Hallaron un cuerpo en Brandsen y sospechan que se trataría de uno de los jóvenes desaparecidos en Florencio Varela
Los restos estaban quemados, dentro de una bolsa; se realizará un estudio de ADN para confirmar la identidad de la víctima
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La última vez que se activó el celular Lucas Escalante fue el 10 del actual, un día después de la desaparición, a las 18 en la zona de Brandsen. Allí rastrillaron más de 300 policías durante todo el día de ayer sin que se notificasen novedades. Pero todo cambió este mediodía. Fueron encontrados restos humanos a cien metros de la ruta 210, en una bolsa que estaba al lado del paredón del cementerio local. Los investigadores sospechan que se trataría del desaparecido Escalante.
Los restos aparecieron quemados, por lo que el estudio de ADN será necesario para confirmar la identidad. Ese resultado del análisis genético puede demandar varios días. Pese a que el cuerpo fue consumido por el fuego, habrían quedado restos blandos que facilitarían la extracción de muestras de ADN y su cotejo con familiares del buscado joven de 26 años.
Por el momento, los investigadores estiman que por el lugar del hallazgo -donde era buscado Escalante- y la mecánica usada para ocultar huellas -el cuerpo de su amigo Lautaro Morello también apareció quemado, al igual que se vehículo- los restos pertenecerían al joven que fue visto por última vez el 16 de actual y por cuya desaparición hay dos detenidos, entre ellos el hijo de un comisario mayor de la policía bonaerense.
La familia de Lucas desconfía de los rastrillajes efectuados por policías bonaerenses. Incluso había solicitado, antes del hallazgo de restos en Brandsen, que alguna fuerza federal ocupe el lugar de los detectives provinciales.
Y, según adelantó en las redes sociales Romina Escalante, hermana de Lucas, familiares y amigos del joven desaparecido se movilizarán hoy, a las 10, frente a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Florencio Varela, situada en la avenida Presidente Perón al 400,
“Basta de impunidad, basta de permitir que la policía haga lo que quiera. ¡Queremos a Lucas ya!”, fue el mensaje transmitido en Facebook por la hermana del joven desaparecido.
Un pensamiento similar sobre la actuación de los investigadores bonaerense tiene la familia Morello.
La madre y la abuela de Lautaro se reunieron en los últimos días con el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, y le pidieron que la Policía Federal se hiciese cargo de la investigación, debido a que dos familiares de un oficial superior de la fuerza de seguridad provincial aparecen imputados en el caso. Esa decisión debe ser tomada por la fiscalía bonaerense que investiga el caso, aunque la fuerza federal ya adelantó su disposición a colaborar en la pesquisa.
El cuerpo de Lautaro fue hallado el viernes pasado, una semana después que su madre radicase la denuncia por su desaparición, en el cruce de la ruta provincial 53 y la obra en construcción de la prolongación de la autopista del Buen Ayre, en la localidad de Guernica, del partido de Presidente Perón.
Según fuentes de la investigación, el cadáver de Lautaro fue llevado hasta ese lugar, donde los asesinos lo rociaron con combustible y lo prendieron fuego para borrar rastros. El lunes se conocieron los resultados de los estudios de ADN que concluyeron que el cuerpo correspondía al joven que desapareció el 9 de diciembre pasado, cuando Lucas lo pasó a buscar a dos cuadras de su casa en su cupé BMW 135 para ir a festejar el triunfo del seleccionado argentino de fútbol sobre el equipo de Países Bajos por el mundial de fútbol de Qatar.
El cadáver fue hallado a un kilómetro y medio del lugar donde, el 11 de diciembre, se encontró incendiada la cupé BMW de Lucas. La zona había sido rastrillada por efectivos de la policía bonaerense tres días antes de que encontraran el cuerpo calcinado.
Al día siguiente del hallazgo del cadáver de Lautaro fueron detenidos dos sospechosos que habrían sido identificados como Cristian y Maximiliano Centurión. Ambos fueron acusados de participar en el homicidio agravado del joven de 18 años. Cristian había dicho que no estuvo con Lucas la noche que desapareció. Sin embargo, un testigo afirmó ante la fiscal que vio la cupé BMW de Lucas estacionada en la puerta de la casa donde vive el hijo del comisario mayor, en el barrio La Capilla, de Florencio Varela.
El comisario mayor no está imputado en el expediente en el que se investigan las desapariciones de ambos jóvenes, no obstante, la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense inició un sumario administrativo en su contra debido a que se los funcionarios judiciales hallaron vales de combustible destinados a la carga de nafta de los móviles policiales que , supuestamente, iban a manos de Lucas de forma que los investigadores intentar determinar.
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