Gatillo fácil. Murió el cartonero baleado por una oficial de la Policía de la Ciudad
Pablo Pereyra, el cartonero baleado por una oficial de la Policía de la Ciudad que intentó detener a un ladrón que le había robado el teléfono celular, murió esta madrugada, en el hospital Ramos Mejía, donde estaba internado. El fallecimiento de la víctima complicó la situación judicial de la uniformada, que ahora fue imputada del delito de homicidio agravado por abuso de la función como miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de armas de fuego.
Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales. La oficial de la Policía de la Ciudad, cuya identidad no fue suministrada, fue detenida el miércoles pasado por orden del juez en lo criminal y correccional porteño Martín Yadarola, magistrado a cargo del expediente.
El hecho por el que está acusada la uniformada, quien hasta su detención prestaba servicio en el Anexo de la Comisaría Vecinal 1 C, en Constitución, ocurrió el 31 del mes pasado cerca de las 13, en Constitución y Presidente Luis Sáenz Peña, cuando la oficial circulaba en su auto particular con la ventanilla baja y en ese momento un delincuente le arrebató su teléfono celular y escapó a la carrera.
La mujer policía se bajó de su vehículo y, con su arma reglamentaria, comenzó a dispararle al delincuente. Uno de los proyectiles impactó en el cuerpo de Pereyra, cuando juntaba cartones a unos 100 metros, en Constitución y San José.
"Primero se detuvo en un hotel de Constitución a un joven que había quedado filmado por las cámaras de seguridad. En la filmación se lo veía correr por la zona de los hechos. Cuando fue indagado afirmó que él era ladrón, pero que no usaba armas y explicó que ese día le había robado el teléfono a una mujer y que la víctima de su ataque comenzó a disparar y por eso él se había lanzado a correr", había dicho a LA NACION una fuente de la investigación.
A partir de ese momento y con el análisis de imágenes de las cámaras de seguridad que captaron los momentos previos y posteriores a que el cartonero fuera herido, comenzó a estar bajo sospecha la oficial de la Policía de la Ciudad. Entonces, el juez Yadarola separó de la investigación a la fuerza de seguridad porteña y convocó a los detective de la División Investigación de Homicidios de la PFA para colaborar en la pesquisa, a la que se sumó la Oficina de Transparencia y Control del Ministerio de Justicia y Seguridad
La semana pasada, por orden del juez Yadarola, se hicieron operativos en la Comisaría Vecinal 1C y en el Anexo de dicha dependencia, donde trabajaba la oficial imputada, en busca de pruebas para determinar si uniformados de la Policía de la Ciudad ocultaron evidencia o información para encubrir a su compañera.
En un primer momento la oficial fue imputada del delito de homicidio agravado en grado de tentativa, pero hoy, después dela muerte de Pereyra, la indagaron por el homicidio agravado por abuso de la función como miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de armas de fuego.
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