Guerra narco en Rosario: relevaron al jefe de la policía tras 12 asesinatos en nueve días
ROSARIO.– Los 12 homicidios en nueve días expusieron, como sucedió también en enero de 2018, el aumento del nivel de violencia en algunas zonas de la ciudad. "Hay una lucha violenta por territorios muy reducidos, algunas cuadras, para la venta de drogas entre terceras líneas que quieren ocupar roles más relevantes en las bandas, cuyos jefes narcos están todos presos", afirmó el titular de la cartera de Seguridad Marcelo Saín.
En esa cartera señalaron que fueron esclarecidos ocho de los 12 asesinato. Pero como consecuencia de ese complejo escenario, el Ministerio de Seguridad de Santa Fe decidió relevar al jefe policial a cargo de la prevención del delito en Rosario, Antonio Romano, quien duró sólo diez días en el cargo.
Fuentes del gobierno señalaron a LA NACIÓN que Romano no cumplió con las consignas que le dieron para conducir la fuerza en Rosario, donde notaron una injerencia en sus funciones de exjefes de la "vieja policía". Aunque los nuevos actores no son tan importantes como antes en la estructura criminal, las pistolas y las balas que usan para matar son las mismas que volvieron a generar preocupación en Rosario y Santa Fe, porque se produjeron 12 ejecuciones en nueve días. En la ciudad de Santa Fe, cuatro de los seis homicidios fueron por balazos en el cráneo, lo que habla del uso del sicario como actor principal de los homicidios.
Al menos siete de esos doce asesinatos en Rosario tienen que ver con la trama narco que explotó en Rosario a partir de 2013, tras el asesinato del líder de Los Monos Claudio Cantero, alias Pájaro, aunque ahora los jefes de las principales bandas están actualmente presos. El uso del sicario en moto es el punto común en estos homicidios, que en ningún caso tuvo el robo como detonante, sino ajustes y venganzas entre los propios jóvenes que integran las bandas.
El 18 de diciembre pasado, una de las primeras medidas que tomó la nueva gestión en Seguridad fue pasar a retiro a 30 jefes de unidades regionales de Santa Fe e intervenir la jefatura de Policía de San Lorenzo, ciudad donde se encuentran las terminales portuarias, debido a que dos comisarios están imputados en una de las causas narco más importantes después de la de Los Monos como es la que tiene como protagonista a Esteban Alvarado. En ese lote estaba la jefatura de Policía de Rosario, donde fue pasado a retiro Walter Gómez, y reemplazado por Romano, quien ayer a la tarde, diez días después de asumir, corrió el mismo destino que su antecesor.
Cada banda desarticulada, en la que actualmente están en disputa los liderazgos, funcionaban con la complicidad de la policía. En el juicio a la Los Monos fueron condenados nueve uniformados; en la causa de Los Ungaro los narcos admitieron que pagaban sobornos a la comisaría 11a. para poder funcionar, y en torno a la causa de Alvarado hay cinco jefes policiales imputados, uno de ellos vivía en uno de los edificios más caros de Rosario. Por eso se sospecha que estos nuevos hechos de violencia pueden tener vinculación con los cambios en la policía, que gerenciaba estas bandas.
"No hay grupo criminal en Rosario que no tenga vinculación con la policía, como se puso en evidencia con Los Monos y Alvarado", afirmó Saín.
Anteanoche dos hombres en una moto pasaron por Alzugaray al 900, en el barrio Las Flores, territorio dominado históricamente por Los Monos, donde dispararon a mansalva contra una casa donde se habían reunido familiares y amigos, entre los que se encontraba Dylan Cantero, el hermano más joven del clan. El ataque los tomó de sorpresa y nadie pudo reaccionar.
Marcelo Berlaris, exbarra de Newell’s, de 49 años, y Antonella Albornoz, de 22, murieron casi en el acto. Otros cuatro familiares fueron alcanzados por las balas, pero sólo tres acudieron al hospital. Dylan Cantero habría sido alcanzado en una pierna por una de las balas. Este joven de 20 años es el hijo menor de Celestina Contreras y Máximo Cantero, la primera con detención domiciliaria y el segundo, preso en la cárcel de Piñero. Se estima que este ataque estuvo dirigido contra Los Monos.
"Muchos de los homicidios en competencia entre grupos criminales en determinadas periferias son para abastecer de sustancias prohibidas, drogas o cosas robadas a la sociedad que está dentro de los bulevares", aseguró Saín.
Antes de dejar el cargo, el jefe de la policía en Rosario analizó que este nuevo espiral de violencia está relacionado con "varias bandas narco que quieren ocupar terreno y esto generó una guerra".
Pocas horas antes de ese ataque en el barrio Las Flores, territorio histórico de Los Monos, fue asesinado Matías Amaral, de 23 años, hermano de Brisa, de 20, quien era la novia de Jonatan Funes, el muchacho que a principios de febrero de 2018 fue acribillado cuando conducía un Audi A6 en el cruce de las rutas 18 y A012, a pocos metros de la cárcel de Piñero. Los Funes, aliados de otro peso pesado del narcotráfico como René Ungaro, son otra banda enemiga de Los Monos en la zona sur de Rosario.
En Ituzaingó 34 Bis, donde fue acribillado Matías Amaral funcionaba un búnker de venta de drogas y los testigos identificaron a dos personas vestidas de policías que dispararon contra Amaral.
A fines de abril de 2018, cuando se realizó una audiencia imputativa contra parte de la banda de Los Funes, el fiscal Matías Edery calculó que se produjeron 27 asesinatos en el marco de esta pelea que empezó a viralizarse a tiros en enero de 2018.ß
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