Femicidio en Miramar. Salidas transitorias para uno de los policías condenados por el asesinato de Natalia Melmann

MAR DEL PLATA.- Uno de los cuatro policías condenados por secuestrar, violar y asesinar a la adolescente Natalia Melmann en Miramar, en febrero de 2001, fue autorizado a acceder a un régimen de salidas transitorias, según lo dispuso la Cámara de Apelaciones en lo Penal N°1 del Departamento Judicial Mar del Plata. Gozará del beneficio un domingo cada dos semanas.

Ricardo Anselmini afronta una pena de reclusión perpetua impuesta por el tribunal que lo juzgó en 2002, casi un año después del hecho que costó la vida de la chica de 15 años, cuyos restos fueron encontrados en el Vivero Municipal de la vecina localidad balnearia del partido de General Alvarado, donde ella residía con su familia y donde los acusados prestaban servicio.

La defensa había reclamado este beneficio en varias oportunidades e incluso planteó en sede judicial que estaba en condiciones de cumplir una condena condicional hace tres años.

“El Estado es responsable”, afirmaron los padres de la víctima, que anticiparon que recurrirán el fallo ante el Tribunal de Casación Penal e insistirán así en su pedido de que Anselmini siga preso, al igual que sus excompañeros Oscar Echenique, Ricardo Suárez y Ricardo Panadero, este último absuelto en un primer juicio y condenado el año pasado en un nuevo proceso. Por el caso también cumplió pena Gustavo Fernández, alias “Gallo”, un joven acusado de ser el entregador de la menor. Y siempre quedó pendiente de definir otro autor del crimen, detectado a partir de rastros genéticos obtenidos del cadáver de la niña, aunque nunca se logró identificar a quién pertenecían.

Anselmini ya había hecho el intento de lograr estas salidas transitorias el año pasado. En esa oportunidad la Cámara de Apelaciones y Garantías le negó la posibilidad con voto dividido.

Esta vez el recurso prosperó a partir del voto coincidente de los jueces Gastón De Marco y Esteban Viñas, que fundaron su decisión en el tiempo de detención efectiva transcurrido y los informes positivos que recibieron de manos del Servicio Penitenciario Bonaerense sobre el comportamiento de Anselmini. El permiso concedido sería con salidas un domingo cada dos semanas.

Los policías fueron detenidos al cabo de una investigación que permitió establecer que a Natalia Melmann la secuestraron durante la madrugada del 4 de febrero de 2001 cuando salía de bailar de un boliche de la costa de Miramar. La vieron retirarse y caminar junto a Fernández.

Si bien en principio se lo quiso señalar como autor material del abuso y muerte, pronto se esclareció la participación policial. El cuerpo fue hallado días después, luego de rastrillajes amplios en zonas descampadas. La autopsia determinó no solo que había sido víctima de abuso con acceso carnal, sino también de torturas y muerte por estrangulamiento.

En septiembre de 2002, Anselmini, Echenique y Suárez fueron sentenciados en juicio oral y público a reclusión perpetua por los delitos de “rapto, abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de personas y homicidio criminis causae”. A Fernández se le impuso pena de 25 años de prisión, que luego fue reducida a 10. Panadero recién fue detenido al cabo de un segundo juicio, tras un primero que afrontó en el que se lo absolvió, proceso que luego fue declarado nulo. Como a sus excompañeros, también lo condenaron a reclusión perpetua.

En enero de 2023 la Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías marplatense desestimó la solicitud de libertad condicional presentada por Anselmini. En aquella ocasión, el voto de los jueces fue dividido y el magistrado que votó en favor del imputado fue Viñas.

El femicidio tuvo lugar el 4 de febrero de 2001, cuando la menor fue obligada a subir a una camioneta de la Policía bonaerense y llevada a una casa ubicada en el extremo sur de la ciudad de Miramar. En ese domicilio, fue torturada, abusada sexualmente y estrangulada con el cordón de una de sus zapatillas.

Por su parte, Ricardo Panadero había sido absuelto en dos oportunidades “por falta de pruebas”; sin embargo, el Tribunal de Casación Penal provincial decidió en 2019 anular el fallo y anunció que el cuarto policía de la Bonaerense debía ser juzgado por su participación en el crimen.

Finalmente, el 13 de noviembre de 2019 la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló ese sobreseimiento y ordenó que se lleve a cabo un nuevo proceso, el cual se realizó en 2023 donde el cuarto policía fue declarado culpable por los delitos de “privación ilegal de la libertad agravado, abuso sexual agravado y homicidio doblemente agravado, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser cometido para asegurarse la impunidad” y recibió perpetua.

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