Golpe comando: el botín que se llevaron los delincuentes es de $3.000.000
Como cualquier otro lunes, minutos antes de las 8 varios empleados del Walmart de Avellaneda realizaban, detrás del mostrador de Atención al Cliente, las tareas preparatorias para la pronta apertura de la tienda. Pero no sería un lunes como cualquier otro.
Tres portavalores de la empresa de seguridad privada Brinks cargaban dos grandes sacas en las que a las 7.55 habían colocado el dinero recaudado por el cobro de facturas de servicios en el local de Pago Fácil, en la punta de la galería interna del centro comercial de Sarandí. Por ese pasillo caminaban rumbo al camión de caudales que los esperaba en la playa de estacionamiento del shopping situado en Nicaragua y Acceso Sudeste.
De pronto, entre cinco y siete asaltantes fuertemente armados con fusiles, vestidos con prendas de camuflaje y pasamontañas, los alcanzaron desde atrás y los tiraron al piso. Con la situación dominada, no les costó prácticamente nada arrebatarles los dos bolsones con dinero e irse por el mismo lugar por el que habían entrado, pero ya no con las manos vacías, sino con un botín estimado en 3 millones de pesos. La policía todavía no sabe quiénes son ni dónde están.
Fuentes policiales explicaron que el golpe fue reportado a las 8 de este lunes, cuando los tres portavalores de la empresa de seguridad Brinks que acababan de retirar el dinero del Pago Fácil del hipermercado "fueron sorprendidos y reducidos por siete sujetos armados, vestidos con prendas camufladas de color verde y marrón con chalecos posiblemente antibalas, teniendo todos sus rostros cubiertos con pasamontañas".
Esos asaltantes, que según fuentes judiciales vestían como personal del Servicio Penitenciario Bonaerense, apuntaron con fusiles de asalto e hicieron tirarse al piso a los custodios, identificados como Luis Armua, Rodolfo Ariel Brefanovich y Claudio Martín Giménez. Les quitaron las armas -sendas pistolas calibre 9 milímetros- y las dos sacas llenas de billetes. Luego de eso escaparon del lugar en dos camionetas.
Fuentes allegadas a Brinks dijeron a LA NACION que responsables de la firma, después de recopilar toda la información de lo sucedido, se pusieron a disposición de los investigadores judiciales y policiales.
En tanto, voceros de Walmart precisaron: "Del análisis de las imágenes de nuestro circuito cerrado de video se desprende que cerca de las 7.55 se retiró personal de la empresa recaudadora, luego de realizada la tarea de recaudación en un local de pago de facturas ubicado en el extremo final de la galería comercial. Minutos más tarde, el personal custodio de la empresa recaudadora fue sorprendido por la espalda por un grupo de cinco personas, algunos de ellos portando armas largas (tipo fusil), quienes redujeron rápidamente a los custodios haciéndolos arrojarse al piso y llevándose los bolsos que transportaban. Inmediatamente procedieron a retirarse de la tienda por el mismo lugar utilizado para ingresar, mientras que nuestro personal de servicio médico se acercó para prestar asistencia a uno de los custodios, que presentaba una herida en su labio inferior".
Debido a las labores propias de la unidad de criminalística de la policía bonaerense abocada al caso, "la tienda permaneció cerrada hasta finalizadas las tareas periciales, para luego abrir al público cerca del mediodía", explicaron los voceros del hipermercado.
Tomó rápida intervención personal de la comisaría 4» de Avellaneda, que encontró poco después, en San Nicolás y Darwin -a unos 800 metros del centro comercial-, una camioneta Fiat Ducato blanca con dos patentes distintas (CJV-205 y CRM-601), relacionada directamente con el asalto.
Por orden de la fiscal Solange Cáceres, que interviene en el caso, la policía revisaba este lunes las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona para reconstruir el derrotero completo de los asaltantes, que continúan prófugos.