El drama Arturo López, el playero que fue cobardemente golpeado, casi muere y sigue internado un año después: “Las secuelas lo van a acompañar el resto de su vida”
Agostina, una de las hijas del trabajador noqueado en un estacionamiento porteño, contó cuál es el estado de salud de su padre; tras el comienzo del juicio contra el adolescente que lo lesionó, le pidió a la Justicia una “condena ejemplar”
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Este 19 de noviembre se cumplirá un año desde el día en el que Arturo López (67), el playero de un estacionamiento del barrio de porteño de Monserrat, fue brutalmente golpeado por un adolescente de 17 años que lo responsabilizó por la aparición de un rayón en su auto. A pesar del tiempo transcurrido, las lesiones sufridas por el hombre fueron tan graves que al día de hoy continúa internado en una clínica sin fecha de alta. “Las secuelas lo van a acompañar el resto de su vida”, aseguró su hija Agostina en diálogo con LA NACION, el mismo día en que el agresor -identificado como C.M.A. por haber sido menor de edad cuando cometió el delito- comenzó a ser juzgado por tentativa de homicidio y lesiones gravísimas.
Consultada acerca de si su padre tiene algún recuerdo sobre el ataque del que fue víctima hace casi un año en la playa de estacionamiento de Moreno al 800, la joven reveló: “No tiene recuerdos del episodio y no hemos conversado específicamente con él sobre lo que sucedio. En su momento les preguntamos a los médicos si era posible que recordara la secuencia y nos dijeron que no era probable por la gravedad de las hemorragias y del golpe, como así también por el hecho de que estaba desprevenido y no lo vio venir. Nosotras [por ella y su hermana, Florencia] nunca pudimos ni quisimos tocar el tema. Tampoco es el momento, porque mi papá no está en la posicion de entender. Solo le aportaríamos más confusión”.
De hecho, señaló que ni siquiera hablan con Arturo acerca de su internación. “Al principio no se comentaba el tema por lo perdido que estaba. Estaba como fuera de sí y no se podía conversar con él. Pero a medida que fue pasando el tiempo tampoco es un tema que toquemos. Quizás algún comentario aislado, haciéndole saber que está en una clínica para recuperarse y ponerse mejor a la espera de un alta, que no tiene fecha”, contó.
En el centro de salud al que fue trasladado después de ser estabilizado en una clínica de Flores -donde llegó al borde de la muerte como consecuencia del puñetazo recibido y del posterior impacto de su cabeza contra el suelo-, Arturo es atendido por un amplio grupo de especialistas, que se ocupan de su estado físico, psicológico y psiquiátrico. El control es permanente, ya que no puede valerse por sí mismo.
“Mientras que C.M.A. estuvo por ahí, prófugo durante meses no se sabe dónde, mi papá fue el único que estuvo preso y no salió del mismo lugar. Nunca pudo rehacer su vida”, afirmó Agostina para luego referirse a los radicales cambios de vida que dicha situación trajo aparejados para ella, su hermana, Florencia, y su madre, Miriam Luna, que además es exesposa y abogada de Arturo.
“Para mí el cambio fue total. Conforme iba pasando el tiempo te dabas cuenta de cómo lo sucedido había influido hasta en lo más básico; en cómo organizar tu tiempo, porque yo trabajo y estudio y todos los días lo vamos a ver. A eso se suman las peleas con los médicos, la ART, los cuidadores y el controlar que esté bien. Es desgastante. Y también hay que hacerse cargo de la cuestion judicial”, dijo y agregó: “Con mi hermana ya no somos las mismas que éramos antes. Mi viejo era súper autosuficiente, por más de que tiene 67 años. Pagaba y se ocupaba de todo y ahora nos tuvimos que poner al hombro esas cosas”.
“Bronca y tristeza”
Si bien Agostina se expresa agradecida por tener a su padre con vida, afirma que las lesiones que sufrió “lo cambiaron” y que ya no volverá a ser el mismo. “Eso me duele un montón y tengo que hacer un trabajo enorme con mi psicóloga para aceptarlo. Es un duelo procesar que no voy a tener el mismo papá que tenía antes”, sostuvo.
Tras ello, manifestó: “Tengo bronca y estoy muy enojada con lo que pasó, con la vida, con el pibe. Tengo mucha bronca contra él porque mi viejo estaba bien, nuestra vida era muy linda y no nos faltaba nada. Por culpa de él todo cambio y se le arruinó la vida a mi viejo, al que le ha quitado un montón de cosas que no van a volver, y la nuestra también. Y a la vez siento tristeza. A veces me pregunto por qué nos pasó esto”.
Respecto del estado de salud de Arturo y sobre su futuro, detalló: “Él está bien, estable. Tiene un equipo de médicos que lo tratan las 24 horas: no está solo nunca y no puede estarlo. Supongo que ahora su vida va a ser así. Cognitivamente están las secuelas producto de los golpes y las hemorragias. Son secuelas que quedan y lo van a acompañar el resto de su vida (...) Notamos que no te puede llegar a terminar de entender o a expresar bien con el lenguaje. cuestiones de la memoria se vieron afectadas y es un poquito de todo”.
En ese sentido, indicó que los médicos les dijeron que “después de un año las partes que no se rehabilitaron ya no van a hacerlo por el tiempo que pasó”. “Entonces es difícil, porque te tenés que acostumbrar a que así como lo estás viendo lo vas a ver el resto de tu vida. Antes, yo tenía el elemento de que todavía quedaban meses para cumplirse el año y eso daba esperanza. Hoy te vas a quedando sin dónde agarrarte, porque llegado al año nos dicen que cómo se ve es cómo va a quedar”, completó.
Más tarde, explicó que resulta difícil para los doctores establecer una posible fecha de alta. “Los médicos nos comentan que su diagnóstico es muy fluctuante, con picos de mejoras y retrocesos. El alta depende mucho de circunstancias que son cambiantes y justo ahora venimos de tener una mala racha en la que papá estaba muy confundido y ansioso. Eso hace dudar a los doctores. Además, aún está muy medicado”, apuntó.
Un pedido de justicia
Por último, Agostina se refirió al inicio hoy del del juicio contra C.M.A. a cargo del juez Alejandro Villanueva, quien deberá decidir sobre la culpabilidad del sospechoso, que luego de entregarse en junio pasado goza del beneficio de la prisión domiciliaria.
“El proceso va a durar hasta la semana que viene y nosotras, con mi hermana, tenemos que ir a declarar el viernes. No sé si soy la persona más optimista respecto de cómo van a salir las cosas, porque no o hay ninguna garantía de nada. A C.M.A. le habían dado prisión preventiva en un primer momento y después lo mandaron a la casa. Entonces, te sentís acompañada y después una estúpida. Nunca se pone en consideración que era menor, pero por un par de días. Te dicen que en la Ciudad no va ningún menor preso y eso te tira para abajo. Así que estamos viviendo esto con mucho nervios. Tener que verle la cara e ir a declarar para que después quede en la nada es muy dificil. es otra derrota, es otro duelo”, desarrolló.
Frente a los temores mencionados y ante el grave perjuicio ocasionado a su padre y a su familia, cerró con un mensaje para a la Justicia: “Más allá de mis dudas, les pediría a los jueces que hagan algo por todo lo que vino después de esa piña que arruinó tantas vidas. Quiero que sirva como ejemplo, porque toda la Argentina está pendiente de esta situación y de cómo se resuelve; que haya una condena para que la gente crea un más en el Poder Judicial. Como hija de Aturo me encantaría que le den la mayor pena que estipule la ley. Mi viejo está vivo de milagro y sería una verguenza que todo quede en la nada”.
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