“Excelente padre y amigo”: emprendedor y resiliente: quién era el turista asesinado de un balazo en Mar del Plata
Mauricio Alejandro Grasso, el turista baleado en la cabeza en Mar del Plata a la salida de un boliche, era oriundo de Moreno y tenía dos hijos; trabajaba como plomero y gasista y también había comprado una casaquinta que alquilaba para eventos
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Mauricio Alejandro Grasso era emprendedor, trabajador, resiliente. Fue padre, enviudó, estuvo en pareja y fue padre otra vez. Tiraba hacia adelante, se desvivía por sus hijos y siempre decía presente cuando lo llamaban sus amigos. Con ese espíritu viajó a Mar del Plata, donde lo mataron en un episodio tan absurdo como inexplicable, por ahora.
La vida de este plomero y gasista matriculado que había cumplido 42 años hace poco más de dos semanas estaba marcada por el dolor. Parte de una familia integrada por siete hermanos, oriundo de Lomas de Casasco, en Moreno, Grasso había logrado formar una familia, pero la tragedia golpeó a su puerta. Enviudó, y quedó a cargo de Milton, que hoy tiene 13 años y sufre la tremenda pérdida de sus dos padres.
No solo se dedicaba a las reparaciones de instalaciones hogareñas. Grasso también tenía una casaquinta que alquilaba para eventos sociales. También volvió a apostar al amor y tuvo un segundo hijo, hoy de 3 años. Sin embargo, en el último tiempo estaba separado.
“Mauricio era muy trabajador”, describió Edgardo Rosa, amigo, socio de la víctima y, además, padrino de Milton, el mayor de los hijos de Grasso. En conversación con LA NACION, Rosa, de 52 años, calificó a su amigo como un “excelente padre y persona”.
“Quería muchísimo a sus hijos, vivía para ellos. Pasaba la mayor parte del tiempo con ellos”, recordó Rosa, que compartía con Grasso el negocio del alquiler del salón de fiestas.
El socio de la víctima también precisó que era muy buen amigo y compañero. “Se adaptaba a lo que le propusieran y cada vez que lo llamabas él estaba ahí”, sostuvo Edgardo Rosa.
Sobre los hobbies de su amigo, recordó que Grasso era un apasionado de las carreras de autos y de los recitales.
Según los datos preliminares de la investigación, el plomero fue asesinado esta madrugada de un balazo en la cabeza cuando salía de un boliche de la zona céntrica de la ciudad balnearia, al que había ido a bailar con un grupo de amigos, y desde una moto dispararon contra la camioneta en la que se trasladaba.
Los investigadores procuraban determinar el desencadenante del ataque y una de las pistas que trabajan apunta a una frase que uno de los amigos del baleado les habría dicho a los tripulantes de una de las motos desde la que efectuaron el disparo, añadieron los voceros consultados.
El ataque ocurrió cerca de las 4 del lunes, luego de que Grasso y tres amigos –dos hombres y una mujer– salieron del local bailable “Momentos”, ubicado en las calles Bolívar y Santa Fe, a metros de la icónica Plaza Colón, del centro marplatense, donde habían ido a bailar.
Según indicaron las fuentes, las cuatro personas circulaban en una camioneta Toyota Hilux por el cruce de las calles 20 de Septiembre y Moreno –a unos dos kilómetros del boliche– cuando se cruzaron con cuatro personas a bordo de dos motocicletas.
La frase que derivó en una muerte
Según lo que los investigadores reconstruyeron sobre la base del relato de los testigos, las motos estaban haciendo “cortes”, por lo que cuando pasaron junto a ellos, la persona que iba sentada en el lado del acompañante de la camioneta les dijo a través de la ventanilla: “¡Bien ahí, rey!”.
Siempre según los dichos de testigos, tras ello, y por causas que se investigan, uno de los ocupantes de una de las motos extrajo de entre sus ropas un arma de fuego y disparó con dirección a la Toyota Hilux.
Los amigos que viajaban en la camioneta se percataron instantes después de ver el arma que Grasso había sido alcanzado por una bala en la cabeza, al verlo herido en el asiento trasero derecho del vehículo.
“Fue un único disparo con un arma calibre 9 milímetros. Está descartado que se haya tratado de un hecho de inseguridad. Por ahora esto es un misterio”, dijo a la agencia Télam un investigador consultado.
Tras el ataque, la víctima fue asistida en primer término por personal de la Unidad Policial de Prevención Local, pero ante la llegada de los médicos del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), se constató que ya había fallecido.
En tanto, los agresores a bordo de las dos motos escaparon a toda velocidad del lugar y por el momento no fueron localizados.
En la causa, caratulada “homicidio”, tomó intervención la fiscal Florencia Salas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°1 de Mar del Plata, quien ordenó a la policía que se realicen diversas tareas investigativas para obtener más detalles de lo ocurrido e individualizar al autor del hecho.
Además, instruyó a los peritos de la Policía Científica para que realicen en la escena los peritajes correspondientes.
Para poder obtener alguna información sobre los sospechosos, los investigadores procuraban dar con alguna imagen que haya sido registrada por cámaras de seguridad de locales comerciales, de edificios y viviendas de la zona y hasta del Centro de Documentación Rápida (CDR) del Registro Nacional de las Personas, ubicado a solo a 50 metros de donde ocurrió el homicidio, aunque hasta el momento no se pudo dar con material preciso.
Los investigadores confirmaron a la agencia Télam que los conductores de las dos motocicletas involucradas en el hecho eran hombres y que se intentaba determinar si quieres viajaban como acompañantes en ellas eran mujeres o varones.
Para avanzar en la causa, se aguardaban también las declaraciones de los amigos de la víctima en la sede judicial, al tiempo que se trabajaba para dar con otros testigos presenciales del hecho y de la huida de los agresores.
En tanto, la fiscal Salas esperaba para las próximas horas el resultado de la operación de autopsia al cuerpo de Grasso, que se realizará en el transcurso de la jornada en la morgue judicial del Departamento Judicial de Mar del Plata.
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