Inseguridad: otro golpe del delito expuso el riesgo de las salidas anticipadas
El delito golpea con dureza en el conurbano. Las estadísticas criminales de la Procuración General bonaerense establecen una curva ascendente de robos desde el amesetamiento provocado por las primeras semanas de férrea cuarentena. Durante los primeros 97 días de aislamiento social obligatorio fueron denunciados 452 delitos cada 24 horas. Uno de esos repetidos episodios tomó ayer estado público con la fuerza de las imágenes de una cámara de seguridad. Se pudo observar entonces la desesperada lucha de una mujer frente a dos ladrones que se subían a su automóvil. No intentaba defender un bien material, sino evitar que se llevasen a su pequeño hijo.
Los ladrones se fueron con el niño de seis años, al que golpearon y arrojaron a doscientos metros del lugar de eserobo en el partido de Almirante Brown. Fueron detenidos algunas horas después. Y no fue sorpresa que tuviesen antecedentes penales y que hubiesen sido liberados durante la cuarentena. El cruce de las estadísticas es un real gráfico de la situación: coincide el aumento de delitos con el mayor nivel de excarcelaciones.
"Uno de los detenidos tiene antecedentes por secuestro extorsivo y recuperó la libertad en abril pasado, no es un nene de pecho, debía estar en la cárcel", expresó el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, al informar la captura de los sospechosos. El vehículo fue recuperado.
El episodio sufrido por esa familia en Almirante Brown tiene particularidades que lo transforman en un ejemplo de la situación cotidiana en el conurbano. Por un lado, delincuentes reincidentes que obtienen beneficios judiciales. Más de 4500 presos fueron excarcelados desde marzo pasado de los penales federales y bonaerenses. En el caso de las prisiones del sistema federal, solo un poco más del diez por ciento de esos reclusos había cumplido la pena. El resto recibió prisiones domiciliarias o libertades asistidas, beneficios de difícil chequeo para las autoridades. El objetivo fue evitar la sobrepoblación carcelaria. Se cumplió, ya que por primera vez en muchos años sobran plazas en el sistema penal federal.
"Ninguno de los que salió en libertad en este tiempo está buscando trabajo en un supermercado o en una estación de servicio, sino que está robando. El Poder judicial y el sistema penitenciario deberían ser parte de la solución y no del problema", aseguró Berni. Y agregó que, entre ambos, esos delincuentes "estuvieron diez veces en prisión".
Vecinos organizados
No es la reincidencia de los detenidos el único punto que impacta en el caso ocurrido en Almirante Brown. También quedó expuesto un cambio en la reacción social ante el delito que emerge en la profundidad del conurbano. No se trata del natural intento de una madre por defender a su hijo, sino el posterior compromiso de vecinos que se organizan para frenar la ola de delito. Los dos sospechosos fueron atrapados por los múltiples aportes que la causa recibió de ciudadanos que se indignaron por la imagen de esa mujer que intentaba correr desesperada en busca del niño. Los ladrones fueron identificados gracias a personas que los reconocieron en esa grabación.
"Les dije que se llevaran el auto, pero que me dieran a mi nene. Lo escuchaba gritar ‘mamá, mamá’. Los vecinos escucharon y encendieron la alarma vecinal y entonces, a las dos cuadras, lo tiraron a la calle. Mateo me dijo: ‘Me tiraron, mamá’. Yo vi que frenaron, lo manotearon y lo tiraron. A mi nene lo golpearon. Es terrible", contó entre lágrimas Claudia.
Su relato conmocionó a muchos y la familia empezó a recibir mensajes con los nombres de los delincuentes. Las fotos en sus perfiles de Facebook coincidían con el recuerdo visual que tenía la víctima. Con esos datos aportados por vecinos, la policía tuvo la pista para ir en su búsqueda. El fiscal Gerardo Mohoraz pidió al juez de Garantías Gabriel Vitale la autorización para allanamientos de urgencia. Uno de esos delincuentes fue detenido en Almirante Brown y el otro, en Florencio Varela. Cuando la policía sorprendió a este último, el hombre estaba en pleno proceso de teñirse el cabello para disimular los mechones rubios con los que quedó registrado en el video.
La sonora alarma vecinal salvó al niño en este caso. Es un recurso que forma parte del paisaje en algunos barrios del conurbano. Al igual que los pasacalles que advierten a delincuentes sobre la posible reacción de vecinos cansados de soportar robos en forma permanente. Esa nueva realidad fue informada por LA NACIÓN en su edición de ayer, con los casos de varios barrios en los que suhabitantes expusieron su hartazgo mediante carteles.
Señales en las calles
Otro indicador del actual nivel de la violencia en el conurbano está representado por el aumento de mortales enfrentamientos entre policías y ladrones. Se notificaron 57 delincuentes abatidos este año en esas situaciones. En todo el año pasado esa cifra no había alcanzado a 40 muertes. En el 90 por ciento de los casos el tiroteo se produjo cuando el policía estaba fuera de servicio y era víctima de un robo. Ayer un policía murió en un suceso similar en La Matanza, cuando intentó evitar un asalto frente al comercio de su madre.
La estadística criminal de la Procuración General bonaerense, en tanto, detalló que entre el 20 de marzo y el 30 de junio se iniciaron 201 expedientes por homicidios dolosos, apenas 16 casos por debajo de los asesinatos registrados en el mismo período del año pasado.
En un intento de frenar la violencia empezaron a desplegarse en el conurbano nuevos contingentes de unidades federales. Sin embargo, 5000 de esos efectivos están asignados solo al control de los permisos de circulación en avenidas y trenes.
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