Inhumaron los restos del femicida Barreda en el cementerio de José C. Paz
Los restos del cuádruple femicida Ricardo Barreda, uno de los principales protagonistas de la historia criminal argentina desde que asesinó a su esposa, sus dos hijas y su suegra en noviembre de 1992, fueron inhumados esta mañana en el cementerio municipal de José C. Paz, partido en el que murió ayer.
Según informaron desde la Cochería Siciliano, a cargo del traslado del cuerpo, el féretro salió de esa casa fúnebre situada en Rivadavia 181, de José C. Paz, cerca de las 11, rumbo al cementerio municipal, tras la debida autorización judicial.
Barreda, de 83 años, murió ayer cerca de las 14 por causas naturales en el geriátrico "Del Rosario", ubicado en la calle Arias al 2600, también de José C. Paz, donde se hallaba internado desde el 10 de marzo pasado, según indicó el director del establecimiento a la policía de la jurisdicción.
Fuentes de ese geriátrico afirmaron a la agencia de noticias Télam que, si bien su estado de salud era delicado, Barreda estaba estable, se alimentaba normalmente y no había expresado molestias, aunque pasado el mediodía de ayer el cuadro empeoró y finalmente falleció.
El odontólogo había llegado hasta ese geriátrico en el que apenas era visitado por un allegado, tras haber permanecido durante varios meses internado en el Hospital Eva Perón, de San Martín, partido en el que había fijado su último domicilio.
A mediados del año pasado, antes de que su estado de salud empeorase, Barreda mantuvo un encuentro con un periodista que lo entrevistó en las calles de ese distrito. En esa ocasión dijo que estaba "muy arrepentido" de haber asesinado a su esposa, Gladys McDonald, de 57 años; a sus hijas, Cecilia, de 26, y Adriana, de 24, y a su suegra, Elena Arreche, de 86. No obstante, concluyó que no quería "revolver" el pasado.
El cuádruple femicidio fue cometido el 15 de noviembre de 1992, en la casona familiar situada en la calle 48 entre 11 y 12, en el centro de La Plata, donde Barreda residía con las víctimas. El inmueble, en la actualidad, está en estado de total abandono.
El odontólogo primero negó la acusación en su contra e intentó hacer pasar el hecho como la consecuencia de un robo en su casa, pero pronto confesó. En 1995, tras un juicio oral, fue condenado la pena de reclusión perpetua por triple homicidio calificado y un homicidio simple.
En el juicio, el propio Barreda contó que el desencadenante fue cuando su esposa le dijo: "Andá a limpiar, que los trabajos de 'conchita' son los que mejor te quedan, es para lo que más servís".
Según contó él mismo en el debate, los homicidios fueron una reacción suya a los maltratos y humillaciones que recibía de sus víctimas.
"Lo siento por mi hija más chica, que fue a la que menos le di y de quien más recibí", declaró en aquel debate oral que terminó con él en la cárcel, donde con los años se dedicó a estudiar Derecho.
Recién en mayo de 2008 Barreda abandonó la Unidad Penal 9 de La Plata al ser beneficiado con un arresto domiciliario y se fue vivir al barrio porteño de Belgrano con su nueva pareja, la docente Berta "Pochi" André, quien murió en julio de 2015 como consecuencia del deterioro de su salud a raíz de graves problemas neurológicos. Ese deterioro cognitivo, precisamente, había sido motivo de desavenencias entre la pareja, lo que motivó la revocatoria del beneficio para Barreda, que momentáneamente debió volver a prisión.
En diciembre de ese mismo año, y luego de varias idas y vueltas judiciales, Barreda recibió la libertad condicional. Y en mayo de 2016 se declaró "extinguida la pena" y se hicieron "cesar las accesorias legales impuestas". A partir de esta resolución, el odontólogo quedó en plena libertad y ya no tuvo que ser controlado por la Justicia.
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