Gatillo fácil."Esta acción aberrante denigra a la policía", dijo el jefe de la fuerza cordobesa
CÓRDOBA.- A pocos días de que se cumpla un mes del asesinato a manos de un policía del adolescente Blas Correas en Córdoba, la Justicia ordenó la detención de dos agentes que ya estaban imputados por omisión de deberes de funcionario público y encubrimiento agravado. De esa manera, quedaron arrestados, hasta el momento, cinco uniformados.
Después de la decisión del fiscal José Mana, el jefe de Policía de la Provincia, comisario general Gustavo Vélez, publicó un comunicado en el que aseguró que la situación le "demanda asumir un compromiso definitivo e inclaudicable con la investigación del hecho hasta su total esclarecimiento, y la rigurosa aplicación de la ley, sin contemplaciones ni atenuantes, ante nada ni ante nadie, con el propósito de restaurar la confianza de la sociedad en su Policía y llevar sosiego a la familia de Valentino Blas".
El texto que lleva la firma de Vélez indicó que el avance de la investigación judicial tendiente al esclarecimiento de la "dolorosa y lamentable muerte" de Correas, tiene "seriamente implicados a funcionarios policiales de distintas jerarquías, desde suboficiales hasta oficiales jefes que revistan en la institución". El comunicado es la primera expresión pública del jefe de la fuerza; ningún funcionario político se refirió a este tema.
"Es de público conocimiento, además, que se investiga judicialmente la instalación fraudulenta y delictiva de un arma en el lugar del hecho, con la intención de desviar la investigación; esta acción aberrante denigra a la policía como institución democrática y fundamentalmente lesiona la honra y la dignidad de miles de policías que cumplen cotidianamente con su deber de servir a la comunidad, honrando el uniforme de nuestra Institución", se consignó en el comunicado.
Y se agregó: "Este difícil momento, me impone el deber funcional y moral de dedicar cada día de mi gestión, no solo al esclarecimiento de este conmovedor hecho, sino a esclarecer y desterrar para siempre acciones de esta naturaleza, que no por aisladas dejan de ser gravísimas e intolerables para el Estado de Derecho" y para finalizar reiteró su "pesar más profundo por el dolor causado a las familias involucradas, lo hago en mi condición de Jefe de Policía, ciudadano de mi provincia y padre de familia".
Otros imputados
Por orden del fiscal Mana quedaron detenidos hoy Yamila Martínez y Sergio González, dos de los cuatro oficiales que habían estado en el control policial desde donde partió el disparo hacia el Fiat Argo, que terminó con la muerte del adolescente.
Los primeros detenidos fueron los cabos Lucas Gómez, de 35 años, y Javier Alarcón, de 31, quienes están acusados de homicidio calificado agravado por el uso de arma de fuego, por la muerte del joven. La bala salió del arma de Gómez, quien tiene una causa por elevarse a juicio por encubrir e intentar entorpecer la investigación sobre violaciones.
Además, ambos están acusados de homicidio calificado en grado de tentativa, porque los disparos realizados "a matar" también pusieron en peligro las vidas de los cuatro chicos que acompañaban a Valentino en el auto. La fundamentación de esa segunda imputación es que un proyectil perforó la capucha del buzo de uno de ellos y otro quedó incrustado en el apoyacabezas del asiento delantero del auto.
Poco después quedó presa la agente Wanda Esquivel, acusada de encubrimiento agravado y se imputó a Martínez y a González. También hoy Mana ordenó la imputación de tres subcomisarios, identificados como Walter Soria, Jorge Galleguillo y Enzo Quiroga, en todos los casos por omisión de deberes de funcionario público y encubrimiento.
Es que la Justicia determinó que se "plantó" un arma. Poco después del crimen, los policías sostuvieron que un testigo -quien sigue sin ser identificado- había visto cómo desde el auto en que iba Correas y cuatro amigos tiraban un arma, que rastrillaron el lugar y que hallaron un revólver calibre 22. Los peritajes demostraron que estaba inutilizada.
Por último, el Fiscal imputó a Enzo Finot, un oficial de la División Motocicletas, por lesiones leves calificadas tras comprobar que golpeó y maltrató a Juan Cruz, quien conducía el Fiat Argo. Los golpes se produjeron cuando el auto fue detenido en el centro, donde Correas murió.
El crimen
El asesinato del joven motivó el relevamiento del director general de Seguridad de la ciudad de Córdoba y su reemplazo por la comisaria mayor Liliana Rita Zárate Belletti.
En la investigación se comprobó que los jóvenes tuvieron un altercado con una moto y fueron los motociclistas quienes avisaron al puesto de control policial ese problema. El Fiat Argo no se detuvo ante los agentes que estaban en grupo y desde donde salió el disparo de Gómez.
Los amigos de Correas se detuvieron en la Clínica Aconcagua con Blas herido para pedir atención, pero quienes los atendieron les dijeron que llamaran a Emergencias o que fueran al Hospital de Urgencias. Hay tres empleados del sanatorio imputados.
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