Estupor. Un gendarme y una empleada de peaje murieron atropellados por delincuentes que evadieron controles carreteros

Un gendarme y una trabajadora de un puesto de peaje murieron al ser arrollados por automovilistas que, por diversos motivos vinculados con la criminalidad, intentaban eludir controles vehiculares de fuerzas de seguridad. Los trágicos episodios ocurrieron anteayer, uno en Misiones y otro en Córdoba.

El cabo primero Robert David Barreto tenía 31 años y hace 12 había ingresado en la Gendarmería Nacional. Prestaba servicio en el Escuadrón 11 San Ignacio, en Misiones. Durante un control rutero fue arrollado por un contrabandista que iba al volante de una camioneta 4x4 y quiso eludir un operativo.

El uniformado, padre de un niño, murió poco después en el hospital al que había sido trasladado, según informaron a LA NACION fuentes de la Gendarmería Nacional.

“Asesinó a un gendarme cuando intentó escapar de un control y evitar que lo descubrieran contrabandeando. ¡No tiene perdón y responderá por sus delitos y por la vida que quitó!”, sostuvo la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en su cuenta de la red social X.

Todo sucedió en la ruta provincial 103, en proximidades del Parque Temático de la Cruz, situado sobre el cerro Santa Ana, cuando personal de la Gendarmería Nacional hacía un control vehicular.

“Los gendarmes le hicieron señas al conductor de una camioneta Volkswagen Amarok para que detuviera la marcha. Pero el hombre hizo caso omiso e intentó eludir a los uniformados y arrolló a Barreto, que estaba parado en la banquina”, dijeron las fuentes consultadas por este diario.

El cabo primero fue trasladado de urgencia al hospital Ramón Madariaga, de la ciudad de Posadas, donde murió como consecuencia de las graves heridas sufridas.

El conductor de la camioneta, que tenía pedido de secuestro porque había sido robada, huyó a toda velocidad, pero a los pocos kilómetros perdió el control y volcó. Quedó herido en el lugar y terminó detenido. En el interior del vehículo se encontró una gran cantidad de cajas de cigarrillos, informaron fuentes de la investigación.

“Gendarmería Nacional, con profundo dolor, lamenta la pérdida del cabo primero Robert David Barreto, centinela de nuestra Patria. Condenamos el hecho por el que fuera arrebatada su vida en cumplimiento del deber. Acompañamos a la familia y a amigos en este difícil momento”, sostuvo la fuerza federal en un comunicado oficial.

Barreto vivía con su esposa y su hijo en el barrio Progreso, en San Ignacio, Misiones.

En la autopista Rosario-Córdoba

La otra víctima se llamaba Analía Molina. Tenía 33 años y era madre de dos niños. Vivía en la localidad cordobesa de James Craik. Anteayer a la madrugada, cuando trabajaba en uno de los peajes que tiene la concesión de la autopista Rosario-Córdoba, en la capital mediterránea, la atropelló un automovilista que había escapado de un control vehicular. Iba al volante de un coche robado, con patentes cambiadas, y no quería ser detenido.

La Policía de Córdoba busca al conductor homicida, que iba con un acompañante, con quien escapó a campo traviesa, a pie, después de abandonar el auto.

El hecho ocurrió anteayer a las 3.30, cuando, en un control de rutina, efectivos de la Policía Caminera de Córdoba hicieron señas de detención al conductor de un Volkswagen Polo blanco. En lugar de frenar y acatar la indicación de los uniformados, el hombre aceleró y escapó del lugar.

Avanzó a máxima velocidad unos metros y cuando estaba por pasar por el peaje de James Craik atropelló a Molina. “Analía justo estaba cruzando para llevar el dinero de la recaudación a la administración cuando la embistieron. Sus compañeros presenciaron todo y quedaron devastados por completo”, indicó el secretario general de Unión de Empleados de la Construcción y los Peajes del Interior (UDI), Gustavo Rossi, en diálogo con El Doce TV.

Si bien la víctima fue trasladada de urgencia hasta el hospital de James Craik, el parte médico indicó que Molina había ingresado al centro asistencial sin signos vitales.

Mientras los compañeros de la empleada la asistían, el conductor del Volkswagen Polo blanco huyó y circuló unos 1500 metros más hasta que frenó y descendió del auto en la banquina junto a su acompañante. Ambos comenzaron a correr por el medio del campo que está al costado de la autopista. Ahora son fugitivos.

Los investigadores constataron después del siniestro que ese auto, que circulaba en sentido Villa María-Córdoba, había sido robado en la capital cordobesa el 13 de agosto pasado y tenía un número de patente cambiado. Los investigadores esperan que las cámaras del peaje puedan proporcionar información crucial para identificar al responsable del crimen.

“Andaban en ese auto dando vueltas. Ya sabemos que habían pasado en sentido a Rosario horas antes”, sostuvo un detective del caso. La investigación quedó a cargo de la Fiscalía de Oliva.

Antecedente

A fines de mayo pasado, en Corrientes, un farmacéutico que escapaba de un retén de la Prefectura Naval atropelló y mató a una joven que manejaba una moto.

El Renault Fluence transportaba 280 kilos de marihuana y quedó abandonado a la vera de la ruta, unos cinco kilómetros más adelante de donde habían eludido el retén de la fuerza de seguridad. Los investigadores creen que los ocupantes del auto se fueron en otro vehículo que les hacía de escolta.

El propietario del auto, Marcelo F., fue arrestado cuando llegó a su casa en Apóstoles, Misiones. Primero sostuvo que no era él quien conducía el vehículo cuando fue atropellada la víctima, Manuela Jacqueline Ponce, de 21 años, que estudiaba para ser maestra jardinera. Afirmó que en medio del viaje, a la altura de la localidad de Azara, fue interceptado por delincuentes armados que lo habían obligado a ir hasta un lugar donde cargaron los estupefacientes.

Luego dijo que mientras lo amenazaban con un arma de fuego fue obligado a eludir el retén de la Prefectura Naval y que fue entonces que, al sobrepasar un camión, arrolló a la joven que circulaba en una moto, en la ruta provincial Nº94, cerca de la zona conocida como “Los tres tubos”, en las afueras de la ciudad correntina de Santo Tomé.