El cadáver hallado en el río Paraná es el del joven echado por patovicas de un boliche de Rosario
ROSARIO. La Justicia confirmó que el cadáver encontrado por efectivos de la Prefectura Naval en el río Paraná es el de Carlos Orellano, un joven que era buscado desde el lunes, luego de que sufriera agresiones y maltratos en un boliche de la estación fluvial, frente al Monumento a la Bandera, donde un grupo de patovicas y policías lo habría golpeado por tratar de entrar sin entrada al sector VIP del local.
El cuerpo sin vida hallado por la Prefectura fue enviado al Instituto Médico Legal de Rosario, donde se realizó la autopsia y se determinó que el cuerpo era el de Orellano. Aún no trascendió si en la necropsia se identificaron eventuales lesiones. Este mediodía, antes del hallazgo, la familia del joven había denunciado que testigos habían dicho que había rastros de sangre que , según el entorno de Orellano, luego fueron lavados por empleados del boliche.
El caso ya era objeto de serias controversias. Por ejemplo: un polémico de la investigación es que no se pudieron obtener los registros de las cámaras de videovigilancia del lugar, ya que aparentemente no quedan archivadas las grabaciones de las imágenes.
El cadáver fue divisado en el Paraná por una mujer, que avisó a la policía. Luego, la Prefectura Naval comenzó la búsqueda. El cuerpo fue hallado a unos metros de la estación fluvial, donde se encuentra el boliche Ming, al que Orellano había ido el lunes con un grupo de amigos.
La familia de Orellano enfrentó, además, problemas para realizar la denuncia en la comisaría 2ª, ubicada en el centro de Rosario. Este punto está siendo investigado por el fiscal de Violencia Institucional Gonzalo Fernández Bussy.
Ante esta situación, Salvador Vera, el abogado de la familia de la víctima, denunció este mediodía "graves irregularidades" en la investigación por la desaparición del joven y apuntó a personal de seguridad privada del boliche y a policías santafesinos que en el momento del hecho se encontraban prestando un servicio adicional en el lugar.
"La hipótesis fundamental es la desaparición de Carlos en las aguas del Paraná a partir de una situación muy comprometida por parte del personal de seguridad mixto, privado y policial, del boliche. En ese sentido se tomaron testimoniales de personal del local", señaló el abogado en una conferencia de prensa junto a Carlos Orellano, el padre del chico desaparecido.
Vera describió: "La familia ha padecido una situación de graves irregularidades a partir de la denuncia. Habría habido alguna orden de la fiscalía de intervenir y cautelar cámaras, y esto no se habría producido. El boliche habría abierto el lunes, lo que implica una situación irregular tratándose de una denuncia de desaparición y del lugar donde ocurrió el hecho".
El abogado sostuvo que la familia "ha marcado un sendero y un rastro de sangre que comenzaría dentro del lugar. Ellos tienen en claro que hubo una situación que se generó dentro del boliche y que continuó afuera por parte de los propios agentes de seguridad o patovicas y los agentes policiales que cumplían tareas adicionales. A esto se suma la gravedad de la irregularidad de la denuncia que efectuó una de las agentes policiales en la seccional 2ª que no tendría formalización dentro los registros protocolares de la seccional".
Carlos Orellano, el padre de la víctima, dijo: "El 'delito' que cometió mi hijo fue haber entrado al sector VIP sin la pulsera correspondiente. Ahí empezó todo. En vez de pedirle que se retirara lo empujaron. Desde arriba lo golpearon, y ahí le siguieron pegando hasta afuera".
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