Golpe a la mafia de los taxis en Ezeiza: ordenan detener a diez sospechosos
Un taxi mal estacionado en el aeropuerto internacional de Ezeiza fue el punto de partida de una investigación que puso al descubierto una organización criminal que extorsionaba a choferes y les exigía plata para permitirles levantar pasajeros en el lugar.
En las últimas horas, en un golpe a la denominada "mafia de los taxis de Ezeiza" el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena ordenó detener a diez presuntos integrantes de esa asociación ilícita.
Fuentes judiciales informaron a LA NACION que la investigación llevó 13 meses y contó con la participación de un "agente revelador": un integrante de una fuerza de seguridad que se hizo pasar por chofer de taxis para conocer en detalle la operatoria de la asociación ilícita.
Según fuentes judiciales, uno de los imputados es empleado de la empresa Aeropuertos Argentinas 2000 y era quien se encargaba de conseguir las credenciales que habilitaban a los taxistas a entrar y salir sin problemas de la aeroestación.
Como en la denominada causa de los cuadernos de las coimas, la mafia de los taxis escribía el dinero que llevaba recaudado en cuadernos marca Gloria
Los allanamientos, a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) comenzaron hoy a la mañana. Se concretaron nueve de las diez órdenes de detención. Entre los apresados, según fuentes judiciales, está Víctor Hugo Castillo, delegado gremial del Sindicato de Conductores de Taxis Capital Federal, cuyo secretario general es José Ibarra.
En los operativos, la PSA secuestro una importante cantidad de dinero y anotaciones a mano de la recaudación de la asociación ilícita. Como en la denominada causa de los cuadernos de las coimas, la mafia de los taxis escribía el dinero que llevaba recaudado en cuadernos marca Gloria.
"Estas personas [los imputados] forman parte de una asociación ilícita constituida por una amplia estructura cuyo objeto principal es obtener un rédito económico a través del pago de los choferes de taxis, ya sea por parte de la organización o bien a través de vender viajes a taxistas que están fuera de la órbita de la parada de Ezeiza", según se desprende del expediente judicial.
Como se dijo, la pesquisa comenzó hace 13 meses. El 9 de enero del año pasado, cuando personal de la PSA "constató una infracción vehicular por mal estacionamiento de un vehículo tipo taxi de la ciudad de Buenos Aires", según consta en la causa.
Cuando personal de la Oficina de Contravenciones y de Faltas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) se acercó hasta el taxi mal estacionado, el chofer explicó que "no era de la parada oficial, y que a él le cobraban 150 pesos por cada viaje que sacaba del aeropuerto y que el dinero se lo daba a un tal Arito, que hacía las veces de recaudador".
Después, a la conversación se sumó personal de la División Operaciones Policiales de la Unidad Operacional de Seguridad Preventiva de la PSA. El chofer del taxi mal estacionado sostuvo que "existe un coordinador de viajes que lleva el control por medio de una planilla de la cantidad de servicios que se realizan por día y el monto que se debía pagar por cada día".
Para avanzar en la investigación, Villena decidió hacer uso de la figura del agente revelador. El falso chofer de taxi aportó información relevante para la causa y obtuvo filmaciones y audios de quienes conformaría la organización criminal.
"Queremos que los argentinos se sientan cada vez más tranquilos y, en este caso, puedan trabajar donde les corresponde", explicó la ministra Patricia Bullrich en un comunicado de prensa difundido por la PSA.
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