Identifican al ladrón que asesinó a un padre de familia que acababa de mudarse de casa
El sospechoso se llama Daniel Ocampo y vivía en el Barrio Mitre hasta que escapó, después del asesinato; una mujer que le hizo de "campana" está presa y ya fue procesada
Eran las 3 cuando un fuerte golpe la despertó. Lo primero que hizo Alejandra B. fue buscar a su marido, Juan Domingo Grillo. Pero no lo encontró en la cama. Lo descubrió "trabado en lucha" con un desconocido. Llegó a escuchar cómo su esposo gritaba: "¡Andate, hijo de puta!", y le pegaba en el rostro al intruso. Ella corrió hacia la habitación donde estaban sus hijas y cuando regresó encontró a Juan malherido, ensangrentado y arrasado por el dolor. Lo habían acuchillado. Pocos minutos después, moría allí, en la casa a la que acababa de mudarse.
El homicidio ocurrió el 4 de marzo pasado a las 3.10, en Conde 4335, Saavedra. Grillo -de 45 años y empleado de Telecom-, su esposa y sus dos pequeñas hijas se habían instalado allí cuatro días antes. Incluso aunque la obra de refacción aún no había concluido.
El dolor de la familia Grillo sigue en carne viva. Pero la investigación no se detuvo. A casi tres meses del crimen, el autor del homicidio ya habría sido identificado. Según informaron fuentes judiciales a LA NACION, se trata de Daniel Ocampo, alias Pachicha. Ya pesa sobre él una orden de captura.
No habría actuado solo. Tuvo una cómplice, que hizo de "campana" en la puerta de la casa de la víctima: se trata de Maira Benítez, procesada con prisión preventiva como "partícipe necesaria del delito robo agravado por el homicidio resultante".
Así surge de la resolución firmada por el juez en lo criminal y correccional porteño Pablo Ormaechea, a la que tuvo acceso LA NACION. La resolución fue confirmada por la Sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional porteña.
La intención de Pachicha era robar en la casa, todavía en obra. Pero como fue descubierto por la víctima, atacó a Grillo y lo apuñaló.
Según la investigación que hicieron el fiscal José María Campagnoli y su equipo de colaboradores junto con detectives de la Policía de la Ciudad, Pachicha Ocampo y Benítez vivían en el Barrio Mitre, de Saavedra, cerca de la casa de la víctima.
Las cámaras, claves
A partir del análisis de las cámaras de seguridad instaladas entre la casa de Grillo y el Barrio Mitre, los investigadores pudieron reconstruir el recorrido de los sospechosos antes y después del crimen.
"Un análisis de las filmaciones de las cámaras de seguridad y monitoreo instaladas en la zona acredita que Maira Benítez salió del Barrio Mitre apenas unos minutos antes de que lo hiciera el autor material del hecho, quien se trasladó en bicicleta. Luego del asesinato de Grillo, la joven regresó a pie hacia el Barrio Mitre por Ruiz Huidobro y se quitó la prenda superior que vestía", afirmó el fiscal José María Campagnoli en el dictamen presentado ante el juez Pablo Ormaechea.
Mientras la familia y los vecinos de Grillo se conmovían por la dramática noticia, en el Barrio Mitre, situado a tan solo 400 metros de la escena del crimen, empezó a comentarse que detrás del homicidio estaban Ocampo y Benítez.
"Maira hizo de campana de Pachicha", escucharon de parte de varios testigos los detectives de la Policía de la Ciudad que recorrieron la zona después del crimen.
En su declaración indagatoria, la joven sostuvo: "No tengo absolutamente nada que ver con el hecho que se me imputa". No quiso responder preguntas ni del juez ni del fiscal. Su defensa apeló el procesamiento, pero la Cámara del Crimen le infligió un nuevo revés.
"Se constató cuál fue el recorrido de llegada y salida de Benítez a las proximidades de la vivienda de la familia Grillo y, más allá de las afirmaciones subjetivas del personal policial a cargo de la investigación, en cuanto a que señalaron que la persona que se observaba en dichas filmaciones se trataba de la nombrada Benítez, el informe técnico-pericial elaborado por la División Individualización Criminal de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires concluyó que la persona que se reflejaba en una de esas mismas filmaciones podría tratarse, efectivamente, de Maira Benítez, ya que las fotografías indubitables obtenidas de la misma establecían y demostraban con ella ?coincidencias formales entre los componentes faciales observables'", sostuvo el juez a la hora de procesar con prisión preventiva a la sospechosa de haber hecho de campana del robo que culminó con un homicidio.
Fuentes judiciales resaltaron la tarea del personal de la Brigada de la Comisaría Comunal 12 de la Policía de la Ciudad, que, según dijeron, trabajó con intensidad en el caso, tomó contacto con vecinos de la zona y analizó en detalle los registros de las cámaras de seguridad correspondientes a la hora del hecho.
Para el fiscal Campagnoli, con la decisión de descartarse de parte de su ropa y quedarse en musculosa al regresar al Barrio Mitre Benítez buscó despistar al personal policial.
"La acción de alterar su vestimenta encuentra lógico fundamento en la trascendencia del caso y la alarma que este generó entre los vecinos, que dieron rápida alerta a la policía. Al desprenderse de su prenda superior la encartada dificultó su individualización por parte de la policía, en tanto la vestimenta de las personas -conforme surge de la experiencia recolectada en un sinnúmero de procesos criminales en los que ha tomado intervención esta fiscalía- es una de las principales características que logran ser observadas por los testigos y, en consecuencia, sirve de especial guía para los numerarios que despliegan el rastrillaje posterior en la zona tendiente a dar con las personas involucradas" en el hecho.
Si bien fue identificado y se ordenó su captura, Ocampo aún no pudo ser detenido. Después del homicidio y tras emprender la huida, Pachicha no volvió a visitar a sus hijos y tampoco regresó al Barrio Mitre. Algunos comentarios de los vecinos lo ubicaban en Santa Teresita.
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