Guerra de barras en Avellaneda: una interna entre facciones, con Bebote como agitador en las sombras
En la puerta de la sede de Independiente se enfrentaron el grupo de “Loquillo” y los de Barracas, encabezados por un “delegado” del exjefe de la hinchada, que tiene prohibido el acceso a la tribuna por una causa por extorsión al ex DT del club, Ariel Holan
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Una batalla campal entre dos facciones de la barra brava de Independiente se registró hoy, en pleno centro de Avellaneda. Corridas, trompadas, pedradas e incluso disparos de arma de fuego entre las bandas fueron registrados por vecinos de la zona, que grabaron con sus celulares la increíble pelea. Al menos 26 personas fueron detenidas, 19 en la provincia y 7 en el barrio porteño de Barracas. El encontronazo se produjo a metros de la puerta de la sede del club, situada en la avenida Mitre entre España y Mariano Acosta, en Avellaneda. Se encontraron las dos facciones que habían sido convocadas para renovar los carnets de socios.
Los grupos que se enfrentaron a balazos en la avenida Mitre responderían a un barrabrava conocido como “Juani”, que habría formado la facción conocida como “los de Barracas”, vinculado a Pablo Alejandro Álvarez, alias “Bebote” y un sector comandado por César Rodríguez, alias “Loquillo”. En la actualidad, la barra brava oficial estaría comandada por Loquillo, quien habría tejido una alianza con Roberto Petrov, alias “Polaco”, integrante del gremio de Camioneros y excustodio de Pablo Moyano, vicepresidente de Independiente. Loquillo no figura entre los detenidos, pero su DNI fue encontrado en la zona del enfrentamiento.
Petrov había sido detenido en noviembre de 2017 en su quinta de Moreno. Allí se enfrentó a balazos con un grupo de efectivos de la policía bonaerense. La captura del custodio del Sindicato de Camioneros había sido ordenada por el fiscal de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera. En ese momento, figuraba como coimputado en el expediente que tenía como acusado a Bebote Álvarez. Pero, en la actualidad estaría colaborando con Loquillo Rodríguez y el sector oficial de la barra brava de Independiente.
En el pasado, Bebote Álvarez y Loquillo Rodríguez eran socios y compartían el liderazgo en la tribuna de Independiente. Pero, desde que el primero de ellos declaró como imputado arrepentido contra Pablo Moyano en el expediente por presunta asociación ilícita que tiene como acusados al vicepresidente de Independiente, al secretario Héctor “Yoyo” Maldonado y el exdirigente Noray Nakis, Álvarez se convirtió en el enemigo número uno del oficialismo del club de Avellaneda.
Aunque fueron socios en la barra brava, Bebote y Loquillo mantuvieron una relación de amor y odio. El enfrentamiento ocurrido en las últimas horas frente a la sede de Independiente constituyó la batalla más reciente de una guerra que comenzó hace nueve años, donde abundaron balazos y corrió sangre.
En octubre de 2013, el Ministerio de Seguridad bonaerense tuvo que suspender el partido entre Independiente y Unión de Santa Fe, ante la posibilidad de un enfrentamiento entre los grupos que respondían a Bebote y Loquillo. Durante el allanamiento en una casa situada frente al estadio Libertadores de América la policía secuestró dos pistolas 9 mm, tres revólveres y diez facas. En ese momento fueron detenidos treinta sospechosos vinculados con Loquillo. Fueron liberados diez días después.
Poco después de la liberación de los imputados por la emboscada frustrada contra el grupo de Bebote, se produjo un enfrentamiento en el complejo habitacional 4 de Junio, el barrio de monoblocks situado a un costado de los Siete Puentes. El tiroteo ocurrido en la esquina de Mansilla y Limay terminó con la muerte de una mujer inocente que pasaba cerca del lugar del enfrentamiento. Lorena Morini, de 39 años. Ema del Carmen Escalante, de 46 años, que también era ajena al hecho, sufrió una herida de bala en la pierna.
A partir de las declaraciones de algunos testigos, los investigadores policiales y judiciales abonaron la sospecha que indicaba que el tiroteo fue una derivación del enfrentamiento frustrado en la previa del partido entre Independiente y Unión de Santa Fe. Si bien Loquillo y Bebote fueron investigados, el Ministerio Público no encontró pruebas para procesarlos por el homicidio en el barrio 4 de Junio.
Hace diez días, ese complejo habitacional fue escenario de un enfrentamiento entre el sector de la barra brava oficial de Racing, conocida como “los de Villa Corina” y un grupo de hinchas de Independiente.
Además de los presuntos vínculos con los dirigentes con los actuales dirigentes de Independiente, algunos de los integrantes de la barra brava aparecen relacionados con referentes políticos de Avellaneda. Por ejemplo, en el listado de trece acusados que tiene la causa por asociación ilícita, que se inició en 2017, figura un inspector de la Municipalidad de Avellaneda. Según informaron fuentes judiciales, se trata de un hincha conocido con el apodo de “Tortuga”. Además, en el sumario hay escuchas en las que se advierten que integrantes de la hinchada se dedicaron a pintar paredes apoyando al intendente Jorge Ferraresi en las elecciones de 2015.
