Horror en Vicente López: la familia se había mudado hace pocos meses y no tenía contacto con los vecinos
LA NACION recorrió la zona de la calle Roca al 2100 para hablar con vecinos de la familia de Gabriel Cáceres, que sospechan mató a golpes a su hijo de 7 años, asesinó a puñaladas a su esposa y luego se suicidó
- 5 minutos de lectura'
Conmoción, asombro, estupor y una frase que repiten la mayoría de los vecinos: “no los conocíamos”. Es el resumen de cómo se vive en la localidad de Florida, partido de Vicente López, el crimen de una madre y su hijo de siete años en manos de su esposo que luego se habría quitado la vida y que recién fueron encontrados tres días después.
LA NACION recorrió la zona de la calle Julio Argentino Roca al 2100 para hablar con vecinos de la familia Cáceres que había desembarcado en esa tranquila localidad de la zona norte del conurbano bonaerense entre abril y mayo pasado.
“Yo nunca los vi. Sé que este es el auto de él - señala un vehículo gris estacionado en frente de la casa del doble crimen- y nada más”, dijo a LA NACION Héctor, un vecino lindero a la casa donde fueron encontrados los tres cuerpos: los de las víctimas en la habitación y el del presunto asesino en el baño.
Según el hombre, fue una sorpresa todo lo que ocurrió. “Están hace poco acá. Nunca se escuchó un grito, ni nada, lamentablemente. Yo no los conocía, no los vi. La casa estuvo en alquiler un tiempo”, sumó y recordó: “Vinieron bomberos, policías, peritos, la morguera, todo”.
“No los conocía, no sabía sus movimientos”, reiteró Héctor.
Mariana Lojo, que vive a menos de cien metros del lugar del crimen, aseguró: “Fue re sorprendente, hace 10 años que vivimos acá. Esa casa la alquilaron hace poco, así que conocíamos a los que estaban antes. Con los nuevos nunca tuvimos contacto. Me parece que en abril la alquilaron. Eran vecinos nuevos”.
La mujer luego contó la última vez que los vio: “El sábado pasado salimos caminando con mi nena de tres años. Pasamos por la puerta de la casa y justo estaba el señor, que yo ni lo vi la cara, arreglando la luz. Junto a él estaba el nenito paradito ayudándo. Me quedó grabada su cara, no alcanzo a salir de mi situación de asombro. El nenito tenía la luz en la mano para ayudar al padre, entonces mi nena comenzó a hablar con él y le preguntó si lo estaba ayudando a su papá. Luego seguimos. Eso es lo único que conozco de la familia, nada más”.
Sobre cómo se enteraron del doble crimen, Mariana recordó: “Hoy a la mañana vinimos con mi esposo y dijimos ¿qué pasó? Empezamos a ver patrulleros, uno, dos, tres y dijimos acá paso algo raro. Dimos la vuelta, estacionamos la camioneta y me fui a preguntarle a los oficiales qué pasaba porque puede ser otro vecino que fue asaltado, aunque es una zona tranquila y nos conocemos entre todos”.
“Enseguida mandé un mensaje al chat de Whatsapp de los vecinos preguntando si alguno sabía que había pasado. En ese chat, que es el de seguridad, ellos no estaban. Un vecino contó lo que había pasado y no podíamos creer, sobre todo, lo del nene. No podemos salir del asombro”, contó la mujer.
Mariana contó que luego habló con los vecinos de la otra cuadra y que le comentaron que la familia se había mudado en abril y que era gente normal. “Me dijeron que no vieron nada raro, que no escucharon nada. Yo lo vi el sábado a la tarde y a este matrimonio el sábado a la noche. Así que el sábado no debe haber sido”, dijo y agregó: “Se me pone la piel de gallina al pensar lo que pasó”.
Otra vecina, que prefirió no revelar su nombre, coincidió con Mariana y Héctor en que se trataba de una familia que no tenía contacto con la mayoría de los vecinos y que hacía pocos meses se habían mudado al tranquilo barrio que estaba conmocionado tras el brutal doble crimen.
Una directora preocupada, la clave
El hecho se produjo en una casa de la calle Julio Argentino Roca 2198, de la localidad del partido de Vicente López, y la clave para descubrir el caso fue la intervención de la directora del colegio al que asistía el niño, quien advirtió que el alumno hacía tres días que no concurría a clases y alertó a la policía.
La principal hipótesis de los investigadores es que se trató de un doble homicidio seguido de suicidio y que el posible móvil de la decisión adoptada por el hombre pudo haber estado motivado en problemas económicos.
Las víctimas fueron identificadas como María Daniela Carco, de 43 años, y su hijo Leonel Cáceres, de 7, mientras que el presunto asesino se llamaba Gabriel Cáceres, también de 43 años.
El niño hacía tres días que no concurría a la Escuela Waldorf Cuarto Creciente, situada a siete cuadras de la casa. Como desde el establecimiento educativo no se podían comunicar con los padres, la directora, María Sol Quintas, se presentó en la casa del alumno junto con personal de la policía bonaerense.
Al no ser recibidos por nadie, se decidió abrir la puerta de la casa con la colaboración de un cerrajero y se encontraron con un cuadro de horror. “El niño y su madre estaban muertos. Habían sufrido golpes en diferentes partes del cuerpo. El padre y esposo de las víctimas fue encontrado fallecido dentro de la bañera, que estaba con agua”, explicaron fuentes policiales a LA NACION esta mañana.
Temas
Otras noticias de Vicente López
Más leídas de Seguridad
Misterio en Retiro. Quedó bajo sospecha una amiga de la modelo brasileña que murió al caer desde un sexto piso
La muerte del soldado Chirino. Condenas de hasta 8 años para los acusados del “bautismo letal” en un cuartel del Ejército
"Vehículo en infracción". Qué hay detrás de la nueva modalidad de estafa bajo la fachada de una multa de tránsito
Brutal ataque en Núñez. Actor y standapero, quién es el hombre que quiso matar a puñaladas a su expareja y madre de su hija