Incendio en Palermo: el neurólogo que murió en el departamento de Felipe Pettinato tenía “líquido acelerante en su cuerpo”

El cuerpo de Melchor Rodrigo, el neurólogo que murió en el incendio del departamento de Felipe Pettinato, tenía “líquido acelerante”. Así lo determinó un peritaje que hicieron expertos de la Superintendencia Federal de Bomberos de la Policía Federal Argentina (PFA).

Según informaron fuentes al tanto de la investigación, los peritos analizaron en un cromatógrafo muestras de piel y huesos tomadas del cuerpo de Rodrigo, de 44 años.

“Se tomaron muestras de la zona más quemada y el análisis determinó la presencia de un líquido acelerante, aunque no se pudo determinar cuál era”, dijo una fuente del caso. El peritaje ya está en poder del fiscal Martín Mainardi, funcionario a cargo de la investigación.

El hecho ocurrió cerca de la medianoche del lunes de la semana pasada en el departamento de 22F del edificio situado en Aguilar 2390, esquina Cabildo, en Palermo.

El cuerpo de Rodrigo fue encontrado en el living. Estaba en posición de cúbito ventral, carbonizado. La autopsia reveló que el deceso se produjo por quemaduras críticas, congestión, edema y hemorragia pulmonar. Pettinato, de 29 años e hijo del músico Roberto Pettinato, presentaba signos de intoxicación por monóxido de carbono.

El fuego se habría iniciado con un “elemento ígneo”, como puede ser un encendedor, un fósforo o pedazos de papel previamente acondicionados para ser encendidos, “cuyo potencial térmico fue transmitido a elementos con capacidad de arder”, según un peritaje hecho por especialistas de Bomberos de la Ciudad.

“No se descarta que en el suceso hayan utilizado una sustancia líquida que haya funcionado como acelerante de la combustión, cuyos vapores fueron inflamados con un elemento de llama libre [encendedor, fósforo o pedazos de papel]”, según se agregó en el citado informe preliminar.

Ese dato fue confirmado por el peritaje realizado en el cuerpo del neurólogo, de 44 años.

Más allá de esos informes todavía no está claro para la Justicia la forma en que se inició el fuego que derivó en la muerte de Rodrigo. Solo Pettinato acompañaba al neurólogo en el momento del siniestro. Aún no fue tomado su testimonio en la causa, ya que los médicos establecieron que Pettinato no se encuentra en condiciones de dar una declaración sobre lo sucedido.

Pettinato, después de haber estado internado en la clínica Zabala, fue traslado al sanatorio especializado en salud mental Dharma, situado en Boedo. “Personal del sanatorio Dharma se hizo presente la Clínica Zabala, donde está internado Pettinato, y después de una evaluación, determinó que el paciente presenta riesgo cierto para sí mismo y para terceras personas”, había explicado a LA NACION una fuente al tanto de la investigación de las circunstancias que rodearon el incendio y la muerte de Rodrigo.

Los obstáculos de la ley de salud mental

“Todavía está en shock” contó ayer Tamara Pettinato en el programa radial YAQPA, en el que participa. La hermana del joven internado, además, cuestionó los obstáculos legales que encuentran aquellos que buscan asistencia para familiares que rechazan las internaciones. ”Es algo que se podría haber evitado si la Ley de Salud Mental fuera de otra manera y la familia de los enfermos psiquiátricos pudieran intervenir antes y no esperar a que pase algo y ahí recién te ayudan”, dijo.

Y agregó: ”Vos te das cuenta que está por suceder algo terrible pero hasta que no sucede no podés internarlo contra su voluntad. Y en general una persona en ese estado no quiere que lo internes”.

Tamara Pettinato relató que estuvo en contacto con la madre del cantante Santiago “Chano” Moreno Charpentier, quien recibió un disparo en el abdomen por parte de un policía en medio de un presunto brote psicótico. ”Es muy difícil. Terminamos siempre ayudándonos entre familias que pasan por lo mismo. No sabés a quién recurrir para que te ayuden”, sostuvo Tamara Pettinato. Y concluyó: “Tengo un hermano que tiene una enfermedad. Nunca me voy a enojar con él y nunca voy a soltarle la mano”.

En el caso del artista Chano su familia había solicitado varias veces su internación compulsiva, incluso llamó al sistema de emergencia de una firma de medicina prepaga frente al visible estado de alteración emocional que tenía el cantante esa noche del domingo 25 de julio del año pasado, en el barrio Parque La Verdad, de Capilla del Señor, donde vivía el músico. Incluso, arremetió, cuchillo en mano, contra un policía. El oficial bonaerense Facundo Amendolara disparó en ese momento. Chano se recuperó de la herida, pero el uniformado enfrenta una causa por lesiones gravísimas agravadas por el uso de arma de fuego y por ser funcionario policial, delito que tiene prevista una de pena de entre 3 y 15 años de prisión.

Al igual que Tamara Pettinato, la madre de Chano también explicó, tras esa noche de violencia extrema, la situación legal que impedía dar una major ayuda a su hijo. Ella lo veía “muy triste y enfermo” y entonces empezó a insistirle para que se internara. Si bien en un primer momento Chano aceptó, a los pocos días abandonó la clínica y en ese punto la situación empeoró. “Yo iba a la noche a su casa a saber si estaba vivo, si respiraba. Él no podía parar”, expresó Marina Charpentier al detallar lo ocurrido pocos días anteriores al incidente.

La ley de salud mental aprobada en 2010 establece que “la internación involuntaria de una persona debe concebirse como recurso terapéutico excepcional en caso de que no sean posibles los abordajes ambulatorios, y sólo podrá realizarse cuando a criterio del equipo de salud mediare situación de riesgo cierto e inminente para sí o para terceros”. En mucho casos de trascendencia pública, la decisión judicial llegó tarde.

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