Gatillo fácil. Imputan y detienen a otros cuatro policías cordobeses por el asesinato de Blas Correas
CÓRDOBA. La causa por el asesinato de Valentino Blas Correas en Córdoba sigue sumando efectivos detenidos. Este miércoles la Justicia imputó y ordenó la detención de cuatro más. Ya hay 13 agentes acusados y nueve de ellos, presos, por el conmocionante caso del adolescente de 17 años muerto la madrugada del 6 de agosto pasado, cuando iba en un auto junto a cuatro amigos y el agente Lucas Gómez les disparó con su arma reglamentaria porque no se habían detenido en un retén de control vehicular.
El fiscal José Mana imputó a otros cuatro policías por los presuntos delitos de falso testimonio y encubrimiento agravado del asesinato ocurrido hace dos meses. La prosecretaria de la fiscalía, María José López, indicó que después del entrecruzamiento de comunicaciones entre 25 líneas telefónicas y del estudio de las imágenes de más de 40 cámaras de seguridad, tanto de domos como de móviles policiales, y la incorporación de nuevos testimonios, se logró "atribuir nuevas responsabilidades penales de cuatro policías".
El fiscal, además, solicitó la detención de los involucrados, a quienes se les imputa "falsedad ideológica y encubrimiento agravado", explicó. Los nuevos acusados son los cabos Leonardo Martínez y Leandro Quevedo, el oficial ayudante Ezequiel Vélez y el agente Rodrigo Toloza.
"Esto nos ha permitido cerrar otros dos tramos de la investigación. Estamos tratando de cerrar todo lo acontecido a lo largo de esa noche para no dejar absolutamente nada sin investigar", sostuvo López.
Los resultados del peritaje balístico confirmaron que la bala que mató a Blas Correas salió del arma del agente Lucas Gómez, quien junto a su colega Javier Alarcón está acusado de "homicidio calificado, agravado por el uso de armas" y "tentativa de homicidio", esto último relacionado con los proyectiles que, por milímetros, no causaron otra muerte dentro del auto en el que iban la víctima y sus amigos.
En su descargo, a la hora de prestar declaración indagatoria, Gómez dijo que había abierto fuego al escuchar dos presuntos disparos que, según su versión, provenían del coche que no se había detenido en el retén policial.
La semana pasada, los investigadores localizaron a los dos motociclistas que –según los agentes– les habían dicho que habían tenido un "episodio" con el Fiat Argo en el que iban Correas y sus amigos, previo a los balazos. Los hombres aseguraron que esa noche solo indicaron a los uniformados que habían tenido un cruce por una mala maniobra y que ellos habían chocado al auto en una puerta, pero nunca ratificaron que los jóvenes habían intentado asaltarlos.
También se logró determinar que la suboficial Wanda Esquivel (con prisión domiciliaria, al igual que Yamila Martínez) fue quien arrojó el bolso con el arma en su interior que, después, los efectivos señalaron que había sido "tirada" desde el Fiat Argo. El arma, que estaba rota, fue "plantada", como se sospechó desde un principio.
En los próximos días se realizarán las indagatorias a los imputados Walter Soria, Enzo Quiroga, Jorge Galleguillo y Ezequiel Henot, quienes por ahora están libres.
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