Federico Ríos: "Nos vamos a mudar, vamos a poner en venta la casa"
Se quiso defender de un robo violento y mató a uno de los ladrones. Ahora, el herrero Jorge Adolfo Ríos está preso con arresto domiciliario, acusado de homicidio simple, y su familia tiene que abandonar el barrio donde siempre vivió por las amenazas que recibieron de parte de los allegados de quien lo atacó dentro de su propia casa. Tanto así, que ya resolvieron mudarse de Quilmes Oeste.
"No creo que mi papá pueda recuperarse emocionalmente del peso de haber matado a alguien", dijo a LA NACION Federico Ríos, hijo del herrero jubilado de 71 años que mató a uno de los seis ladrones que la madrugada del viernes ingresaron en su casa de Ayolas al 2700, en Quilmes Oeste. Desde ese día viven una pesadilla sin fin.
"Nos vamos a mudar, vamos a poner en venta la casa", afirmó el hijo del herrero. Anoche, familiares de Ríos fueron al barrio y fueron amenazados, presuntamente por allegados a los delincuentes. A los gritos, el grupo -la mayoría, mujeres- le exigía al jubilado que saliera y "dé la cara", sin saber que el hombre había comenzado a cumplir su arresto domiciliario en la casa de una de sus hijas, en la Capital. Entre las que increpaba a los ocupantes de la vivienda estaba una mujer que afirmaba ser la madre del hijo de Franco Moreyra, el barrabrava de Quilmes de 26 años muerto de un tiro en el pecho por Ríos.
"Creo que ahora vamos a necesitar ayuda psicológica y psiquiátrica para mi papá, para que esto no afecte su salud física, que es por lo que tanto estamos luchando", agregó el hijo de Ríos.
Su padre sufre de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), tiene un solo riñón, es diabético e hipertenso. Además, tuvo un infarto y tiene arritmias cardíacas, según dijo ayer a LA NACION su abogado, Alejandro Marino Cid. Durante el robo fue víctima de una brutal paliza por parte de los delincuentes, que antes del final fatal habían entrado otras dos veces en su casa para robar, esa misma noche.
Después de ser detenido y de pasar dos días en el calabozo de comisaría 9a. de Quilmes, Ríos se descompensó y debió ser trasladado al hospital de San Francisco Solano, pero luego de atenderlo volvieron a llevarlo a la comisaría, en donde le notificaron del arresto domiciliario dispuesto por el juez de Garantías de Quilmes Martín Nolfi.
Sus hijos están preocupados por él. Ayer se mudó a la casa de su hija, pero no se sintió bien. "Aunque está estable pasó una noche complicada a nivel emocional. Esperemos que eso no repercuta demasiado en su salud física", contó Ríos.
El hijo del herrero tiene 35 años. Es el único hijo varón de la familia y trabaja en un taller que instaló en la casa donde ocurrió el hecho. Se definió como alguien de personalidad dura, pero reconoció que ahora "cambió todo" y esto "es un antes y un después".
Dijo que se siente "sin aliento" y aunque su padre ya está con su hermana, la pesadilla no termina. Decidieron vender la propiedad familiar y mudarse del barrio porque temen por sus vidas.
No obstante, él no siente rencor y piensa en Franco Moreyra, el ladrón muerto, y en los suyos: "Ellos perdieron a un familiar, a un hijo, a un padre. Lamentablemente esa persona era un delincuente, pero no tendría que estar muerto, tendría que estar preso. Lo lamento muchísimo por ellos y por nosotros, pero creo que lo lamento más por ellos porque nosotros de alguna manera vamos a poder continuar, vamos a poder reconstruirnos".
"Una vida de sacrificios"
La casa de Jorge Ríos es la tercera que se construyó en el barrio. Él llegó a Buenos Aires desde Entre Ríos cuando era joven. Según su hijo, "laburó tanto, incluso hasta perjudicar su salud". Es herrero y, paradójicamente, colocó las rejas en casi todas las casas de la cuadra para que la gente esté más segura.
Ríos, que además de tres hijos (dos mujeres y un varón) tiene cinco nietos, pudo comprarse un departamento que luego cambió por la propiedad que ahora pondrán a la venta. Se casó con una enfermera y ambos "siempre se organizaron para construir una familia y nunca dejar de trabajar. Tuvieron una vida de sacrificio", recordó Federico.
La esposa de Ríos falleció en 2013, de cáncer. Él es viudo y vivía solo. Este episodio es otro golpe en su vida.
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