“Gatillo fácil” en Córdoba: imputan a un policía de alto rango por el asesinato del joven Blas Correas

CÓRDOBA. A ocho meses de que un policía matara a tiros a Blas Correas, un adolescente de 17 años que viajaba en un auto con amigos, siguen sumándose imputaciones que alcanzan a uniformados de la fuerza provincial. Este jueves fue el turno del exsubdirector general de Seguridad en la ciudad, comisario mayor retirado Gonzalo Cumplido. En total son 14 los imputados y ocho los policías detenidos por este caso que sacudió a Córdoba y al país.

Cumplido fue imputado por el fiscal José Mana por el delito de “violación de los deberes de funcionario público”. El asesinato de Correas determinó la remoción de la cúpula policial de la ciudad capital. Dos meses después se produjo el cambio del Jefe de la Policía y asumió Liliana Rita Zárate Belletti, la primera mujer al frente de la fuerza.

Los imputados en la causa son 17, 14 policías y tres empleados de la clínica donde se habrían negado a atender al adolescente baleado cuando sus amigos rogaron que lo curaran allí y les pidieron que siguieran de largo hasta el Hospital de Urgencias. Correas murió pocas cuadras después, antes de recibir atención clínica de emergencia.

El homicidio ocurrió la madrugada del 7 de agosto cuando Corras y cuatro amigos y compañeros de colegio circulaban en un auto luego de haberse reunido en un bar. En el sumario policial se indicó que habían evadido un control policial en la zona sur de la capital y uno de los agentes le disparó. Varias balas perforaron la luneta trasera y uno de los proyectiles se incrustó en el omóplato del joven, que iba en el asiento trasero del vehículo.

Un peritaje balístico confirmó que la pistola de la cual partió el disparo que mató a Correas era la que tenía el oficial Lucas Gómez. Él y Javier Catriel Almirón, de 31 años, fueron los primeros detenidos, acusados del delito “homicidio calificado, agravado por el uso de armas” y “tentativa de homicidio”.

Gómez tiene una imputación previa por encubrir a un violador serial; en ese expediente se señala que intentó persuadir a una de las víctimas de que desista de la denuncia. Almirón, en tanto, arrastraba desde abril de 2013 dos imputaciones en Río Segundo por los delitos de “privación ilegítima de la libertad” y “lesiones leves calificadas”.

Con el paso de los días, se comprobó que los policías habían sido ayudados para “plantar” un arma y sostener que los jóvenes la habían arrojado desde el auto, algo que se comprobó que no era verdad. Se fueron sumando imputaciones y detenciones por encubrimiento agravado.

Hay otros tres comisarios presos, acusados de omisión de deberes de funcionario público y encubrimiento agravado. Se trata de los comisarios inspectores Walter Soria y Jorge Galleguillo y del subcomisario Enzo Quiroga.

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