Agencia de sicarios. Desde la cárcel de Ezeiza, un preso manejaba la red criminal que cometió crímenes y el ataque a un canal de TV
Un miembro de la banda de Los Monos preso en el penal de Ezeiza encomendó el “trabajo” a un sicario de Los Picudos, una organización “tercerizada” que aporta mano de obra criminal
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Un preso en la cárcel de Ezeiza será acusado de planificar el ataque a tiros contra Televisión Litoral en Rosario, que se produjo el 12 de diciembre pasado, cuando un “soldadito” bajó de un auto y disparó contra el portón de la emisora.
El que, según la investigación, dio las órdenes para atentar contra el canal rosarino es Nicolás Avalle, un miembro de la banda de Los Monos que carga sobre sus espaldas varias causas judiciales, entre ellas, una por narcotráfico y otra por el secuestro extorsivo del hijo de un empresario. Él fue, este martes, uno de los destinatarios de los 20 allanamientos que se produjeron en Rosario, Villa Gobernador Gálvez y el penal de Ezeiza, ordenados por los fiscales Valeria Haurigot, Franco Carbone y Federico Rébola, de la Unidad Especializada de Balaceras.
En la investigación fue clave haber incautado el celular de Avalle en un procedimiento anterior, en la unidad penitenciaria enclavada en territorio bonaerense. Al realizar un peritaje de ese teléfono, los fiscales obtuvieron información detallada sobre cómo se planeó el primer ataque al canal de televisión, que provocó una fuerte conmoción en todo el país, y repudios y reclamos que esta situación violenta se investigara por parte de las asociaciones de medios y periodistas, como Adepa y Fopea.
En octubre pasado apareció un cartel en la puerta de otro canal, Telefé Noticias, con una amenaza directa: “Hay que matar periodistas”. Poco más de dos meses después empezaron a sucederse dos ataques a balazos y uno con bomba molotov contra Televisión Litoral, empresa donde funciona Canal 3, Radio Dos y Rosario3, entre otros medios.
La orden de Avalle fue dirigida a otro personaje que se hizo conocido en los últimos episodios violentos y sangrientos en Rosario. Se trata de Juan José Villazón, líder de Los Salteños, quienes están dominaban la venta de drogas en el barrio Los Pumitas, donde el 5 de marzo pasado fue asesinado Máximo Gerez, un chico de 12 años de la comunidad qom que quedó en medio de un tiroteo con ametralladoras, en una disputa por quedarse con los búnkeres que dominaba este clan oriundo del norte.
La muerte de este chico provocó una pueblada en el barrio de Empalme Graneros, que generó que los vecinos destruyeran cinco viviendas donde ellos afirmaban que los Salteños vendían droga y usaban como búnkeres. Esta espiral de violencia aceleró el envío de 300 gendarmes y 100 policías federales, que arribaron a Rosario cuatro días después de la explosión social en el barrio Los Pumitas.
Villazón fue detenido el mismo día del ataque a Canal 3 con un VW Up y se secuestró un arma que se habría utilizado en el ataque a la emisora.
Avalle, conocido en el mundo carcelario y del narcotráfico rosarino como Pupito, le ordenó otra misión a Villazón, además de disparar contra el canal. El Salteño debía filmar el ataque para luego enviar el video a quien lo había encargado, que en la causa todavía es un fantasma. Es que los autores intelectuales no están identificados, solo los gestores materiales del atentado.
Según la investigación judicial, Avalle también habría planeado desde su celda en la cárcel de Ezeiza otros ataques a balazos y al menos dos crímenes que llevaron adelante sus sicarios el 3 y el 8 de diciembre.
En el peritaje del teléfono de este narco aparece que tramó el crimen de Miguel Ángel Rouilin, un hombre de 46 años que fue acribillado en Los Ángeles al 3600, del barrio Puente Gallego, el 3 de diciembre pasado. Cinco días después ordenó matar a otra persona desde Ezeiza.
Pupito reclutó “mano de obra” para balear un búnker de Cepeda al 3600, en Villa Manuelita, donde terminaron matando de un tiro en el cuello a Ricardo Carrizo, un vecino de 60 años que estaba tomando mates en la puerta de su casa con su familia. Para ese homicidio se sospecha que los gatilleros usaron el Volkswagen Up azul que también se utilizó para el atentado contra Televisión Litoral el 12 de diciembre.
El celular de Avalle fue secuestrado a principios de marzo cuando los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, junto con la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), ordenaron requisar las celdas de miembros de Los Monos en Ezeiza y Marcos Paz, quienes habrían tramado un crimen feroz: el asesinato de Lorenzo Altamirano, el músico callejero que fue secuestrado y cuyo cadáver sirvió como envase para hacer conocer un mensaje en la interna de esta banda criminal.
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