Inseguridad: le mostraba su auto 0 km a su familia, llegaron unos delincuentes y se lo robaron
El golpe ocurrió anoche en Isidro Casanova y duró menos de 20 segundos; los asaltantes escaparon
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La algarabía de la familia por la novedad se hizo trizas en un instante. Celebraban la compra de un auto 0 kilómetro que acababan de estacionar en la puerta de su casa, en Isidro Casanova, cuando un grupo de asaltantes estacionó a la par, bajaron con sus armas, espantaron a las víctimas, que corrieron para protegerse o levantaron las manos en señal de rendición, y huyeron con el vehículo flamante. El golpe duró menos de 20 segundos.
Según publicaron vecinos de la zona a través de las redes sociales, el episodio tuvo lugar el domingo, apenas pasadas las 21. En Jean Jaures al 4800, varias personas estaban en la vereda, felices junto al auto nuevo que acababa de adquirir un miembro de la familia.
En ese momento, un auto que circulaba a considerable velocidad frenó intempestivamente y se puso a la par del coche flamante. Bajan tres hombres armados, que encañonan a todos los que se encontraban en la vereda; uno de los ladrones corrió hacia el 0 km y entró por la puerta del conductor.
En tanto, y tras amenazar al dueño del auto, los otros dos delincuentes regresaron a su vehículo. Escaparon a toda velocidad a bordo de ambos coches, en direcciones opuestas. Toda la secuencia quedó registrada en una cámara de seguridad activa en el lugar.
Tras el dramático y violento momento vivido, las víctimas dieron aviso a la policía, que aún no pudo identificar a los asaltantes.
“Si tienen que tirar, te tiran”
Este tipo de hechos violentos es “moneda corriente” tanto de día como de noche, según vecinos de Isidro Casanova. Por caso, el pasado 17 de agosto, a plena luz del día, un trabajador se disponía a subirse a su camioneta utilitaria para hacer un reparto de panadería. Allí entonces, dos delincuentes lo sorprendieron para robarle y lo tiraron al piso.
Ese episodio llamó especialmente la atención porque en ese momento circulaba por allí un patrullero de la policía bonaerense que, pese a las desesperadas señas de las víctimas, no se detuvo, con lo que los delincuentes lograron escapar. El insólito descargo de los uniformados fue que “llevaban un detenido a bordo” y por eso no habían visto lo que ocurría.
“Vos venís, te parás en la puerta del negocio todo el día, y los patrulleros no pasan. Siempre llegan después de que los chorros se fueron. Acá lo normal es que te roben; si no te robaron fue por una excepción o porque tuviste mucha suerte”, dijo días atrás a LA NACION una vecina de la zona.
“Esto [la delincuencia] está cada vez peor y sigue creciendo. Yo me crie acá y hoy a la nueva generación de delincuentes no les importa nada. Si tienen que tirar un tiro, lo tiran”, manifestó Diego, otro comerciante del lugar que fue víctima de un robo en su local, a principio de este año.
“Tengo rejas en toda mi casa: esto ya se parece a vivir dentro de un zoológico, con los chorros afuera y nosotros encerrados”, concluyó Matías, otro residente de la localidad que sufrió un asalto a mano armada semanas atrás.
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