Hugo Tognoli, libre por falta de mérito
El juez federal de Rosario Carlos Vera Barros entendió que no había pruebas como para procesar al ex jefe de la policía de Santa Fe por encubrir a un presunto traficante; "Fui un preso político", dijo, al regresar a su domicilio
SANTA FE.- El ex jefe de la policía santafecina Hugo Tognoli fue liberado ayer, después de haber pasado detenido 15 días por una investigación basada en escuchas telefónicas que supuestamente lo vinculaban con el narcotráfico y la trata de personas.
De regreso a esta ciudad, después de que el juez federal de Rosario Carlos Vera Barros le dictara la falta de mérito, no dudó en afirmar: "Fui un preso político. Todo lo que viví fue una pesadilla. Pensé que en la República Argentina el «Nunca Más» existía, que no se colocaba presa a una persona que es inocente".
Tognoli se vio beneficiado por la decisión del titular del Juzgado Federal N° 3 de Rosario, quien consideró que los elementos de prueba contra el ex jefe policial "no tienen consistencia" suficiente para vincularlo con un presunto narcotraficante. El juez, no obstante, rechazó el pedido de sobreseimiento, por lo que Tognoli aún seguirá ligado a la causa.
Esta semana Tognoli deberá presentarse ante el magistrado para notificarse del alcance de la resolución. "El juez de la causa le dictó la falta de mérito al considerar que no se habían reunido elementos suficientes como para que siga detenido. Pero el proceso sigue. Ahora hay que probar el hecho que se le ha imputado", explicó la fiscal de la causa, Liliana Bettiolo. "Yo entiendo que habría pruebas suficientes para procesarlo. Pero ésa es mi visión", aclaró.
La investigación data de 2009, cuando Tognoli era jefe de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones, y está relacionada a hechos ocurridos en Villa Cañás. Uno de los indicios contra el ex N° 1 de la policía provincial es un mensaje de texto que un comisario mayor retirado le envió a una mujer que regenteaba un prostíbulo en Venado Tuerto; el otro, una consulta al Registro Nacional de la Propiedad Automotor (RNPA) para conocer la titularidad del dominio de unas camionetas -eran de la Policía de Seguridad Aeroportuaria-, que seguían a Carlos "El Vasco" Ascaini, un hombre que está procesado por narcotráfico.
El elemento que gravitó a favor de Tognol i fue la constatación de que no fue él quien usó la clave para consultar en el RNPA, sino que simplemente gestionó su obtención en 2008, cuando estaba al frente de la ex Brigada de Drogas Peligrosas.
Esa clave quedó, entonces, en poder del comisario Néstor Juan Fernández, que revistaba como jefe de la seccional 2a. de Rosario hasta que fue detenido, el viernes, por su presunta participación en la llamada en favor de Ascaini. Fernández también quedó libre ayer, luego de que el juez Vera Barros le fijara una fianza de 20.000 pesos. Queda detenido el cabo Carlos Quintana, acusado de ser el policía de Villa Cañás al que "El Vasco" llamó para pedirle que averiguara sobre el vehículo que lo seguía.
Según trascendió, el juez admitió como válido el cuestionamiento del defensor de Tognoli, Eduardo Jauchen, sobre supuestas irregularidades de parte de la fiscal, quien omitió dar a conocer en 2009 toda la información que le había dado la Policía de Seguridad Aeroportuaria y sólo lo hizo meses después de recibida.
"Jamón del sándwich"
Conocida la decisión de Vera Barros, el policía se retiró a las 15.15 de las dependencias del aeropuerto internacional Islas Malvinas, del barrio de Fisherton, en Rosario, donde estuvo alojado desde el lunes 22 de octubre, bajo custodia de la PSA.
"Nunca perdí la tranquilidad; sabía que estaba envuelto en algo que no había cometido ni que había existido. [La causa] se politizó desde un primer momento y me sentí el jamón del sándwich. El viernes 19 de octubre, a las 6.40, recibí una llamada del ministro de Seguridad [Raúl Lamberto]; me contaba que estaba la TV Pública en la puerta de su casa y me pedía explicaciones sobre un hecho publicado en un diario nacional [Página 12]. Se ordenaban mi detención y el allanamiento de mi morada. Quedé estupefacto; no podía explicar lo que nunca había hecho", relató Tognoli.
"En cuanto a las escuchas, no podían ser, porque nunca había hablado. Esto se venía orquestando desde los primeros días de octubre. No entendía de qué y por qué se me acusaba. Mientras estuve al frente de Drogas lo único que hice fue trabajar con más de un allanamiento por día. Lo cual no es fácil", remarcó.
Sobre lo que ocurrió desde su detención, explicó: "Estuve alojado en una celda de dos por dos, como un preso común. Salía una hora por día a caminar. Fui muerto socialmente, se dijeron muchas barbaridades, sin sentido. Todos hacían leña del árbol caído, sin tener en cuenta el principio de inocencia. Mi familia fue totalmente destruida", enfatizó.
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