“Hay más gente implicada”. El padre de Lucas González espera que otros policías rompan el pacto de silencio
Héctor “Peca” González sostuvo que aguarda que algún otro imputado por el crimen de su hijo revele nuevos detalles que podrían implicar a otros sospechosos
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El padre de Lucas González, el chico de 17 años asesinado a balazos el 17 de noviembre de 2021 por una brigada de la Policía de la Ciudad en Barracas, sostuvo que “hay más gente implicada” en el crimen de su hijo. Lo sostuvo luego de la detención de un agente porteño señalado como quien “plantó” el arma de juguete hallada en el auto donde viajaban la víctima y tres amigos.
En tanto, el martes continuará el juicio oral con la posibilidad de que alguno de los policías imputados pueda declarar antes del inicio de la etapa de alegatos.
“Sin dudas, creo que hay más gente implicada que no fue imputada. Esta persona fue tan partícipe y tan culpable como el resto. Para mí, hoy son 15 imputados”, dijo a Télam Héctor “Peca” González, padre de Lucas, en referencia al oficial Facundo Matías Torres, detenido el sábado en Lomas de Zamora.
Según la declaración del principal Héctor Claudio Cuevas en el juicio oral por el crimen del futbolista juvenil, Torres arribó a la escena del crimen en una moto y colaboró con el oficial Gabriel Alejandro Issasi en la maniobra de encubrimiento.
Tras la declaración de Cuevas, tanto el abogado de la familia de Lucas, Gregorio Dalbón, como los fiscales Guillermo De la Fuente y Leonel Gómez Barbella pidieron que la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad entregue informes sobre la geolocalización de la moto del efectivo Torres y de su celular para chequear los datos aportados por el principal arrepentido. El informe comprobó que Torres se desplazó por la zona en donde se produjo el crimen y también se dirigió, ida y vuelta, a la Comisaría Vecinal 4D.
Asimismo, una cámara de seguridad registró el paso de una moto de la Policía de la Ciudad, la cual sería conducida por Torres, y cuyo acompañante es Issasi, lo que puede corroborarse mediante la vestimenta que presentaba el día del hecho.
Por tal razón, el fiscal Gómez Barbella solicitó la detención. Torres será indagado este lunes por la jueza Vanesa Peluffo, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional N°7.
Durante la etapa de instrucción de la causa, Gómez Barbella había solicitado las detenciones de otras cinco personas por encubrimientos, entre ellas, dos abogadas de la Policía de la Ciudad y del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, un comisario mayor y dos oficiales.
La Sala IV de la Cámara del Crimen les dictó la falta de mérito, al igual que a las agentes Lorena Miño y Micaela Fariña, que fueron las primeras en arribar a la escena del crimen y que inicialmente también fueron imputadas.
González no creía que rompiera el eventual pacto de silencio entre los policías imputados, hasta que Cuevas se “quebró” y el jueves reveló ante el Tribunal que Torres había sido quien llevó la réplica de arma hallada en el VW Suran en el que iban Lucas, Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga (19) y Niven Huanca (19), y que Issasi la tiró detrás del vehículo luego de que otro de los policías enjuiciados, el subcomisario Roberto Orlando Inca, le dijo “andá a poner eso”.
“Gracias a Dios se puso en papel de papá y de ser humano, y Lucas lo tocó, porque él mismo dijo que lo soñaba, que sentía su respirar, que no le quedó otra que hablar, porque el remordimiento lo estaba volviendo loco”, recordó Peca.
“Escuchar lo que hizo Issasi es sentir que es un monstruo por lo que hizo, siendo papá y que tiene familia. No tuvo consideración de nada, es una persona que va a vivir en la oscuridad siempre”, afirmó.
Antes de finalizar su testimonio, Cuevas se dirigió a Dalbón y le pidió perdón a la familia de Lucas, a lo que el letrado le respondió que “solo Dios perdona”.
“No lo voy a perdonar porque a mi hijo no lo perdonaron. Cuando el otro día, en el cumpleaños le llevamos margaritas al cementerio en vez de disfrutar una familia, tuve que cantarle el feliz cumpleaños en la lápida junto a mi otro hijo. Él aplaudía con sus manitos mientras le cantaba, así que sea Dios y los jueces quienes lo juzguen”, remarcó el padre de Lucas, que ahora espera que haya otros testimonios “contundentes” que “destapen muchas ollas”.
El crimen del jugador de las divisiones inferiores del club Barracas Central fue cometido el 17 de noviembre de 2021, cuando iba junto a sus amigos a bordo de un Volkswagen Suran que fue interceptado por un Nissan Tiida en el que circulaban Issasi, el oficial mayor Fabián Andrés López y el oficial Juan José Nieva, integrantes de la Brigada 6 de la Comuna 4, quienes les hicieron señas para detenerse.
Como no tenían identificación policial, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos les dispararon y un balazo impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.
De acuerdo con la investigación, tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que “plantaron” un arma en el auto de las víctimas.
A los tres miembros de la Brigada la Justicia les adjudica la coautoría del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”.
Además, enfrentan cargos por las “tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”, en el caso de los amigos de Lucas.
En tanto, otros 11 policías de la Ciudad, también detenidos, están siendo juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas a las que fueron sometidos los otros chicos.
Se trata del comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 Daniel Alberto Santana (50); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (51); el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48) y el comisario Juan Horacio Romero (51) y el subcomisario Inca, ambos de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4.
También son juzgados el principal Cuevas y los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Sebastián Jorge Baidón (28), Jonathan Alexis Martínez (34), Ángel Darío Arévalos (34) y Daniel Rubén Espinosa (33).
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