La supuesta vinculación política entre el Frente de Todos y un sector de la barra brava de Independiente fue denunciada por Juan Manuel Lugones, extitular del Aprevide, el organismo de la lucha contra violencia en el deporte.
“Solicito que se investigue si existe un pacto de connivencia entre los distintos sectores de la barrabrava del Club Atlético Independiente , los Organismos de Seguridad Deportiva de la Nación y de la Provincia y algún sector del Partido Justicialista Provincial, que brinda impunidad a un sector de barrabravas, reconocidos por los Organismos de Seguridad como el ‘Sector Oficial’ de la barra brava y así se les permite el ingreso de las banderas”, expresó Lugones en su presentación ante la fiscalía N° 4, Avellaneda.
La sospecha apunta a que, tanto la facción de Loquillo, en Independiente; como la de Villa Corina, en Racing, habrían sido convocadas para realizar pintadas a favor del Frente de Todos en las últimas PASO. A pesar de la denuncia, todavía no hay ningún imputado en el expediente.
Como líder de la barra brava de Independiente, Bebote habría sido funcional a los Moyano en el enfrentamiento que mantuvieron con Javier Cantero cuando era presidente del club de Avellaneda. Si bien Loquillo, no figura mencionado en esa causa, aparece involucrado en un enfrentamiento registrado en abril de 2012, cuando un grupo de trapitos fue baleado porque se negó a entregar la recaudación por la venta de protección a los socios que concurrieron con sus automóviles al estadio Libertadores de América a presenciar el partido que el club de Avellaneda empató 1 a 1 con Quilmes.
Actualmente, Álvarez está excarcelado por la causa por asociación ilícita denominada “barras” y espera el juicio oral como imputado arrepentido. Tiene una condena en su contra a tres años y medio de prisión por la extorsión al exdirector técnico Ariel Holan, que ya cumplió. Aunque no participa activamente de la política del club, se lo vincula con el barrabrava conocido como “Juani”, que forma parte del grupo “los de Barracas”.
Antes que lo apresaran en las últimas horas por el tiroteo frente a la sede de Independiente, Loquillo tuvo tres causas graves en su contra. En febrero de 2016, fue acusado por su presunta vinculación con el homicidio de Fabián Héctor Guzmán y de su hija, de tres años, ocurrido en febrero de 2016, en la esquina de 193 y Agustín Pedemonte, en el barrio La Cañada, de Bernal. Fue apresado en abril de ese año, cuando salía de un bowling, en Santa Fe, junto con el jefe de la barra brava de Colón. Volvió a ser detenido en noviembre, de 2019, cuando circulaba con otros dos barrabravas de Independiente, en la avenida Pasco, en Temperley. En ese momento, la policía secuestró dos armas de fuego.
Esos grupos de la barra volvieron a enfrentarse ayer por el cambio de carnets que había sido dispuesto a partir de la depuración del padrón por las próximas elecciones en el club, prevista para diciembre próximo. La entrega de carnets se aceleró esta semana por la proximidad del regreso del público a las canchas. Este fin de semana, por decisión del Gobierno, vuelve la presencialidad a los estadios de fútbol, pero Independiente jugará nuevamente de local recién la próxima semana.
Con temor y a los gritos, los vecinos de la zona registraron, desde sus balcones y con sus celulares, la disputa de la banda de “Loquillo” contra la banda “De Barracas”, que tuvo su encontronazo más fuerte en la esquina de Mitre y España, donde hay una sede del banco Santander, y a metros de un colegio primario. En esa misma cuadra hay otra media docena de entidades bancarias, un centro médico y hasta una iglesia evangélica.
El enfrentamiento culminó con la detención de 26 personas y al menos dos armas 9 mm confiscadas. También se secuestraron dos autos (un BMW y un Renault Clio) usados por la facción que escapó desde el lugar de los incidentes hacia la Capital.
Cuando agentes y patrulleros de la fuerza policial de la Provincia se hicieron presentes en la zona del conflicto, algunos barras huyeron por Puente Pueyrredón. Allí, en el ingreso a la ciudad de Buenos Aires, fueron detenidos por personal de la Comisaría Vecinal 4 de la Policía de la Ciudad.
Tras los graves incidentes, Independiente emitió un comunicado en el que se repudió la situación de violencia. “El accionar de estos grupos representa todo lo que no queremos para nuestra institución y la sociedad en general. Continuaremos trabajando para que todos disfrutemos en paz cada encuentro disputado en el Libertadores de América y cada actividad que suceda en nuestras instalaciones”, afirmó el club que ayer fue escenario de otro episodio de la lucha entre barras.
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