Estafas por Instagram: obtuvo $3.200.000 ofreciendo a la venta iPhones que nunca entregó

El primer paso fue armar un perfil en la red social Instagram y ofrecer a precio muy accesible diferentes modelos de iPhone. Para justificar los sugestivos precios a los que vendía los celulares de Apple explicaba que, por la pandemia de Covid-19, estaba por cerrar su local de Belgrano. Así lograba el interés genuino de potenciales clientes. Una vez que cerraba las negociaciones, exigía que le transfirieran el 50% del valor acordado, a modo de reserva. Pero una vez que tenía el dinero asegurado, bloqueaba a los usuarios que habían pagado por un producto que nunca les iba a llegar. Así, en solo cuatro meses, el sospechoso habría amasado un botín de, por lo menos, $3.200.000 con sus estafas.

Así se desprende de una investigación a cargo del fiscal de Vicente López Alejandro Musso. El imputado por las estafas es un joven de solo 19 años que vive en Floresta. El acusado había sido detenido, pero fue excarcelado tras la certificación de que no tenía antecedentes penales, por lo que continuará el proceso en libertad.

“Entre enero y mayo de este año, el imputado se hizo de 3.200.000 de pesos con las estafas que protagonizó”, sostuvo a LA NACION una fuente judicial.

La investigación del fiscal Musso y su equipo de colaboradores comenzó con la denuncia que hizo una de las víctimas. El 29 de enero pasado, la mujer y su hijo concretaron una transferencia de 20.000 pesos por un teléfono celular que habían visto en el perfil de Instagram que había armado el imputado.

“Las transferencias o depósitos que hacían los clientes estafados no iban dirigidos a las cuentas del imputado, sino que para obtener el dinero, el sospechoso utilizaba las cuentas de personas que trabajaban para él a cambio de un porcentaje”, sostuvo una fuente consultada.

Las personas que “prestaban” sus cuentas para recibir el dinero de los supuestos clientes obtenían 2000 pesos por cada operación. A esos “colaboradores”, el sospechoso los conocía a través de publicaciones en las que ofrecía trabajo.

“Trabaja con nosotros. 15 vacantes laborales”, fue una de las publicaciones que subió a Instagram el sospechoso para conseguir las cuentas donde los estafados iban a transferir el dinero.

Los allanamientos en la casa del imputado y en otro domicilio de Flores estuvieron a cargo del Departamento Lucha contra el Crimen Organizado de la Policía de la Ciudad.

“En ciertas oportunidades cambió el nombre de usuario de las páginas de Instagram, dado que ya lo habían denunciado en otras oportunidades”, explicaron fuentes de la investigación.

Musso y su equipo de colaboradores lograron llegar hasta el domicilio del sospechoso después de obtener el IP desde donde se habían subido las publicaciones con las ofertas de los teléfonos celulares.

“Con el IP logramos llegar hasta el prestador del servicio de Internet, que nos facilitó el domicilio de su cliente. También pudimos reconstruir los movimientos de la cuenta que el imputado tenía en Ualá [fintech argentina] y así establecer todos los ingresos de dinero que tuvo en el último tiempo”, afirmó un detective judicial.

No es la primera causa de estafas en pandemia que tuvo a su cargo el fiscal Musso. Como publicó LA NACION, el representante del Ministerio Público desbarató una banda que, desde Mar del Plata, ofrecía autos y camionetas a muy buen precio en Marketplace, la plataforma de Facebook para la compraventa de todo tipo de productos. Una vez que hacían contacto con los interesados, los estafadores les enviaban más fotos del vehículo y los datos del supuesto vendedor, que no eran los verdaderos, y convencían a los potenciales clientes de que les hicieran una transferencia de adelanto del dinero pautado, pero nunca entregaban lo que habían puesto a la venta.

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