al tribunal una solución. “Yo se lo arreglo, fui DJ...”, se justificó.
La anécdota, que podría parecer un hecho desopilante, es, en realidad, síntoma de una situación muy grave. Es que el Servicio Penitenciario de Santa Fe no quiere trasladar a los presos al Centro de Justicia Penal (CJP) de Rosario porque no pueden garantizar la seguridad. Y los abogados defensores retrucaron que los imputados tienen que poder oír la cantidad de escuchas telefónicas que va a mostrar la fiscalía para sustentar la acusación en su contra.
Ante semejante panorama, la jueza Valeria Pedrana suspendió la audiencia. Dispuso un cuarto intermedio hasta mañana a las 9. La magistrada exigió el traslado de todos los detenidos para la audiencia presencial en el CJP. El Servicio Penitenciario insiste con que se haga de manera virtual, ya que el traslado de los 13 Monos al tribunal es un desafío de seguridad que no quieren afrontar. No está dicha la última palabra, aún.
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La de hoy era una audiencia importante, porque los fiscales iban a exponer las pruebas que hay contra 22 personas que están detenidas y que son miembros de la banda de Los Monos, entre ellos, su fundador Máximo Cantero, alias El Viejo, y su expareja, Patricia Celestina Contreras, madre de Claudio “Pájaro” Cantero y Ariel Máximo “Guille” Cantero, y quien crio desde niño a Ramón Ezequiel “Monchi” Machuca. Todos están acusados de realizar atentados contra escuelas y estaciones de servicio en pleno proceso electoral de noviembre pasado. El objetivo de estos ataques fue provocar, según la fiscal Valeria Haurigot, “intimidación pública”.
Pero la audiencia se suspendió porque el sistema de videoconferencia no funcionó. Los detenidos estaban alojados, para participar de la audiencia, en dos salas del llamado Order, la Alcaidía de la Policía, donde los imputados no escuchaban lo que se decía en la sala del CJP. Entonces, no pudieron identificarse, es decir, dar a la jueza Pedrana los datos personales básicos, como su nombre y su DNI.
Se usó ese método de videoconferencia porque al ser detenidos de “alto perfil”, el Servicio Penitenciario de Santa Fe “no pudo garantizar la seguridad en el traslado de los imputados”, según explicó en la audiencia la magistrada. Desde el juicio contra otros miembros de la banda de Los Monos, acusados de planear ataques contra jueces y edificios judiciales, se tomó el hábito de que las audiencias se hagan por videoconferencia. A pesar de que el proceso se realiza de forma virtual, todo el edificio del Centro de Justicia Penal está custodiado por Gendarmería, que bloqueó con vallas de acero las calles que circundan el edificio judicial.
Contrapunto
Tras una demora de dos horas, a la espera de que se solucionaran los problemas en el sistema de videoconferencia, la jueza Pedrana decidió dictar un cuarto intermedio hasta este miércoles, cuando a las 9 de la mañana está previsto que se realice la audiencia imputativa con los imputados presentes en la sala.
En medio de la extensa espera, los abogados defensores de los acusados se quejaron de la improvisación en la realización de la audiencia y señalaron que los imputados debían escuchar lo que se decía en el debate porque varias pruebas aportadas por la fiscalía eran escuchas telefónicas que se iban a transmitir en la sala.
La audiencia trunca transitó por momentos de tensión, porque la jueza exigía que funcionara el sistema y les pedía a los efectivos del Servicio Penitenciario que solucionaran los inconvenientes y desmutearan la computadora que estaba en una de las salas, donde se encontraban los detenidos más importantes, entre ellos, El Viejo Cantero, señalado en este proceso como jefe de una asociación ilícita.
En un momento, uno de los imputados le dijo a la jueza que podía aportar una solución porque “había sido DJ” y entendía de sonido. El comentario incluso provocó risas en la audiencia, en la que los fiscales Valeria Haurigot y Franco Carbone tenían previsto aportar pruebas fuertes contra esta organización que realizó varios tipos de delitos, todos ellos violentos, como los atentados a siete estaciones de servicio y a una escuela.
El subsecretario de Asuntos Penitenciarios de Santa Fe, Walter Gálvez, advirtió en diálogo con LA NACION que “es la primera vez que falla el sistema de esa manera, lo cual resulta muy extraño porque el audio se probó al mediodía y funcionaba perfecto”.
“Se realizaron más de 1200 audiencias de forma remota y nunca hubo problemas. A mí me llama la atención que suceda esto y que ahora se tenga que trasladar a los presos”, señaló.
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