Imputaron a tres militares por el “bautismo” con cal viva a egresados de un curso de paracaidistas del Ejército

CÓRDOBA.- Tres militares quedaron imputados por “abuso de autoridad militar” y “lesiones leves” por su presunta responsabilidad en la “fiesta de bautismo” que provocó daños en la salud de varios de los 35 egresados del Regimiento 14 de Paracaidistas, que integra la II División del Ejércitode Ejército a los que les arrojaron cal viva en la cara, el 17 de mayo pasado.

Los imputados son el teniente coronel Exequiel Poma, el mayor Eduardo Paván y el cabo 1° Mario Ortega. Este último es el instructor que les arrojó la cal viva en la cara a los soldados, que terminaron con daños en su piel, mucosas y vías aéreas, entre otras lesiones. Poma es el máximo responsable del cuartel y Paván el titular.

A Paván, de acuerdo a la Fiscalía, se le suma que, después del “rito”, hizo maniobras para evitar la divulgación de lo ocurrido y trató de influir en los soldados para que declararan lo que él y un abogado del Ejército (no identificado) deseaban. Las imputaciones son, en esos delitos, ”abuso de autoridad militar” y “falsedad ideológica” en el primero, y “coacción”, en el segundo.

La causa la instruye ahora el fiscal federal Carlos Casas Nóblega, que la recibió de su par Maximiliano Hairabedian. La denuncia fue hecha por un tercero que no estuvo involucrado directamente en el hecho.

Fuentes del Ejército consultadas por LA NACION confirmaron los hechos ocurridos en el campo de instrucción de Córdoba: “Se ordenó el inicio de actuaciones disciplinarias internas, en el marco de las cuales se determinó la existencia de una falta disciplinaria por ausencia de control. A todos los responsables se les impusieron las correspondientes sanciones disciplinarias”. Plantearon que se trató de “un error”.

El ministro de Defensa Luis Petri descreyó que se haya tratado de un error. “Vamos a aplicar las máximas sanciones. Hay 11 personas suspendidas de sus funciones. Si corresponde, se las dará de baja, sin lugar a dudas”, sostuvo ante Radio Mitre. Aseguró que harán un procedimiento de acuerdo al Código de Disciplina del Ejército, tanto en materia legal como administrativa, y que después avanzarán en las acciones penales que puedan corresponder. “Vamos a ser implacables”, argumentó.

“La idea era, con ellos formados en fila, que les gritaran ‘¡paracaidistas!’, ellos respondiera ‘¡siempre!’ y les arrojaban un puñado de harina y un chorro de sidra. Pero en vez de harina les tiraron cal viva en la cara, en la boca”, detalló el martes a este diario el abogado del denunciante, que no es un involucrado directamente, Jerónimo Argañaraz. Los participantes fueron atendidos en el Hospital Militar de Córdoba.

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